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Ancer y Ortiz: LIV Golf es plataforma a otros mercados

Cambiar de liga ha representado otra dinámica para los dos golfistas que representan a México en la competencia de capital árabe. Han podido llevar su marca a nuevos mercados y empatar sus proyectos fuera del deporte.

Abraham Ancer ha construido una carrera como empresario a la par del golf. Foto EE: Marisol Rojas.

Cinco continentes son alcanzados por LIV Golf en la tercera temporada de su existencia. Este 2024 aterriza su negocio en México, Arabia Saudita, Hong Kong, Singapur, Australia, España y Reino Unido. Algunos países representan una nueva experiencia para los golfistas mexicanos Abraham Ancer y Carlos Ortiz, miembros de este circuito y que, a lo largo de una década en el profesionalismo, han trabajado su marca en negocios y programas de responsabilidad social.

“Sí, estamos yendo a nuevos mercados. Yo nunca he estado en Hong Kong, me han contado muchas cosas del campo de golf y de la ciudad en sí. También vamos a estar en otros países. El año pasado conocimos grandes mercados que tienen hambre de torneos de golf de este calibre. Esto habla bien de LIV Golf, es una liga mundial. En Singapur casi ganamos el año pasado, estamos llegando a lugares a donde no llegábamos y eso me parece increíble”, dijo Abraham Ancer a El Economista previo a la competencia de este fin de semana en Mayakoba, siendo parte del equipo Fireballs.

Ancer ha construido una carrera como empresario a la par del golf. Lanzó su Tequila ‘Flecha Azul’, la marca de ropa ‘Ombré men’ y abrió el restaurante Monarca en Woodland, Houston.

“Siempre ayuda viajar a nuevos mercados en la semana enfocada al golf y conectando con gente nueva. Nunca sabes si salen oportunidades cuando vas a otros lugares. De repente, unos meses después, tengo allá a Flecha Azul. Sí, definitivamente ayuda ir a otros mercados”, amplió.

—En esta nueva etapa con LVI Golf ¿planeas emprender un nuevo negocio o expandir alguno que ya tienes?

“Ahora tengo el plato lleno, me mantengo bastante ocupado fuera del golf. Se trata de tener el balance correcto, de no descuidar tu carrera, pero cuidar lo que tengo y me apasiona mucho. Meterme a muchas cosas me quitaría tiempo o hacer algo nuevo. Me falta camino por recorrer y hacer mis proyectos más grandes. Por ahora, estoy muy cómodo con lo que tengo, no quiero descuidar cosas. Tengo el tequila, la marca de ropa Ombré, el restaurante Monarca en las afueras de Houston en Woodland y ahí, están saliendo cosas, inversiones, pero es más pasivo y no me quita tanto tiempo”.

El golf es una actividad de relajación y auto desafiante para deportistas de todo ámbito. Ancer compartió que se ha reunido para juego informal con Canelo Álvarez y Checo Pérez. Además, considera que este deporte le ha permitido conocer mejor a sus socios.

“Es lo bonito del golf, te das cuenta de cómo es la gente, tienes 4 o 5 horas con ellos, te das cuenta si mueven la bola, si se enojan, de muchas emociones que demuestra una persona que apenas vas conociendo. A veces estoy en San Antonio y toca que viaja alguien o tenemos junta y aprovechamos para jugar golf. Muchas de esas veces, es jugar con personas con las que tenemos que resolver algún problema”.

La presencia de Ancer y Carlos Ortiz en diferentes equipos en Mayakoba se tilda como rivalidad, pero para el golfista tapatío no es así. Esta liga le representa un vehículo para dar presencia al golf latinoamericano.

LIV Golf es sinónimo de descanso y tiempo para los proyectos sociales del mexicano del equipo Torque GC, conformado por Joaquín Niemann (capitán), Sebastián Muñoz y Mito Pereira.

“Como latinoamericanos en league golf, queremos enseñar los valores que representamos y que a base de trabajo se pueden lograr las cosas. Podemos dejar un granito de arena de lo que representa el golf como la honestidad, va más allá de competir y sobre todo, es el actuar como persona”, explica a El Economista.

En Mayakoba, Carlos presentó la Fundación Fútbol Más, que inició su programación en agosto de 2023 y fomentará actividades deportivas para niños y adolescentes en comunidades de Cancún y Benito Juárez.

“A final de cuentas uno tiene que intentar regresar lo que le da la vida, la base de una buena sociedad está en la educación. Si a los niños les podemos dar un granito de arena. La vida premia a la gente que trabaja no solo por hacer las cosas, sino hacerlas bien y queremos enseñar, es nuestro punto, queremos transmitir, en lo que estamos involucrados socialmente”, comentó a este medio.

En noviembre de 2020,  Carlos terminó una seguía de 42 años sin triunfos de un mexicano en el PGA Tour, al ganar el Houston Open. Fue una buena época, pero en el presente, se siente en buen nivel aunque no se refleje en una racha de títulos.

“Es parte de la vida la irregularidad. Creo que he sido bastante consistente (quizás ustedes no lo han visto) pero cada vez me siento mejor en mis resultados, he crecido mucho como persona, soy mejor versión de lo que era en el 2020, todo el cambio se irá reflejando. Eso de saber ‘quien es el rival’, ese soy yo mismo de ayer, de antier, de hace un año, me siento mejor persona, golfista, deportista de lo que fui hace un año o tres años”. 

—¿Qué quieres trabajar de tu golf en esta nueva etapa?

“Hice un cambio de swing fuerte que lo tengo consolidado y se ha reflejado en mi consistencia. El triunfo no se ha dado pero van 2 o 3 veces que toco la puerta en playoffs en segundos lugares. Mentalmente me siento más fuerte, consistente, no tengo altos y bajos, me siento más completo (a lo mejor ustedes no lo van a ver) muchos de los resultados no se van a reflejar al corto plazo, pero lo van a empezar a ver, no he llegado ni siquiera al máximo punto, me siento más sólido en esos aspectos de lo que era antes”. 

Carlos y Ancer han dado a México presencia en el golf de élite durante una década.

marisol.rojas@eleconomista.mx

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