Contrato Digno: Iniciativa que busca la mejora de derechos laborales en México

“Queremos dignificar las relaciones laborales”, dice Aideé Zamorano, activista y creadora de la cuenta Mamá Godín. Capacitar y empoderar a las personas trabajadoras, agrega Alma Paz, también activista, quien desde el perfil La de RH brinda información y visibilidad a diferentes causas laborales.

Y todo ello lo quieren hacer desde Contrato Digno, una asociación civil creada para promover los derechos laborales en todos los sectores, explica Alma Paz.

El colectivo lo conforman también Rodrigo Díaz, creador de TerrorRestaurantesMX, y Rodrigo Cordera, autor de la Ley Silla, una reforma que propone lo más básico, pero de lo que han carecido millones de personas trabajadoras: una silla donde apoyarse mientras trabajan a veces más de ocho horas al día de pie.

A finales de marzo, estas cuatro personas activistas que se conocieron en las redes sociales lanzaron Contrato Digno para abonar a la defensa de los derechos laborales.

“Sé que abarcamos muchísimo, pero queremos hacer esto más abierto, con trabajadoras del hogar, con la banda de las disidencias sexuales, pero también con adultos mayores o con personas de más de 40 años a quienes ya no contratan. Con quienes lo necesiten”, señala Alma Paz.

Nace de la “necesidad de cruzar diferentes luchas en diferentes contextos, reconociéndonos como iguales porque no porque trabajes en una planta productiva como operadora u operador tienes más o menos derechos que alguien que está en las oficinas. Nos atraviesan las mismas desigualdades de la clase trabajadora”, explica Aideé Zamorano.

“Nuestro principal objetivo es que las personas conozcan que tienen derechos laborales, pero, sobre todo, derechos humanos. Que sepan que éstos deben ser protegidos”, agrega la activista.

Violencia laboral normalizada

Contrato Digno está conformado por una especialista en Recursos Humanos y reclutamiento, una comunicadora y creadora del único ranking para medir las condiciones laborales de mujeres con hijos o hijas, un politólogo y un cocinero que ha luchado contra la violencia laboral profundamente normalizada en el sector restaurantero.

“No somos abogados”, aclara Alma Paz. Por eso, al comienzo de este proyecto su contribución se centrará en la capacitación y en proporcionar información para desmontar el sentido común instaurando, el cual dice que se deben tolerar abusos, permanecer en silencio y agradecer por tener un trabajo con salario.

Informar y concientizar a la población trabajadora sobre sus derechos y la importancia de defenderlos les tomará gran parte de sus esfuerzos, porque “hemos normalizado, por ejemplo, que nos contraten con sueldos precarios o prácticas violentas al interior de las organizaciones”, apunta Aideé Zamorano.

Alma Paz, quien se acerca a los 200,000 seguidores en X, conoce muy bien de lo que habla Aideé Zamorano. Todos los días recibe denuncias y consultas laborales de todo tipo, pero la más común es sobre despidos injustificados.

“Me dicen: ´me están despidiendo por tal motivo’, la cual no es causa de despido sin responsabilidad para el patrón. O: ‘quieren que yo renuncie’” para evitar pagarles lo que marca la ley.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el despido injustificado es la principal causa de demandas en el ámbito laboral. En 2022, el 86% de los casos que llegaron a instancias de justicia del trabajo fue por ese motivo.

Por eso, si no son especialistas en Derecho, sí están buscando alianzas con abogados y abogadas laborales. “Queremos que nos ayuden a ofrecer apoyo legal gratuito a todas las personas que estén pasando por despidos u otra situación”, dice Alma Paz.  

Salud mental y pobreza laboral

Alma Paz sostiene que todas las iniciativas que lleven a cabo tendrán un enfoque de género. Esta medida es fundamental debido al creciente problema de la violencia en el entorno laboral.

En México, al menos 7.9 millones de mujeres han vivido violencia en el trabajo, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh). Eso representa un aumento de casi 44% de 2016 a 2021.

A nivel país, “siete de cada 10 hemos padecido al menos un episodio de violencia a lo largo de nuestra vida, y el 27% de la muestra de la Endireh declara haber vivido un episodio de violencia en el contexto laboral”, cita Aideé Zamorano.

Ella es sobreviviente de violencia laboral y violencia de género en el empleo. Durante años, padeció diferentes tipos de agresiones en su último empleo. La situación llegó a tal punto que Aideé Zamorano llegó a tener ideaciones suicidas.

“Como consultoría laboral no podemos no tocar el tema de la salud mental enfocada en el trabajo”, reflexiona Alma Paz. “Por eso también estamos buscando las alianzas con especialistas en psiquiatría y psicología para ayudar a las personas que han sido afectadas por entornos laborales violentos”.

Es crucial combatir la violencia en los lugares de trabajo y las violaciones a los derechos humanos, ya que afectan a las personas emocional, mental y económicamente, coinciden ambas activistas. Pero estas problemáticas además contribuyen al estancamiento económico de los países.

“Cuando una persona pierde su ingreso, se convierte en un individuo con pobreza laboral. Y en México, cuando dejas de percibir recursos económicos por el empleo no hay un piso base que te garantice acceso a la alimentación, la vivienda y salud”, dice Aideé Zamorano.

“También queremos visibilizar las desigualdades que se construyen desde el trabajo formal, porque los incentivos fiscales van hacia los dueños o las dueñas de los medios de producción y se deja en abandono a las personas que conformamos la clase trabaja”, concluye.