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Diablos Rojos, en el top deportivo y económico

La novena capitalina lidera la clasificación general de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), lo cual compagina con su segundo año en números negros después de casi dos décadas sin ganancias.

Foto EE: Especial

Diablos Rojos del México está viviendo una temporada de ensueño: es el líder de la clasificación general de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) con más de 50 triunfos, fue el primero en asegurar su boleto a playoffs y ocupa el segundo lugar en el ranking de mayores asistencias promedio a los estadios.

El engranaje deportivo está funcionando totalmente, ya que gracias a las victorias —que han incluido marcadores abultados como el 25-3 contra Tigres de Quintana Roo en abril—, los aficionados se sienten felices de abarrotar el estadio Alfredo Harp Helú en cada serie y eso, a su vez, impacta en otro pilar para la institución: la salud financiera.

Es una ecuación de un círculo virtuoso: a mayor afición, mayores patrocinadores y más interés por parte de los medios. Eso ha sido relevante, también el manejo de herramientas de marketing digital a través de redes sociales en donde se da valor tanto al aficionado, al producto Diablos y a los mismos patrocinadores”, enfatiza Othon Díaz, presidente ejecutivo de Diablos Rojos, en entrevista con El Economista.

Los datos del directivo describen un panorama de estabilidad económica que no se veía en casi dos décadas, ya que en 2022 sus ingresos empezaron a ser más altos que sus gastos, algo que no les ocurría desde 1994. En 2023 la tendencia sigue igual y eso les ha permitido reforzar su nómina y, como consecuencia, liderar la clasificación de la LMB.

Diablos Rojos estima alcanzar 320 millones de pesos en ingresos al cierre de la temporada 2023, aunque su presidente ejecutivo aclara que podrían ser más dependiendo de hasta dónde llegue el equipo en playoffs. En 2022, la cifra fue de 217 millones, por lo que hubo un aumento interanual de casi el 50%.

“Desde 2022 hemos estado cubriendo las pérdidas de ejercicios anteriores, eso le da salud financiera a la organización y también las nóminas que teníamos eran muy diferentes, ahora ya hay salarios de jugadores mexicanos que superan el medio millón de pesos mensuales y extranjeros que superan los 30,000 dólares. Eso se refleja en la calidad deportiva del espectáculo que está dando el equipo”.

Tener mejores ingresos les permitió traer refuerzos importantes como la siguiente tercia de pítchers: el estadounidense Steven Moyers, el venezolano Ricardo Pinto y el mexicano Daniel Ponce de León. Junto con otras figuras como Japhet Amador, Moisés Gutiérrez, Jesús Fabela y Fabián Ornelas, el equipo se consolidó en la Zona Sur y después a nivel general.

Desde el 14 de julio, al obtener su victoria 47 de la temporada frente a los Olmecas de Tabasco en el ‘Diamante de fuego’ (como se le conoce al estadio Alfredo Harp), los pingos garantizaron su pase a lplayoffs y en menos de dos semanas superaron el medio centenar de triunfos en otra serie en casa ante los Mariachis de Guadalajara.

Los Diablos también lideran la LMB en cuanto a carreras (538), hits (822), carreras impulsadas (493) y son top 5 en otros rubros como jonrones (78) y ponches (604); a nivel individual, Julián Ornelas es el pelotero con más carreras en la temporada (67), de acuerdo con datos oficiales tras su primer partido de la serie contra Mariachis.

“Estamos haciendo una inversión mayor en la parte de nómina, pues creció prácticamente en los mismos niveles que los ingresos. El año pasado estábamos en alrededor de 170 millones de pesos en gastos y este año estamos por los 300 millones, entonces, también esto ha sido es un tema que se ha reforzado para crear un producto de mucha más calidad en todos los sentidos”.

