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Gobiernos usan al futbol como propaganda: Caparrós
Para el universo del futbol, Martín Caparrós es abonado de Boca Juniors. Para el resto del mundo, un notable escritor argentino, ganador de los premios Planeta, Rey de España y quien el año pasado conquistó el Herralde con su obra Los Living.
Para el universo del futbol, Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) es abonado de Boca Juniors. Para el resto del mundo, un notable escritor argentino, ganador de los premios Planeta, Rey de España y quien el año pasado conquistó el Herralde con su obra Los Living.
Así es el futbol. Una realidad se vive con la pelota y otra sin ella. Es territorio que no distingue profesión, oficio, condición física... Martín lo sabe y admite que deja su posición reflexiva durante al menos 90 minutos cada vez que asiste a La Bombonera o mira por el plasma un partido.
En algunas de sus descripciones sobre el terreno balompédico, reflexiona que es una pasión ligada al fracaso casi siempre y no duda en referir que la bondad de la pelota permite a gorditos como Maradona jugar al futbol, el único sitio donde lo podría hacer, ya que en la mayoría de los deportes lo habrían descartado .
Autor de novelas como Valfierno y A quien corresponda y, recientemente, de la obra balompédica Ida y Vuelta con Juan Villoro, charló con El Economista desde su lado de salvajería feliz : el futbol.
El futbol ha pasado por diferentes etapas, el romanticismo entre los 60 y 80, crisis de espectáculo como en los 90 y el Mundial de Italia. Y hoy se vive una época de negocio ¿Cuándo considera que el futbol era mejor?
Es curioso cómo los tiempos van cambiando las percepciones. Yo estaba allí entre los 60 y 80 y nadie hablaba de romanticismo, sino de cómo se había arruinado el futbol por la irrupción del negocio, cómo se jugaba cada vez peor, más defensivos, más pendientes del resultado. Y la época romántica era-según para quién- los 30, los 40.
Sin duda, el show es mucho mejor ahora, cuando se juega por televisión en HD y pantalla gigante. Aunque eso supone una concentración muy injusta: los mejores jugadores del mundo ya no están repartidos en 10 países, sino en 10 equipos de dos o tres países.
Parece un chiste, pero, ahora, cuando un argentino quiere ver buen futbol ya no va a la cancha, prende la tele.
¿Hacia dónde va el futbol o hacia dónde nos lleva el futbol? ¿Qué papel juega ahora la pelota en una sociedad que habla de pobreza, crisis económica, tecnología ?
El futbol no va a ninguna parte ni nos lleva a ninguna parte. Es un gran negocio y es una forma de entretener a millones como no ha habido muchas a lo largo de la historia.
Hubo quienes pensaron que eso hacía que el pueblo se distrajera de sus verdaderos intereses políticos, pero desde que nadie tiene claro cuáles son sus verdaderos intereses políticos, ese discurso circula menos. Lo que sí circula es el interés de los gobiernos por ligarse al futbol y por usarlo como vehículo para su propaganda.
En Argentina, por ejemplo, las transmisiones de futbol por televisión son pagadas y emitidas por el Estado, que se reserva, a su vez, toda la publicidad de esos espacios: pura propaganda oficialista.
Ya se viene la Eurocopa, ¿con qué goleador de la Eurocopa se queda y por qué le seduce más? Van Persie, Fernando Torres, Wayne Rooney, Arjen Robben
Supongo que Rooney, por esa cara de noble bruto que todos sus millones no pueden deshacer. Y porque es un gran jugador que no lo parece.
En Google hay más de 7 millones de definiciones del concepto futbol , para Martín Caparrós ¿qué significa?
He dicho alguna vez que, para mí, el futbol es mi espacio de la salvajería feliz . Dos horas durante las cuales dejo de ser una persona razonable, interesada por cuestiones de cierto peso, y pongo todo mi entusiasmo, mi corazón y mi cabeza en algo que, lo sé, no tiene el menor interés, la menor importancia: 22 muchachos corriendo detrás de un cuero inflado. Disfruto mucho eso.
Recientemente ha publicado el libro Ida y Vuelta con Juan Villoro. ¿Por qué dedicarle tiempo al futbol?
El tiempo se lo dedico igual. Pero completar esos ratos pensando cómo escribir algo al respecto -y más, en este caso, cartas a un amigo escritor- es un placer suplementario. Eso es lo que es Ida y Vuelta, una correspondencia sobre futbol: una puesta en palabras del placer de mirar y pensar futbol.
ivan.perez@eleconomista.mx