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Arte e Ideas

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Tapiro: 14 años acompañando al volcán Colima

Sergio Velasco ganó el tercer lugar del World Press Photo en la categoría Naturaleza, por una imagen del volcán de Fuego.

Para el fotoperiodista Sergio Tapiro Velasco (Colima, Colima, 1971), lo que empezó como una terapia continuó como una obsesión y terminó en un triunfo. Tapiro atravesaba una depresión que lo llevó a refugiarse en la naturaleza y a encontrar a su mejor amigo: el volcán Colima. Durante 14 años, el volcán ha sido un proyecto permanente, aunque no el único, pues Tapiro ha trabajado para periódicos y radio. El 18 de febrero pasado, se dio a conocer que Tapiro ganó el tercer lugar del World Press Photo en la categoría Naturaleza.

En vez de emular a José Alfredo en las cantinas, me puse a tomar fotografías, decidí que era lo mejor que podía hacer: alejarme a la naturaleza, estar en soledad y hablar conmigo mismo. Tenía un poquito de miedo de la humanidad, de la gente y esto me ayudo muchísimo. Creo que muchos de los proyectos artísticos tienen que ver con cosas que traes en el corazón , dijo Tapiro en entrevista. En un principio, quería retratar la belleza natural de Colima. Ignoraba que el 11 enero del 2002 esta pasión se convertiría en un proyecto de vida. Los volcanes (como se conoce al volcán Colima y al pico Nevado de Colima, muy próximos uno de otro) se llenaron de nieve y Tapiro fue a la laguna de Carrizalillos, en el norte de Colima, a tomar fotografías.

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Pasados tres años me di cuenta de que se necesitaba mucho mas que ambición fotográfica o ganas de tomar fotos, había que estudiar el tema, había que entenderlo, explorar barrancas, caminos, lugares desconocidos. Me empecé a rodear de otros amigos, gente investigadora del volcán, y comencé a leer mucho sobre el tema, lo que me fue armando y dando cimientos , dijo Tapiro. El 11 de julio del 2015, se registró un colapso en el domo del volcán; hubo un flujo piroclástico. Tapiro tomó una fotografía que fue un éxito viral: mostraba una enorme nube provocada por el volcán, con la camioneta del fotógrafo en primer plano. En un sólo día tuvo casi dos millones de vistas en Facebook.

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Cuando tomé esa imagen pensé que ya tenía una magnífica foto para enviar al concurso de World Press Photo . Pero llegó diciembre del 2015, que si bien la actividad no se incrementó, sí había ciertas características en las columnas de ceniza que provocaban descargas eléctricas. Tapiro tenía varias semanas observando al volcán y, el 13 de diciembre, a las 10:24 de una noche fría, logró una singular fotografía del volcán. Durante una explosión, donde se aprecia lava bajando por las laderas del volcán, emerge una nube de ceniza y se percibe un evento donde aparece un rayo extraordinario que parte la foto a la mitad y que forma un arco espectacular.

Foto El poder de la naturaleza

Foto El poder de la naturaleza , de Sergio Tapiro Velasco.

?¿Por qué el volcán?

?Yo creo que todos tenemos dudas de donde venimos. ¿Cuál es nuestro origen? ¿Qué somos? ¿Qué estamos haciendo en este mundo y en este universo? ¿Somos más que una hormiga o un ser de dos piernas que se la pasa caminando? El pensar en volcanes me remite al principio de la Humanidad. Me resuelve un poquito esta enorme duda de que cómo era nuestra Tierra antes de que estuviéramos nosotros. Los volcanes tienen más tiempo que los humanos, nos vamos a ir y ellos seguirán aquí. Eso es parte de mi obsesión, remontarme al origen de la Tierra, de alguna manera viajar al pasado, así lo veo. Es por eso que no lo he abandonado después de 14 años.

?¿Por qué dejar los medios?

?Cuando vives en provincia sabes que estás sujeto a los eventos. Cuando me salí de los medios locales, comencé a trabajar en un nuevo proyecto que tenía que ver con el volcán, es un restaurante justamente enfrente del volcán y se llama Mirador del Volcán. De alguna manera he provocado que todo en mi vida gire alrededor del volcán, todo lo he encaminado hacia allá y están saliendo muy bien las cosas. El restaurante va bien, es muy bonito atender gente. Es comida típica mexicana, en el municipio de Comala, laguna de Carrizalillos.

Nunca me desencanté del fotoperiodismo, lo que sí es que llegó una época en Colima donde me cansé de fotografiar violencia. Y el paisaje es otra cosa, el proceso es más lento, tienes que aprender a ser persistente, pausado, porque tú no mandas, quien manda en la foto de naturaleza es la propia naturaleza. Tienes que estar ahí y estar presente cuando ocurren las cosas. Fue lo que pasó para obtener esa foto y ahí está el premio a la persistencia y la constancia. Y ahora estoy bien contento porque podría ser considerado como uno de los mejores fotógrafos de naturaleza del mundo.

?¿Qué hay sobre esa foto tomada en 8 segundos con apertura de diafragma en 2.8 y en escala de sensibilidad fotográfica de 3200?

