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Burbujas sin Covid-19, el acierto del Abierto de Zapopan

El primer torneo internacional de tenis en México se llevó la confianza de la WTA 250 y creció el interés del aficionado digital.

El Abierto de Zapopan tuvo presencia en 111 países

El interés del público en el Abierto de Zapopan, que este año creció a categoría 250 de WTA, se reflejó en el lleno total de su capacidad permitida los seis días del evento, en el crecimiento de 250% de seguidores en sus redes sociales y la saturación de su página web. Sin embargo, Gustavo Santoscoy, director del torneo, mide el éxito con base en la seguridad que fueron capaces de crear en sus burbujas.

El principal resultado del balance del abierto, que finalizó con la coronación de la española Sara Sorribes en individual y de las australianas Ellen Pérez y Astra Sharma en dobles, son los cero positivos de Covid-19 entre jugadoras y staff.

“La WTA estuvo sumamente contenta. La infectóloga responsable del evento se fue muy contenta. En ningún momento rompimos cualquiera de las tres burbujas”, dijo Santoscoy.

La inversión en protocolos Covid-19 alcanzó los 2.5 millones de pesos y se organizaron tres burbujas para evitar contacto entre grupos: jugadoras, entrenadores y familiares extranjeros; staff y público. Tanto jugadoras como staff estuvieron en constante control a través de pruebas PCR, cuestionarios y aislados en los mismos hoteles o áreas comunes, además de evadir el contacto con el público y la prensa.

Para los aficionados se adoptaron medidas de distanciamiento social, uso de cubrebocas y gel antibacterial, además de evitar situaciones de conglomeración, pues los asistentes ingresaron por tres entradas distintas en diferentes horarios.

Además, el aforo se encontró a su máxima capacidad permitida (30%) a lo largo de la semana, albergando así a alrededor de 4,500 personas en total. El 98% de los boletos que se vendieron en 2020 fueron reembolsados, mientras que un 2% decidió permanecer con su entrada para la edición de 2021; al final, cada día de partido contó con un aforo cercano a los 830 aficionados.

Sólo el desarrollo del virus en la población en los próximos días podría dar indicios acerca de si algunos asistentes se contagiaron en el evento, pero Santoscoy considera que la organización cumplió con todos los requerimientos establecidos por la mesa de salud y atendieron a todos los protocolos internacionales.

El director señaló que los patrocinadores, que aportan el 90% de los ingresos del evento, se encontraban satisfechos del alcance que lograron, pues de acuerdo a los datos que les proporcionan las televisoras aliadas, el torneo tuvo presencia en 111 países para un posible alcance de 140 millones de televidentes.

“Tuvimos televisión y prensa nacional todos los días. La gente que vino pudo ver la marca de nuestros patrocinadores y el que logramos un evento de tal magnitud en una época de crisis, yo creo que los patrocinadores están contentos y retribuidos y seguramente seguirán con nosotros los siguientes años”.

Los seguidores en su cuenta de Instagram crecieron en un 250% en el último mes y fue necesario contratar un nuevo paquete de exposición para su plataforma web debido a la demanda de visitantes que tuvo.

¿Qué aprendizaje les deja en materia de organización enfrentar la particular situación sanitaria?

“Aprendimos mucho a que las cosas con conciencia, los proyectos bien llevados y mecanismos estandarizados funcionan. Prueba de ello es este evento. Tanto el hotel se metió en la burbuja, como todos lo hicimos de manera muy profesional. Ninguno de los 350 voluntarios que participaron, así como más de 70 jugadoras más familia, resultaron positivos (a Covid-19)”.

fernanda.vazquez@eleconomista.mx

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