Diablos Rojos, con regreso anhelado y ordenado

Los vendedores de las carpas ambulantes a las afueras del Estadio Alfredo Harp Helú vuelven a colocarse después de casi 600 días de inactividad. Levantan sus comercios con la esperanza de que la espera que atravesó la afición para volver a ver a los Diablos jugar en su deslumbrante estadio sea suficiente para reactivar las ventas.

Tras sus primeras dos jornadas, el Estadio AHH recibió en promedio a 4,600 personas por día, la cifra más alta de los parques de pelota que recibieron afición entre el jueves 20 y el sábado 22 de mayo. En total, poco más de 50,554 personas se dieron cita en los recintos de la LMB en los primeros tres días de actividad (del jueves al sábado).

Para al menos tres de los vendedores, la temporada de Diablos Rojos de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) les representa entre el 40 y 50% de sus ingresos del año, debido a su duración, que normalmente es de cinco meses, y a que la novena escarlata es uno de los equipos más populares en la Ciudad de México. De acuerdo a los registros, en la temporada 2019 el estadio recibió en promedio a 7,216 asistentes en cada uno de sus 54 partidos de local.

En un buen día, por ejemplo, en una serie contra Tigres de Quintana Roo, los comerciantes llegaban a vender entre 20 y 30 artículos; esta temporada la pieza más barata se encuentra en 100 pesos y la más cara en 350. Al cancelarse en 2020 la temporada de la LMB por la pandemia de coronavirus, algunos de estos comerciantes sortearon sus ingresos con ventas a través de internet y otros vendiendo fuera de sus casas o en los tianguis.

Hoy tienen muchos factores en contra: el estadio permite sólo al 25% del total de su capacidad, es decir, a poco más de 5,000 espectadores; la temporada se reducirá a sólo 33 partidos de local y no les permitieron presentar su mercancía como con anterioridad, sino que se redujo el tamaño de sus carpas.

¿Qué esperas de las ventas esta temporada?

“Qué después de un año y meses, que repunte por el bien de todos”, contesta uno de los comerciantes que desde hace 4 años vende productos del equipo en los días de partido; “Se ve que va a estar tranquilo, pero no hay opción y tenemos que estar aquí esperando lo mejor”, dice una vendedora que comercia productos de Diablos desde hace seis años.

La buena noticia es que los aficionados regresan animosos al parque en el día inaugural. En medio de una contingencia sanitaria, el control para ingresar se intensifica, seis paramédicos los esperan en la entrada al estadio para medirles la temperatura y colocarles gel antibacterial. A diferencia de los primeros partidos de futbol que se celebraron en la Ciudad de México con la presencia de espectadores, en el beisbol no estaba restringido el acceso para los niños, una pieza fundamental en el Rey de los Deportes.

Una vez dentro, una manta les indica seis lineamientos de sanidad: uso de gel antibacterial; estornudo de etiqueta; evitar tocar ojos, nariz y boca; lavado de manos; mantener una sana distancia de 1.5 metros y uso obligatorio de cubrebocas. La mayoría de los espectadores sólo recuerda las últimas dos, todos los entrevistados señalaron que dichas medidas fueron anunciadas en las redes sociales del equipo.

Para ayudarlos, las bancas entre grupos de personas están clausuradas, en el suelo están marcada la separación que debe haber entre personas al momento de hacer fila, se desinfectaban los artículos que regalaban los patrocinadores constantemente, en la tienda se mantenía un control del número de personas que ingresaba y también estaban marcados los flujos de dirección que debían seguir.

Otra de las medidas para evitar el contacto, fue la venta de boletos sólo de manera digital y el fomento del pago con tarjeta, aunque muchos de los aficionados están habituados a pagar con tarjeta, uno de ellos comentó que tuvo problemas debido a que el banco que utilizaba no era compatible.

¿Cómo encuentras los precios en comparación con el 2019?

“Aumentaron conforme a los precios que habían antes, a lo mejor el doble o un poco menos”, comentó un fan que antes de la pandemia asistía al estadio dos veces a la semana durante los partidos de local.

La prohibición de la venta de alcohol también fue uno de los cambios que los recibió esta temporada, aunque todos los entrevistados señalaron que hacía falta para generar ambiente, reconocieron que era una medida prudente para que se siguieran al pie de la letra las medidas señaladas.

Una vez iniciado el anhelado encuentro inaugural entre los Diablos Rojos del México y El Águila de Veracruz, los aficionados mantuvieron la distancia entre grupos de personas y siguieron las indicaciones de usar cubrebocas en todo momento, a excepción de cuando comían y bebían.

En lo deportivo el regreso al estadio Alfredo Harp Helú no fue tan gratificante, pues pese a que la “Pandilla Roja” se llevó la noche inaugural 8 a 4 ante su rival veracruzano, El Águila se llevó la serie con victorias 18 a 6 el sábado y 6 a 5 el domingo.

fernanda.vazquez@eleconomista.mx