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Arte e Ideas

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X-Men para vírgenes

¿Es posible disfrutar la última entrega de los X-Men (o cualquier película) sin referentes previos?

Es claro que para ver, apreciar o disfrutar cine se necesita cierto conocimiento previo. En el sentido más elemental: el lenguaje para escuchar o leer los diálogos, la capacidad para entender las relaciones entre los personajes y el mundo en que éstos habitan. ¿Es posible entender una película sobre la Segunda Guerra Mundial sin saber quiénes fueron los nazis o Hitler? ¿Qué tal una película como 12 Años esclavo, sin conocer un poquito de historia, sea del país vecino o el propio concepto de esclavitud?

Hollywood suele predigerir sus contenidos a un grado en que son accesibles para el mayor número de boletos vendidos. Sin embargo, basta un paseo al multiplex más cercano para entender que son necesarios ciertos referentes antes de dar un paso dentro de la sala. En la mayoría de los casos, estos pueden ser la vida misma, alguna noticia o suceso de actualidad, una marca de juguetes, una pesadilla primigenia o un bagaje cultural bastante específico.

En sentido estricto es perfectamente posible ver una película sin conocer el lenguaje, sin entender jota sobre las relaciones entre los personajes y sin referente cultural alguno, casi como si en un experimento sociológico sometiéramos al hombre salvaje a una función y estudiáramos sus reacciones. Pero en ese caso hipotético, el sujeto del experimento ni siquiera sería capaz de comunicar su experiencia frente a la pantalla.

En la universidad hay ciertos cursos que son requerimiento para otros; por ejemplo, tomar Administración básica y Estadística antes de Economía. Así como al comprar un paquete de software es necesario considerar el apartado que indica requisitos del sistema.

Bueno, después de ver X-Men. Días de un futuro pasado, me queda claro que el cine va para allá, si es que aún no ha llegado a ese punto. La película es la quinta entrega de una saga de superhéroes o antihéroes mutantes, con otro puñado de películas relacionadas y más de 30 años de cómics en varios títulos y novelas gráficas como antecedente. Fue dirigida por Bryan Singer, responsable de las dos primeras; y la escribe entre otros, Matthew Vaughn, creador de la cuarta.

No soy el mejor ejemplo para analizar la percepción de esta película desde la óptica de quien se acerca por primera vez a la serie. Me gustaron mucho las dos primeras, odié la tercera a cargo de Brett Ratner, y sentí que Vaughn había reencontrado el espíritu del cómic (y el buen cine) en la cuarta. Leí muchos cómics de los mutantes creados por Stan Lee en la adolescencia y aunque dejé de seguirlos hace décadas, en el espectro estoy más cerca del fan que del neófito.

¿Es ese un factor necesario para apreciarla? No necesariamente, si hacemos caso al rating de Rotten Tomatoes: 92% entre críticos y 95% por parte del público (Rotten Tomatoes no valida calidad, es una cuantificación estadística de la recepción positiva de una película).

El modelo de negocio dirigido exclusivamente a fans no funcionaría en la lógica veraniega de los grandes estudios. Ni la crítica especializada de habla inglesa, ni la mayoría de los miles de asistentes a las salas son necesariamente devotos de esta parte del universo Marvel. Lo más probable es que se encuentren en algún punto entre el improbable hombre salvaje y el fan de hueso colorado.

No obstante lo anterior, resulta evidente que un buen número de personajes, subtramas, guiños, flashbacks y referencias de la película sólo son coherentes y efectivas si se cuenta con ciertos antecedentes.

Habrá quien sostenga que es necesario conocer a los clásicos, sean del cine, literatura o cualquier otra disciplina para ser capaces de realmente analizar, disfrutar o apreciar las nuevas creaciones artísticas, y determinar si algo es innovador, clásico o derivativo; incluso para realizar una lectura de segundo nivel (simbólica, alegórica o la que sea). Pero no me refiero a ese tipo de bagaje especializado.

Del público nuevo a la serie, qué porcentaje saldrá de la sala frustrado o con dolor de cabeza como algunos críticos mexicanos, culpando en el fondo a la cinta de ser confusa, llena de personajes y con una trama inaccesible para el espectador neófito, escéptico o desinteresado.

Si persiste esta idea de construir sagas cinematográficas, trilogías, tetralogías y series ensambladas. ¿Necesitarán las películas un adelanto del tipo: previamente en esta saga? Una secuencia editada de dos minutos con escenas previas para auxiliar la memoria del asiduo o dar una probada al novato. Ni siquiera Peter Jackson ha recurrido a esta herramienta básicamente televisiva. Quizá, en parte, porque la naturaleza episódica de la televisión obliga a retomar viejos arcos dramáticos, a rescatar algún actor invitado años atrás para recordarnos un momento de fragilidad del protagonista.

El cine por otra parte, juega con memoria más corta, apuesta a lo inmediato, está lleno de ejecutivos y creadores que quieren descubrir el hilo negro, o mejor aún, declarar que ellos lo inventaron. Retomar desde el inicio, un fresh start para una nueva época a sagas que funcionan más como franquicias. Y si es posible que algo no se entienda, siempre pueden añadirse diálogos expositivos o repeticiones constantes del meollo del conflicto, y con eso basta.

Las sagas que generan seguimiento de culto (pensemos en Star Trek, Star Wars, El señor de los anillos, X-Men, Terminator, Indiana Jones y un puñado más) pueden continuar por años.

Sólo de X-Men a la entrega más reciente pasaron 14, Indiana Jones duró 24, y las dos estelares siguen corriendo en el tiempo como episodios de Doctor Who.

Quizá algún día veremos en los carteles cinematográficos, obligados por algún burócrata en defensa del consumidor cinéfilo, una leyenda que dirá algo así como: Advertencia: si no vio previamente: X-Men, X2, X-Men La batalla final, Wolverine, X-Men Orígenes: Wolverine, X-Men primera generación. Leyó la novela gráfica de Uncanny X-Men, X-Factor del 432-445, Young Mutants 9-11, La saga de Dark Phoenix, etcétera, y carece de conocimientos básicos de viajes y paradojas temporales, es posible que no entienda un carajo de lo que pasa en esta película.

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