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Capital Humano

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Día del Niño y de la Niña: ¿Qué pueden (y deben) hacer las empresas por el cuidado?

Las empresas tienen la obligación y responsabilidad de apoyar el cuidado de los hijos e hijas de su personal, sostiene Unicef. Pero en México, la falta de políticas empresariales para apoyar la crianza ha propiciado que el 25% de las mamás que no pueden buscar trabajo vivan en pobreza y con ellas, sus hijos e hijas.

El cuidado de la infancia se ha encargado exclusivamente a las familias, nadie más que ellas tienen que ocuparse de sus hijos e hijas, es su responsabilidad, ese es el entendido común. Y por supuesto, dentro de las familias, las mujeres. ¿Tienen las empresas alguna obligación en esto?

“Cada vez más investigaciones demuestran la importancia de las políticas de conciliación y de cuidado al interior de las empresas”. Con ello “no sólo promueven espacios de trabajo más valorados por su diversidad, sino que además contribuyen al derecho de niñas y niños a un adecuado cuidado”, señala el reporte El derecho al cuidado en las políticas de las empresas de la Unicef.

Estimaciones del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) señalan que la creación de un sistema de cuidados aumentaría 4% el empleo de las mujeres en México. Y hay que señalar que en dichos sistemas, que ya se han implementado en otros países, participa el Estado, las familias y las empresas.

A nivel global, “una mayor inversión en los cuidados podría crear casi 300 millones de empleos” a nivel global, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En México este impulso sería de aproximadamente 6.5 millones de puestos, según el reporte Los cuidados en el trabajo: Invertir en licencias y servicios de cuidados para una mayor igualdad en el mundo del trabajo.

La reforma para crear el sistema nacional de cuidados se encuentra pendiente en el Senado y, entre otros puntos, establece el derecho a cuidar y recibir cuidado. Esto será un gran avance para toda la población, sobre todo para la infancia, las mujeres y las personas mayores.

En México, más de 21.1 millones de personas no tienen empleo y no están buscando uno porque el trabajo del hogar y de cuidados no remunerado que realizan les ocupa todo su tiempo, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). De ellas, más 19.8 millones son mujeres, es decir, el 93% del total.

La ENOE también informa que de ese grupo de casi 20 millones de mujeres que en este momento no pueden o no desean buscar un trabajo, el 37% tiene de uno a dos hijos o hijas. El 38% tiene entre tres y cinco y el 12% tiene más de seis hijos e hijas a su cargo.

El 25% de esas mujeres vive en pobreza, lo que representa a más de 4.9 millones de mamás. La mitad, más de 10 millones, se ubica en un nivel socioeconómico medio bajo y desde este nivel se reduce la población: 3.4 millones viven en condiciones medias altas (17%) y 1.3 millones están en un nivel alto (7%).

“Las personas en situación de pobreza tienen menos recursos, no sólo económicos, sino de tiempo, emocionales y cognitivos para la crianza”, apunta María Caridad Araujo, jefa de la División de Género y Diversidad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su artículo ¿Cómo influye la pobreza en la crianza?

Cuestión económica, pero también de derechos

“Cuando se trata de la participación femenina en el lugar de trabajo, el 'éxito' se define dentro de los parámetros de un sistema construido para y por hombres”, señala el Foro Económico Mundial en el reporte Para que las mujeres avancen en el trabajo, necesitamos romper moldes.

En ese sistema, a un hombre no le cuestionan cómo hará para seguir trabajando cuando nazca su hijo o hija. Al contrario, lo felicitan por convertirse en papá. Sin embargo, difícilmente le otorgarán una licencia de cuidado, pues todavía en el entendido de muchas empresas esa función no les corresponde.

“Las mujeres constituyen la mayoría de los principales cuidadores y, como tales, se ven afectadas de manera desproporcionada por períodos prolongados fuera del lugar de trabajo por compromisos familiares”, indica el WEF.

Crear políticas de cuidado de la infancia o que ayuden al cuidado genera grandes beneficios para las empresas. “Retornos económicos a mediano y largo plazo” que además “contribuyen a disminuir la reproducción intergeneracional de la pobreza, lo que las convierte en una decisión económica eficaz y eficiente”, señala Unicef.

También es una obligación en tanto que son los derechos de la infancia y de las mamás y papás. Por otro lado, también tiene que ver con la formación de capital humano.

Es un mito, dice Unicef en su reporte, que las políticas de cuidado tienen un elevado costo y atentan contra la productividad. El Banco Mundial (BM), dice, ha documentado que “a las empresas les cuesta más reclutar y entrenar trabajadores de reemplazo que otorgarles mejor apoyo a las trabajadoras y trabajadores que son madres/padres, como por ejemplo licencias de maternidad/paternidad”.

Dicho estudio del BM “presenta evidencia de empresas de tamaño medio en Alemania, que muestra que las medidas amigables con la familia pueden resultar en un retorno en la inversión del 25%”.

Políticas empresariales para el cuidado

Una de las primeras políticas empresariales de cuidado de la infancia que recomienda Unicef son las licencias de maternidad y paternidad.  En México, la Ley Federal de Trabajo (LFT) otorga 12 semanas para las mamás, aunque la OIT recomienda al menos 14. Para los papás, el periodo es de apenas cinco días.

Lactarios. Los artículos 4 y 123 de la Constitución garantizan el derecho a la lactancia y el 170 de LFT permite que las mamás o personas gestante tomen dos momentos en su jornada laboral de media hora cada uno para alimentar a sus hijos o hijas “en lugar adecuado e higiénico que designe la empresa”. Pero esos espacios pocas veces existen.

Centros de cuidado infantil. Es más frecuente que los organismos públicos implementen estos espacios, entre otras razones porque suelen ser una demanda de los sindicatos, dice Unicef. Si las empresas no cuentan con las condiciones para edificar un centro de este tipo, una buena práctica es ofrecer una compensación económica para que las niñas y niños de hasta 5 años reciban cuidado en un establecimiento dedicado a ello.

Teletrabajo. El home office “mejora la calidad de vida de los colaboradores y su satisfacción con la empresa. Así como la conciliación entre lo profesional y lo personal, ya que le brinda al empleado la posibilidad de disponer del tiempo para trabajar y para compartir con su familia”.

A decir de la Unicef, “es necesario impulsar el cumplimiento de las empresas respecto de su obligación y responsabilidad compartida de apoyar el cuidado de los hijos e hijas de su personal”.

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