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Arte e Ideas

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Feria Internacional del Libro de Sharjah, invirtiendo en la ciudadanía del futuro

Niñas, niños y jóvenes abarrotan los pasillos del recinto ferial como muestra del atractivo que resulta asistir al encuentro editorial más importante en lengua árabe; una aventura del conocimiento. 

Feria Internacional del Libro de SharjahFrancisco de Anda

La Feria Internacional del Libro de Sharjah parecía el domingo un supermercado de la cultura y este lunes, una convención de colegios. A diferencia de antier, cuando niños y adolescentes llegaron acompañados de sus padres al recinto ferial y salieron con los carritos de compras repletos de libros, ayer paseaban a sus anchas con sus profesores y condiscípulos. 

En un país donde la mayoría de los hombres visten de blanco -con sus kandoras y ghutras impolutas- y las mujeres, de negro, ataviadas con abayas y cubierta la cabeza con el clásico hiyab, el código de vestimenta islámico también se extiende a la niñez y a la adolescencia; aunque muchos niños y niñas de los colegios asisten con ropa occidental.

Feria Internacional del Libro de Sharjah.Francisco de Anda

Llama mucho la atención que esta exposición editorial, la más importante en la región árabe y una de las primeras cinco del mundo, dedica la tercera parte de sus instalaciones y contenidos al público menor de edad. Parece el Sharjah Children’s Reading Festival (Feria del Libro Infantil), pero no, esa se celebra en mayo de cada año.

Pero resulta comprensible, pues Sharjah es el emirato que más invierte en educación y cuyo gobernante, el jeque Sultan bin Mohammed Al-Qasimi, es un ferviente impulsor del conocimiento y la cultura, y está convencido de que “los libros son la clave para el éxito, el avance y el desarrollo de las naciones”.

Sultán Al Qasimi.Cortesía

Pese a que el reflector turístico apunta hacia Dubái, Sharjah es la ciudad y emirato de la cultura. El que más ha invertido en infraestructura cultural en los últimos años. Fue Capital Mundial del Libro de la UNESCO en 2019, y para celebrar este acontecimiento inauguró la House of Wisdom, conocida como la Casa de la Sabiduría (en reminiscencia a la Gran Biblioteca de Bagdad) que es como la biblioteca del futuro, con 12,000 metros cuadrados, que redefine el concepto y se convierte en un espacio de conversación social, encuentro intergeneracional, con salones de exposiciones y de entretenimiento, además de sus más de 100,000 libros que conforman su acervo bibliográfico.

Casa de la Sabiduría Sharjah.Cortesía / Antonia Cortés

La 43ª Feria del Libro de Sharjah (SIBF, por su sigla en inglés), organizada por la Autoridad del Libro del emirato (SBA), cuya segunda semana transcurre en estos días, dedica de manera prioritaria la tercera parte de sus contenidos a las y los ciudadanos del futuro: la infancia; de hecho, el programa de mano abre todos los días con las actividades pensadas y desarrolladas para ellos. El centro de exposiciones donde tiene lugar el encuentro editorial dispone de cuatro áreas (workshops) específicas para el desarrollo de actividades por grupos de edad, desde los 6 a los 16 años, como charlas, talleres, películas y espacio muy especial que se titula “La aventura del conocimiento”.

Los más jóvenes tuvieron la oportunidad de convivir con robots durante la Feria Internacional del Libro de Sharjah.Francisco de Anda

Durante estas jornadas, además de un taller tradicional de pintura en cerámica, que ofreció Marruecos, país Invitado de Honor; o la confección de una guitarra eléctrica o el taller de esculturas, los niños y adolescentes han estado en contacto con talleres de escritura o de aprendizaje de nuevas tecnologías, dialogando con un robot, o disfrutando, como todo el público, de los performances que ha traído la nación invitada, como las danzas bereberes ejecutadas por el grupo Tizwit Modiale, que alegran los pasillos; un hada flamenca que recorre los pasillos en una urna de cristal o un par de guacamayas que baila por toda la feria.

Baile de Guacamayas.Francisco de Anda

Un padre de familia está maravillado con la oferta del área infantil de este año y comenta que en el sistema educativo de Sharjah los escolares reciben, además de las ciencias básicas, programas de iniciación a la música, a la caligrafía, a la pintura, entre otras artes, y que eso los vuelve muy exigentes a la hora de asistir a un taller fuera del horario escolar.

La observación es pertinente cuando en México se vislumbra un cambio de paradigma en la educación artística formal, para lo cual el gobierno federal ha anunciado un programa nacional desde la educación básica, por lo que no sería ocioso asomarse a lo que está haciendo Sharjah en la materia.

Editor de Arte, Ideas y Gente en El Economista. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Filosofía Social, por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Especialista en temas de arqueología, antropología, patrimonio cultural, religiones y responsabilidad social. Colaboró anteriormente en Público-Milenio, Radio Universidad de Guadalajara y Radio Metrópoli, en Guadalajara.

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