De acuerdo con este balance, Diablos Rojos estará cerrando la temporada 2023 con un estimado de 20 millones de pesos de utilidades. La suma total de sus ingresos se divide en 110 millones por patrocinadores, 80 millones en boletaje, 80 millones más en consumo de cerveza en el estadio y el resto en venta de palcos y regalías.

“En 2016, don Alfredo Harp (propietario del equipo) nos dio aportaciones económicas, todavía en 2020 hubo otra para sostener a la institución con cero ingresos y 2021 también fue un año con su aporte porque muchos de los gastos son fijos y el tema de la limitación de asistencia afectó. Lo que ha pasado es que venimos de las aportaciones de don Alfredo a empezar a recuperar pérdidas de años anteriores para, incluso, estar en una posición de recuperar todo en este año”.

Los tacos de cochinita, las pantallas mostrando aficionados en primer plano y el tren de canciones populares son parte del encanto en las tribunas del estadio Alfredo Harp para adornar las victorias de la novena escarlata. Es por ello que el promedio de entradas también muestra incremento del 40% de 2022 a 2023.

“El promedio de asistencia es muy alentador y nos dice que vamos por el camino correcto. De acuerdo con reportes, Leones de Yucatán tiene 10,791 asistentes promedio por partido en esta temporada y nosotros 10,410, estamos en segundo lugar. El año pasado Leones tuvo 9,781 y nosotros 6,443, entonces, estamos teniendo un incremento del 40% y ellos alrededor del 10%. En 2022 estuvimos entre el cuarto y quinto lugar de la liga”, recalca Othon Díaz.

La taquilla representa aproximadamente el 30% de los ingresos anuales para el club, según el directivo. Otro 30% proviene de la venta de cervezas y el 37% de los patrocinadores, que pasaron de ser apenas dos en 2016 a 23 en la actualidad, incluyendo acuerdos con Caliente y Lenovo que se concretaron hace pocos meses.

“Por muchos años en el beisbol todo era regalado y ahora estamos en un proceso de concientización y de hacer valer el producto que ofrecemos. La gente cada vez paga más y un elemento que es importante considerar es que no es un tema de precio, estamos teniendo un aprendizaje en temas de reventa, cosa que antes ni se soñaba. Es otro de los fenómenos que hemos percibido y nos denotan que el crecimiento ha sido importante y que la gente está valorando lo que hacemos”.

La institución espera mantener esa mancuerna entre solidez financiera y deportiva durante los playoffs, a los que no faltan desde 2018. Por supuesto, la gran deuda sigue siendo el ansiado título 17, pues la última vez que el equipo fue campeón fue en 2014, hace casi una década.

“La postemporada en muchos momentos se convierte en casi el 30% de los ingresos totales de un club, entonces tiene un gran valor. A veces lo deportivo y el negocio no van muy de la mano porque lo ideal es ganar las series de playoffs en cuatro juegos y eso representa tener solamente dos en casa; otra problemática es el calendario, pues los equipos en los primeros lugares jugamos entre semana y ahí la asistencia puede bajar a 16,000, cuando en fin de semana tendríamos más de 19,000”.

Para el presidente ejecutivo, la mudanza al estadio Alfredo Harp a partir de 2019 es lo que ha catapultado los ingresos del club, aunque no se reflejaron en ese primer año porque estaban en una fase de “aprendizaje”. Tras el freno de la pandemia, hoy al fin están materializando la bonanza en conjunto con sus patrocinadores y herramientas tecnológicas.

“La comunicación para ir al estadio ya no es sólo de boca a boca, sino que hemos metido a través de intercambios con marcas la posibilidad de que mucha gente sepa de nosotros, también el manejo de las redes sociales ha sido extraordinario, no sólo del equipo interno, sino todo lo que los aficionados han hecho para ponernos como tendencia. Hoy se dice que el beisbol está de moda, pero más que eso yo quisiera decir que se ha puesto como una opción muy atractiva para pasar un rato agradable”, concluye Othon Díaz, mientras los peloteros mantienen la llama en el diamante de los Diablos Rojos.

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