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El desafío de gestionar el duelo en el entorno laboral: Consejos y propuestas
La pérdida de un ser querido es un acontecimiento que afecta a las personas en su desempeño laboral y en ocasiones hasta en la misma capacidad de cumplir con sus responsabilidades rutinarias; las empresas pueden ayudar en este tema.
“Lo que nos hace humanos son las emociones”, subraya Jorge Gutiérrez Siles, consultor senior de Kaysa Soluciones. Si partimos de la premisa de que un trabajador o una trabajadora es un ser humano, entonces el fallecimiento de un ser querido es una situación que afecta a las personas en su entorno laboral.
¿Por qué es importante la gestión del duelo en las organizaciones? De acuerdo con el Servicio de Asesoría, Conciliación y Arbitraje del Reino Unido (Acas, por sus siglas en inglés), un trabajador no experimenta los efectos más adversos del deceso de un familiar en los días inmediatos al fallecimiento. El proceso de reconciliación que experimenta cada persona puede afectar negativamente el desempeño laboral e incluso la capacidad para trabajar en el mediano plazo.
“Un duelo mal procesado puede desencadenar en depresión, melancolía y estrés postraumático, y si continua la persona trabajando en estas circunstancias, incrementa el riesgo de burnout y hasta de sufrir un accidente de trabajo. Sí es un proceso que tiene que ser atendido por la organización y las organizaciones deben poner especial atención a eso”, explica Jorge Gutiérrez.
Según investigadores de la St. George's University of London, después del deceso de un familiar, el riesgo de sufrir un evento cardiovascular agudo puede estar presente hasta un mes después de la pérdida. Además de esto, otros estudios han identificado una correlación entre la muerte de un ser querido y el incremento en la sensación de dolor, trastorno del sueño o hasta pérdida de peso.
“Lo que las empresas hacen en gestión del duelo no solamente es dar el acceso a la asesoría profesional, la gestión del duelo va más allá de eso y es importante entender que es algo más amplio”, afirma Alberto Mondelli, director senior de Willis Towers Watson en América Latina.
Las organizaciones que cuentan con programas de gestión del duelo realizan entrenamientos de los líderes y colaboradores para saber cómo tratar y ayudar a las personas con una pérdida. También cuentan con permisos para ausentarse del trabajo, seguro para gastos funerarios y apoyo en trámites del seguro de vida.
En la encuesta Diagnóstico de Bienestar, Willis Towers Watson identificó que el 42% de las empresas de Latinoamérica adoptó medidas para ayudar a los empleados en la gestión del duelo en el 2021, pero de estas, sólo 10% dará continuidad en los próximos dos años. “Eso te indica que realmente no va ser un beneficio que subsistirá como beneficio específico”, puntualiza Alberto Mondelli. Es decir, fue una estrategia puntual adoptada por los decesos de la pandemia.
Tan sólo en México, cifras oficias de la Secretaría de Salud refieren que hasta octubre de este año han muerto 288,365 personas a causa de la Covid-19. La emergencia sanitaria es la responsable de que nuestro país reportara una tasa de mortalidad sin precedentes, con un alza de 43% en las defunciones durante 2020.
Aunque es reducida la proporción de empresas que conservarán la gestión del duelo como beneficio específico, Alberto Mondelli opina se conservará el acompañamiento de los empleados en el fallecimiento de un ser querido a través de programas de salud mental.
En ese tenor, Jorge Gutiérrez Siles destaca que el apoyo social que otorgue el entorno laboral es un elemento fundamental para gestionar el duelo y para ello, el papel de los patrones en la construcción de las redes de apoyo es un elemento que se debe tomar en cuenta.
“El apoyo social se puede brindar a través de diversas acciones, como la empatía, el diálogo, la escucha, la cercanía, la comprensión, la actividad física y espacios para expresarse emocionalmente. Tratar a las personas como seres humanos”, puntualiza el consultor.
Por su parte, Alberto Mondelli considera que la gestión del duelo va más allá del apoyo psicológico y el desafío es otorgar un acompañamiento integral. “Una persona que está atravesando por una pérdida, dependiendo de las herramientas que tenga, puede tener la capacidad de regresar a su trabajo rápidamente o lentamente y eso tiene un impacto en la empresa y en los resultados”.
Una mirada legislativa al duelo
México es un país con una relación estrecha con el recuerdo de los seres queridos, un vínculo que está plasmado en el Día de Muertos. Paradójicamente, no existe un permiso en la Ley Federal del Trabajo (LFT) que garantice días libres con goce de sueldo por el fallecimiento de un familiar.
En el Congreso hay en total seis iniciativas pendientes de discutirse para establecer en la LFT la obligación patronal de otorgar permisos por duelo. El período mínimo propuesto es de tres días, pero algunos proyectos plantean hasta cinco días.
Las propuestas también varían en cuanto al parentesco que debe tener el trabajador con la persona fallecida para gozar de este derecho laboral. Mientras algunos legisladores plantean considerar las licencias por muerte de padres o hijos, otros plantean extenderlos hasta hermanos, abuelos, nietos, suegros y abuelos de la pareja.
Esta falta de regulación deja a México rezagado frente a otras economías de la región que sí cuentan con legislación específica para garantizar días de luto, como Brasil (dos días), Colombia (dos días) y Paraguay (tres días).
Sin embargo, los esfuerzos legislativos por garantizar permisos a los trabajadores en México por el fallecimiento de un familiar no son nuevos. En el 2016 la Cámara de Diputados aprobó un dictamen para incorporar las licencias por duelo en la Ley Federal del Trabajo por un período de tres días, pero el proyecto quedó congelado en el Senado.