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México logra una de las brechas de género más bajas del mundo en programación
La demanda de talento especializado y un cuestionamiento en los roles en tecnología han permitido que el país avance en la paridad de género en programación, pero las brechas aún están presentes en otros campos.
México se posiciona como la tercera economía con menor brecha de género en programación, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), sólo detrás de Grecia y Brasil. Esto refleja el avance alcanzado en el país, pero plantea interrogantes sobre si este progreso se refleja en el resto del escenario STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés).
Samantha Penilla, directora de operaciones de Laboratoria, señala que en los últimos cinco años la demanda de talento en el área de tecnología ha aumentado considerablemente. Y las mujeres han liderado los esfuerzos para cubrir la necesidad de perfiles especializados.
Por otra parte, Graciela Rojas, presidenta y fundadora de Movimiento STEM+, destaca que desde 2017 hay un cambio significativo con líderes mundiales como Angela Merkel y Michelle Obama, quienes han puesto la agenda de género en primer plano.
“Noté un cambio radical con el surgimiento de organizaciones y movimientos que impulsan la inclusión de mujeres en STEM. Esto no sólo es un esfuerzo local, sino global”, afirma Rojas.
A decir de las especialistas, las claves que han permitido a México avanzar en el cierre de la brecha de género en programación son:
- Oportunidades en el mercado laboral relacionadas con STEM
- Cuestionamientos sobre los roles sociales de las mujeres en áreas tecnológicas
- El boom tecnológico y el acceso al internet
Samantha Penilla considera que lo anterior ha sido un impulso importante. "En resumen, diría que el acceso a la tecnología y el cuestionamiento de los sesgos de género han sido clave para el aumento de mujeres en tecnología”.
Sin embargo, este avance aparentemente positivo para la industria tecnológica sigue enfrentando numerosas barreras. Por ejemplo, según el estudio Women in Tech de BeriesDev, las postulaciones de mujeres a trabajos en tecnología alcanzaron el 40% durante el período de 2020-2021, liderado por Latinoamérica. No obstante, la especialista menciona obstáculos significativos en los procesos de selección y en la percepción de capacidades.
A pesar del incremento en las postulaciones de mujeres para puestos laborales en tecnología, Penilla indica que en México en el campo de STEM, hay sólo tres mujeres por cada 10 perfiles.
En tanto, Rojas advierte que la brecha sigue presente en otras áreas STEM. Por ejemplo, en ciencias relacionadas con el cuidado, donde la participación de mujeres es del 30%, y en específico en áreas tecnológicas e ingenierías, con una representación de sólo 3 por ciento.
“Las áreas tecnológicas y de ingeniería todavía tienen una percepción más masculinizada. Sin embargo, hemos visto un cambio en áreas como ingeniería química e industrial, donde la participación de mujeres ha aumentado”, comparte la fundadora de Movimiento STEM+.
Aunque hay más mujeres en tecnología, Penilla señala que menos del 25% ocupa cargos técnicos y de liderazgo. Por ejemplo, en inteligencia artificial (IA), sólo el 22% de los profesionales son mujeres y únicamente el 14% escribe artículos sobre IA. “Existe una brecha no solo en representación, sino también en el tipo de roles y en la producción de conocimiento”.
“Al ser operadora en un bootcamp de mujeres, es común que nos pregunten cómo nos llevamos trabajando juntas, lo cual demuestra los sesgos que aún existen en la industria; hay una necesidad y una subrepresentación de mujeres en estas áreas. Hacer visible esta oportunidad ha sido importante para abrir camino”, expone.
Cambio en el discurso, clave para seguir con el avance
Para Graciela Rojas, el talento no tiene género, por lo que considera que cerrar la brecha de género ayuda a abordar la problemática de escasez de talento en tecnología, aunque todavía falta cubrir espacios especializados en el país.
“Para cubrir la demanda de talento en estas áreas, es fundamental que participen tanto hombres como mujeres. Los equipos diversos son más productivos e innovadores. El cierre de la brecha de género en programación ayuda a enfrentar la escasez de talento, ya que se necesita la participación de ambos géneros”.
En ese sentido, las especialistas coinciden en la percepción de que la paridad de género en programación tiene un impacto positivo, este se manifiesta en una mayor contratación de mujeres. Sin embargo, la brecha no sólo se limita a un tema de números, también se vincula con la diversidad de experiencia y perspectivas en las empresas.
“En cuanto a estrategias, más que una, diría que es importante cuestionar los sesgos. No sólo en términos de género, sino también de edad, maternidad, etc. Es crucial que la sociedad e industria se sumen a este esfuerzo”, opina Penilla.
Graciela Rojas menciona que las estrategias comienzan con el cambio de narrativas para hacer consciencia de que las áreas STEM también son para mujeres, así como con la orientación vocacional con perspectiva de género y la actualización del contexto laboral que enfrentan los estudiantes o el nuevo talento.
Además, la especialista destaca la importancia de asignar presupuestos con perspectiva de género y medir los resultados desagregados por género.
Para combatir la escasez de talento, las especialistas señalan que pese a la existencia de políticas públicas para la paridad de género, es necesario pasar a la acción. En ese tenor, consideran fundamental abrir espacios y recursos para que más mujeres exploren la tecnología, cambiar los estereotipos y la narrativa para acercar a las niñas a la tecnología desde temprana edad. Cuestionarse cuántas mujeres ocupan cargos importantes en las áreas STEM podría contribuir significativamente a la escasez de talento no sólo en México, sino en todo el mundo.