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Capital Humano

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¿A qué edad termina la vida laboral?

Los retos que todos enfrentamos al buscar un nuevo empleo parece que se multiplican al sumarle el ingrediente de la edad. Gran parte de esta situación se debe a una serie de estereotipos negativos que imperan entre los reclutadores de talento.

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Recientemente me di a la tarea de ayudar a una persona muy cercana en algo que –luego descubriría– resultó ser una gran hazaña: encontrar empleo. Pero si muchos profesionales en nuestro país están diariamente en busca de una oportunidad laboral, ¿dónde está lo complicado? Mi conocido tiene 50 años.

Al principio pensé que sería algo muy sencillo. Con mi experiencia en Recursos Humanos y muchos años haciendo headhunting; con sus habilidades, sus competencias altamente desarrolladas y una larga y comprobable experiencia como ejecutivo experto, ¿qué tan difícil podría ser?

No fue empresa sencilla. Los retos que todos enfrentamos al buscar un nuevo empleo parece que se multiplican cuando le sumas el ingrediente de la edad. En el camino descubrí algunas cosas que comparto aquí con la intención de que resulte útil.

A medida que la población envejece y la expectativa de vida aumenta, así como las leyes para el retiro se van modificando, más y más ejecutivos con experiencia buscan oportunidades de empleo.

No es desconocido que una persona en sus 50 tiene amplia capacidad y acumulada experiencia, lo que lo convertiría en un perfil atractivo para cualquier empresa, sobre todo si se ha mantenido activo en el ámbito laboral y goza de buena salud. Sin embargo, los candidatos que superan esta edad enfrentan desafíos que los candidatos más jóvenes no experimentan.

En este camino, descubrí estereotipos negativos sobre los trabajadores mayores. La falta de habilidades tecnológicas y la percepción de que estos candidatos son menos adaptables son sólo algunos de los obstáculos que las personas mayores pueden encontrar al buscar trabajo.

Por ejemplo, algunos empleadores pueden creer que los candidatos con este perfil etario son menos productivos, o que no funcionarán en equipos multidisciplinarios o que no estarán dispuestos a aprender cosas nuevas relacionadas con las nuevas tecnologías.

Otro desafío es la falta de habilidades relevantes para las posiciones a las que aspiran. Algunos candidatos tienen competencias y experiencia en áreas que ya no se demandan actualmente, mientras que los avances tecnológicos pueden requerir nuevas habilidades que los trabajadores mayores tal vez no hayan tenido la oportunidad de aprender.

Las expectativas salariales también pueden ser un desafío. Algunos empleadores pueden suponer que los trabajadores con más trayectoria laboral esperan salarios más altos en función de su experiencia. Como resultado, pueden dudar en incluirlos en sus procesos de selección o pueden ofrecer salarios más bajos que los trabajadores más jóvenes con calificaciones similares. O Incluso, descartarlos de los procesos porque asumen que no “les alcanzará” el presupuesto para hacerles una buena oferta.

Creo que el desafío más importante es el que enfrentamos como sociedad es que la población está envejeciendo y cada vez habrá más candidatos mayores de 40 o 50 años en el mercado laboral con excelentes condiciones profesionales y con buena salud. Por ello, como sociedad debemos de pensar en cómo abordar esos desafíos y la tarea creo que hay que hacerla de ambos lados".

Si eres un candidato, es muy relevante que te mantengas actualizado en tema tecnológicos, que estés activo –una buena alternativa son los proyectos temporales– y que te capacites continuamente durante toda tu vida profesional. Aunque la especialización es buena, procura mantener un perfil más generalista adquiriendo habilidades que sean transferibles a diferentes ámbitos de la organización y mantente abierto a la posibilidad de cambiar de rol e incluso de sector.

Por otro lado, los empleadores pueden brindar oportunidades de capacitación a los trabajadores mayores para ayudarlos a adquirir las habilidades necesarias o bien desarrollar las capacidades nuevas acorde a las tendencias de la industria o el mercado. Y también pueden crear un entorno de trabajo más inclusivo que valore las habilidades y la experiencia de todos los trabajadores, independientemente de su edad.

En conclusión. Si estás emprendiendo la búsqueda de empleo y ya llegaste a la quinta década de edad, mi recomendación es que te enfoques en tus fortalezas y estés abierto a explorar nuevas oportunidades, pues es posible que te sorprendas con proyectos novedosos disponibles para ti en el mercado. Mantenerte actualizado es clave y, sobre todo, mantener la confianza en ti. Asegúrate de resaltar tus logros y experiencia en todo momento. No permitas que ningún sesgo o concepto erróneo sobre tu edad te detenga.

Nota final. Para aquellos que se preguntan si mi candidato consiguió empleo, la respuesta es sí. Nada que ver con su experiencia, 100% home office, con menos paga de la que tenía antes, pero con la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades. ¿Quién dijo que la vida laboral acaba a los 50?

*Las opiniones aquí planteadas representan la visión de la autora y no implican un posicionamiento de Prosa.

Directora de Gestión de Talento en Prosa. Experta en transformación organizacional, cultural y de gestión del cambio con 20 años de experiencia en Recursos Humanos. Le apasiona el desarrollo profesional de las personas; promueve su bienestar y felicidad en el lugar de trabajo.

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