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Arte e Ideas

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Rufino antes de Tamayo

¿Dónde está Rufino Tamayo? ¿Quién es? Para responder a ambas preguntas hay que andar por su retrospectiva Construyendo Tamayo, 1922-1937 del museo que lleva su nombre.

Obviedad: Rufino Tamayo (Oaxaca, 1899-1991) no nació adulto. Su arte tuvo un periodo de incubación de alrededor de década y media. La retrospectiva Construyendo Tamayo, 1922-1937, aunque aparentemente breve, es sustanciosa y entretenida. Tamayo de verdad que fue uno de los artistas más originales del siglo XX. En Construyendo Tamayo, uno puede encontrar el germen de esas obras metafísicas y mexicanas (mejor: la metafísica de lo mexicano) que se asocian de inmediato con el artista, y también la exploración formal que le da carácter a su trabajo.

Construyendo Tamayo, curada por Karen Cordero, sigue el camino más sencillo de la búsqueda: la historia. Ir al origen desde los primeros cuadros del Tamayo veinteañero hasta las obras más elaboradas, cargadas del Tamayo de la década del 30. Son cinco secciones que recogen la obra de Tamayo y también la de varios coetáneos como Manuel Álvarez Bravo, Siqueiros y Adolfo Best Maugard, entre varios más.

Es increíble que el trabajo de década y media dé para un recorrido tan completo pero es que Tamayo no paraba nunca. En una de sus últimas entrevistas dijo que lo único que le molestaba era saber que el tiempo se le acababa para todo lo que todavía tenía que pintar. Si así era a los 90 años, a los veintitantos debe haber sido pura energía.

El recorrido comienza con el Tamayo joven que aprende a pintar bajo el método de Adolfo Best Maugard y pronto enseña a otros jóvenes escolares las mismas técnicas e ideas.

Best Maugard fue uno de los artistas y pensadores más influyentes del principio del siglo XX en México. Sus ideas sobre la posibilidad de un arte nacional, enteramente mexicano, formaron a una generación de artistas. De origen le viene ese duende a Tamayo.

Varias piezas de esa etapa muestran inocencia, candidez ante las ideas de Best Maugard. Aunque Tamayo ya era un adulto joven para entonces (la década de los 20) son dibujos de niño. ¿Esa inocencia es deliberada, impuesta por la ideología de Best o espontánea? Aunque suene a perogrullada, es las tres cosas. Gracias a ese simplificar y a esos colores vivísimos de artesanía, Tamayo experimentó con la abstracción por primera vez.

Después de las obras influidas por Best Maugard viene la sección titulada Trazando el terreno. Aquí, las obras son pintadas al aire libre, al estilo de los impresionistas. Aquí, Rufino ya se ve más Tamayo. Los trazos sencillos y gruesos son ya una forma de estilo.

Los cuadros versan sobre entornos cotidianos, algunos campiranos, pero la mayor parte son urbanos.

Lo interesante de Construyendo Tamayo es que permite hacer un juicio más completo de la obra de un pintor que todos creemos conocer. El autor de Noche y día también dibujó alguna vez un zepelín que vuela bajo sobre un caserío. ¿Lo va a bombardear o es sólo un signo de los tiempos: el hombre ha conquistado el cielo? Esa disyuntiva se puede ver en la mayor parte de las obras. El progreso versus la tragedia; la energía de lo primitivo frente a lo civilizado. Violencia y belleza en los mismos cuadros.

Tamayo descifrado o Rufino antes de Tamayo, Construyendo Tamayo debe ser recorrida con calma y con curiosidad. No lo sabemos todo del maestro Tamayo.

Construyendo Tamayo

  • Museo Rufino Tamayo, Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec.
  • Martes a domingo de 10 am a 6 pm.
  • Entrada: $19.

concepcion.moreno@eleconomista.mx

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