Lectura 5:00 min
“Nosotros te llamamos”: ¿Cómo gestionar el rechazo en la búsqueda de empleo?
Recibir respuestas negativas en las postulaciones a vacantes laborales puede ser algo natural, pero afecta en lo anímico y puede jugar en contra de las propias personas que están buscando una oportunidad de empleo.
El rechazo es parte natural de un proceso de búsqueda de empleo. Como expresa Ángel Macías Dircio, director general de Cahum, firma especializada en marca personal: “Es algo normal cuando estamos buscando y más cuando no sabemos bien cómo hacerlo y nos postulamos a cualquier vacante”. Pero el hecho de que sea algo normal no significa que no afecte a las personas y que no deba gestionarse para evitar que juegue en contra.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la población tanto ocupada como desocupada que está buscando empleo es de 3.8 millones de personas. Específicamente entre los desempleados, el 28% pasa entre un mes y tres meses sin un trabajo y el 16% entre tres y seis meses.
Nefris Ventura, cofundadora de la consultora Más Humanos, asegura que el rechazo frecuente en la búsqueda empleo genera una sensación similar a la de la pérdida de un puesto de trabajo. “Es común que llegue un punto en el que la persona piense que es mala e inconscientemente nos metemos esa idea”. En ese sentido, la falta de gestión de las respuestas negativas puede hacer más complejo el proceso de lo que ya es.
En ello coincide Ángel Macías, el especialista considera que enfrentarse constantemente al cierre de puertas puede generar “inseguridad, inconformidad, frustración y todas esas emociones negativas llegan a jugar en nuestra contra, porque ya no tenemos la seguridad para estar acudiendo a las entrevistas o la motivación para seguirnos postulando”.
Pero recibir un no (o varios) en una postulación no significa que todo esté perdido. Hay mucho que se puede hacer tanto por el lado del candidato como de los reclutadores para evitar que las respuestas negativas o la ausencia de respuestas compliquen más la búsqueda de una oportunidad laboral.
Del lado de los candidatos, Nefris Ventura considera que el primer paso para la gestión del rechazo es asumir que el proceso “es un ensayo”. Es decir, visualizar en que por cada oportunidad que no se dio, se puede aprender algo para mejorar en las siguientes postulaciones. “Si no, irás a la siguiente entrevista con la misma dolencia. Hay que aceptar que es un proceso en el que vamos a estar aprendiendo”.
Un punto importante, amplia la especialista, es buscar una red de apoyo con amigos y familia que permita sostener conversaciones en torno a las postulaciones. “En todos los procesos de entrevista vale la pena que te apoyes en un mentor o tu familia, porque a veces los últimos que se enteran que estás en búsqueda de empleo es tu familia y entonces a quién se lo cuentas. Esto más que ayudarte, te perjudica porque dejas de socializar y vas solo en el proceso”.
Para Ángel Macías el apoyo del círculo familiar y social cercano es fundamental para gestionar el rechazo frecuente porque permite despejar la mente. Pero también recomienda dedicar un poco de tiempo para realizar otras actividades que son difíciles de hacer cuando se está trabajando: ejercicio, meditación, salir al cine.
“Esa parte del rechazo es complicada, porque cuando sales a buscar empleo vas con la seguridad de que tu perfil vale o está peleado en el mercado, y de repente te das cuenta que pasan dos o tres meses y de plano no te llaman. La recomendación es seguirse preparando, buscar estrategias o incluso tomar un curso de empleabilidad”, indica el especialista.
¿Qué pueden hacer los reclutadores?
“La forma en cómo se los decimos es importante”, opina Nefris Ventura. El manejo del rechazo no es algo que sólo dependa de los candidatos, desde las áreas de reclutamiento también se puede mejorar para que la respuesta negativa no sea un balde de agua tan fría.
Desde la perspectiva de la especialista, un área de oportunidad es dar recomendaciones a las personas después de una entrevista de trabajo sobre las habilidades que puede fortalecer, en especial las blandas.
“Pero también dar retroalimentación de cómo lo viste, si lo notaste ansioso, por ejemplo. Y comentarle lo que puede mejorar para las próximas postulaciones. Pensar en lo que puede mejorar, de verdad que el rechazo se reduciría”, afirma.
Ángel Macías considera que el uso de inteligencia artificial para filtrar los CV’s y sus respuestas automáticas pueden resultar desmotivantes para los candidatos. “No te explicas cómo te rechazaron tan rápido”. En ese sentido, el especialista recomienda ser más empáticos con los mensajes y las respuestas que le dan a las personas que están en este proceso.
“Desde que llega una persona a una entrevista deben sentirse aceptados, bien recibidos y no percibir rechazo de parte de reclutador; la empatía es muy importante. El segundo punto es hacer una entrevista por competencias, que no te enfoques en cuánto tiempo lleva la persona sin empleo o lo que hizo en ese tiempo”, señala.
Un punto clave, agrega Macías Dircio, es comprender que muchas veces una persona lleva tiempo fuera del mercado laboral porque no se han presentado las oportunidades, pero no porque no quiera. En ello radica la importancia de construir una entrevista basada en competencias y con casos prácticos, que incluso ofrecen una mejor experiencia al candidato, independientemente si es seleccionado o no.
Ambos especialistas coinciden en la importancia de trabajar la gestión de rechazo desde la parte de los reclutadores porque el no que se da por respuesta puede ser uno más en una lista larga que llevan a cuesta las personas.