?Cuando vi el rayo me pregunté qué chingados era eso. Vi mucha luz, mucho más intensa. Ya tenía que haber cerrado el restaurante y estar descansando en mi casa, era un domingo y decidí quedarme porque la actividad del volcán seguía fuerte y yo temía que se me pasara algo interesante. Entonces preferí esos días quedarme a dormir allá en el restaurante. De los 31 días de diciembre dormí 20 frente al volcán, a ese grado era mi obsesión, tenía montadas mis tres cámaras. Yo lo vi [el destello] fuera de la cámara, algo más luminoso de lo normal, y se me hizo extraño. Cuando empiezo revisar la imágenes de las cámaras, me doy cuenta que había pasado algo extraordinario, que esta luz muy intensa era una rayo muy grande, como de 600 metros. ¿Cómo se calcula el tamaño? Porque el cráter mide entre 200 y 300 metros. Y al verlo en el display de la cámara noté que traía una muy buena foto, pero cuando confirmo que traigo un fotonón es cuando la veo en la computadora. Hay que ser paciente. Me esperé, me emocioné y seguí tomando fotos toda la noche. Ya no pasó nada tan grande, fue todo.

?Y a World Press Photo...

?Metí esta foto al concurso aunque casi no participo, pero cuando lo hago es con la idea y certeza de que voy a sacar algo, y cuando la vi, sabía que algo tenía que ganar. Así que la envié, y al cabo de semanas recibí una solicitud de World Press Photo donde me pedían que mandara el archivo original. Ahí me dio una buena espina, sabía que todo iba bien, porque si me lo están pidiendo se debe a que ya pasé esta etapa, debo estar entre los finalistas y sí, el 18 de febrero del 2016 anuncian a nivel mundial que entre los ganadores había dos mexicanos, Anuar Patjane con Ballenas que susurran , quien ganó el segundo lugar, y yo, con El poder de la naturaleza , que gané el tercer lugar en la categoría de Naturaleza. ¡Tuve cuatro portadas nacionales! ¿Quién chingados las tiene?

Ganar en World Press Photo es un logro enorme, el más grande que cualquier fotoperiodista sueña; que me hubieran pedido en National Geographic publicar mi foto es el segundo logro más importante. Cuando veo que esto pasa, digo que ya me puedo morir. ¿Qué más quiero como fotógrafo? La revista que más anhelaba que me publicara ya me publicó, y el premio más importante que podría ganar ahí está. No es un premio económico, pero cualquier fotoperiodista sabe que es el premio más prestigioso, ningún otro concurso de fotografía tiene tanto prestigio. Éste es el de la crema y nata de los fotógrafos. Para que esta fotos quedaran entre las finalistas tuvieron que superar a los fotógrafos de National Geographic, que cada año entra a concursar, a los fotógrafos de todos los periódicos del mundo, The New York Times, The Washington Post, Los Angeles Times, Le Monde, El País, a todos les ganamos.

?¿Cómo ves el desarrollo de los fotoperiodistas en México?

?Pienso que en México están muchos de los mejores fotógrafos del mundo, pero desgraciadamente los temas más recurrentes, porque son los que vemos y los que más venden, son la violencia y la pobreza. Hay trabajo extraordinario de fotógrafos como Daniel Aguilar, Guillermo Arias, Cristopher Vanegas, Carlos Cazalis y Pedro Pardo, todos ellos son ganadores del World Press Photo y sus temas estaban sustentados en lo anterior, esto que vivimos y sufrimos todos los días y no se trata de que lo ocultemos. Sin embargo, hay otro tipo de fotografía que está latente y que nunca había saltado a la vista, ni del concurso ni de autoridades, porque nunca se había intentado por otro camino y finalmente yo tengo esa fortuna, con una foto que habla de la naturaleza que derrocha energía y a lo mejor violencia, pero no humana.

?¿Consideras que los fotógrafos de prensa siguen esa línea?

?Lo que pasa es que nos acostumbramos a clichés. El cliché vende por la facilidad de lectura, cuando ves una foto cliché que habla de violencia, donde hay un cadáver tapado con una sábana, pues es una foto que has visto miles de veces, pero en distintas versiones por los diferentes fotógrafos que la han tomado. Sabes que es una fórmula que además resulta muy buena para la venta de periódicos. Y World Press Photo durante mucho años estuvo siguiendo esta línea, donde el sufrimiento humano y sobre todo la violencia tenía una cabida muy fuerte. Pero en esta emisión, World Press Photo da un giro rompiendo este paradigma, porque la foto ganadora, del australiano Warren Richardson, no tiene que ver con violencia, aunque sí con desplazamientos de migrantes. Una imagen muy conmovedora y tierna. Cada año hay temas recurrentes, el año pasado también consistió en migraciones. ¿Cuál es el riesgo de salirse de los clichés? Pues que tu foto no pegue, pero si pega es un trancazote, porque estás innovando o intentaste algo distinto, entonces vale la pena arriesgarte. Uno nunca sabe si tiene la seguridad de ganar algo, pero yo sí quería hacerlo.

Sergio Tapiro Velasco recibirá el galardón del World Press Photo en una ceremonia en Ámsterdam, Holanda, este 23 de abril.

fernando.villa@eleconomista.mx

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