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Arte e Ideas

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Timoteo visita El Economista

La escultura monumental representa el álter ego de las personas que viven en la ciudad, esta instalación pretende interactuar y ser parte de la rutina de los espectadores en el espacio público.

Timoteo, la caricatura del humano, fue instalado este domingo en avenida San Jerónimo, en Jardines del Pedregal. Foto EE: Fernando Villa del Angel

“El vigilante” es la pieza escultórica del artista mexicano, Rodrigo de la Sierra, que permanecerá en exhibición a las puertas del periódico El Economista, en avenida San Jerónimo, en Jardines del Pedregal, al sur de la Ciudad de México.

Esta pieza fue creada en el año 2015, cuando De la Sierra comenzaba a experimentar las exposiciones monumentales, al aire libre o en espacios públicos. “La idea era diseñar una escultura de gran formato, que fuera imponente y subversiva”, dijo en entrevista con este medio.

Desde el periodo modernista del siglo XIX, la figura humana tomó un marco más abstracto en las esculturas que antes habían sido hechas preferiblemente a la imagen y semejanza de nuestro cuerpo. Luego de esta revolución del imaginario que se adaptó a interpretaciones más conceptuales, se permitió que artistas como Rodrigo de la Sierra aprovecharán las metáforas visuales, y crear personajes como Timoteo.

“El personaje Timoteo es un ente urbano, un hombre del día a día, el hombre que viaja con la máscara de la dogmática de mover el mundo, pero a este personaje también lo alcanzan diferentes estados como el amor, el trabajo, la luz, la consciencia, el ego y la autoestima”, describió Rodrigo de la Sierra. 

“El objetivo de ‘El Vigilante’ por su gran voluminosidad y su actitud relajada es de un protector”, explicó, pero Timoteo también posee cierta ironía, ya que pretende recordar, con su gran tamaño, a todas las personas que lo encuentren en su camino, los estados que las personas que viven en la ciudad olvidan por un agitado ritmo de vida.

“Habla de la vida cotidiana, de esta magia que le quitamos a nuestra alma y cuerpo, por la velocidad vertiginosa en la que vivimos y nos perdemos los detalles de la vida cotidiana que hacen la magia de nuestros días. Timoteo es un juego de palabras: ‘Timo’, la parte tangible humana, ‘teo’, lo emocional y espiritual, es esta dualidad de cuerpo y alma que muchas veces pasa desapercibida”, abundó el artista.

Esta pieza, que sólo es una en el universo de situaciones en las que Rodrigo ha presentado a Timoteo, tuvo exhibiciones en varias partes de la República Mexicana, en la Ciudad de México, en la Alameda Central, en la Cámara de Diputados y Senadores; también en los estados de Querétaro, Puebla y Toluca, por mencionar algunos.

Se proyecta espacio cultural en El Economista

La pieza de “El Vigilante” permanecerá seis meses a la entrada de esta casa editorial; sin embargo, no será la única, pues según comentó Rodrigo de la Sierra se proyecta un espacio dedicado a la cultura en las instalaciones del periódico.

La pieza está planeada para estar seis meses, se están viendo varios proyectos, a lo mejor hacer un espacio cultural que es una preocupación de El Economista, todavía no sabemos si se consiga, pero este es el primer paso. Es un espacio que quiere abrir el periódico para apoyar el arte y en este caso yo fui seleccionado, y existe una posibilidad de poder cambiarla por otra pieza o dejarla más tiempo”, explicó.

Esta escultura, agregó, “ha sido muy icónica en los espacios abiertos al público, esa es la intención de presentarla ahora, El Economista me da la oportunidad de presentar la obra. Cuando la misma está dentro de un museo, la gente va exprofeso para ver y recibir el arte; hay una ficha técnica, una explicación, pero, ¿qué pasa cuando la obra está en el espacio público? La obra se enfrenta al espectador de manera desnuda, la obra está desnuda ante el espectador, y hace que se realice una doble exposición, la escultura misma y por otro lado la interacción que realiza el espectador con la pieza, desde tomarse una fotografía con la pieza, de tocarla, de dialogar, comulgar con la pieza, hasta un meme ha sucedido. Lo que se logra es que haya una extensión de la exposición”, finalizó el artista.

Rodrigo de la Sierra

  • Estudió arquitectura en la Universidad del Valle de México y después de ejercer su carrera estudió artes plásticas durante 4 años en talleres de escultura en Círculo de Arte, cursos de modelado, talla en madera, moldes y vaciado y escultura figurativa en la Universidad Iberoamericana y continúa su formación de modo autodidacta. Además de México ha logrado exponer en países como Italia, China, Corea del Sur y Estados Unidos. En 2016 recibió el Doctorado Honoris Causa por la UAEM que nombró en su honor la Plaza del Arte Rodrigo de la Sierra “Timoteo”.

katia.nolasco@eleconomista.mx

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