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Guardiola y City, evolución paralela hacia el trono mundial
Manchester City consuma el punto más alto de su rápido ascenso como potencia del futbol durante la final del Mundial de Clubes 2023, con un Pep Guardiola que no deja de reinventarse.
Manchester City está a una victoria de alcanzar la cima del mundo. El equipo inglés ha ganado todo desde que empezó a recibir capital de Emiratos Árabes Unidos en 2008 (con Abu Dhabi United Group), pero si algo le faltaba era el Mundial de Clubes, que apunta a conseguir este 22 de diciembre.
Sería la cereza en el pastel para un año prolífico para el City, ya que en estos 12 meses ganó la Premier League, la FA Cup, la Champions League y la Supercopa de Europa; los únicos trofeos que no pudo levantar fueron la Carabao Cup y el Community Shield, que se refiere a la supercopa del futbol inglés.
En este año redondo, que podría explotar con un quintete si ganan la final del Mundial de Clubes sobre el Fluminense (campeón de Copa Libertadores), el bastión sigue siendo el entrenador, Pep Guardiola, quien está cumpliendo su octava temporada al frente y siempre reinventando sus estrategias.
“Ha logrado hacer muy bien algo que es muy difícil para los entrenadores, sobre todo a tan alto nivel: no se ha convertido en un técnico predecible. En el futbol hay cada vez más métricas y estudios, los rivales se conocen cada vez mejor y los equipos se vuelven anticipables o predecibles, sobre todo cuando es un entrenador cuyo futbol no se basa necesariamente en los futbolistas, sino en un estilo de juego muy marcado, pero él ha sabido reinventarse una y otra vez”, opina para El Economista, Marion Reimers, analista de futbol en TNT Sports.
“Tácticamente, Guardiola ha enriquecido al Manchester City y a sus diversos jugadores, desde lo individual y desde lo colectivo, con un montón de conceptos con o sin balón. Al estar tanto tiempo en un equipo, sosteniendo una base de jugadores, haciendo incorporaciones acordes a las necesidades, naturalmente, el enriquecimiento táctico del colectivo es enorme. Es un equipo con mucho concepto táctico”, agrega Jorge Bermúdez, periodista, escritor y analista de futbol, autor del libro ‘Lillo y Pep’.
Guardiola llegó al City en la temporada 2016-17 y fue un año después cuando consiguió su primer título de Premier League, al igual que la Carabao Cup y el Community Shield. En 2019 llegó el trofeo de la FA Cup pero este 2023 fue pionero en la internacionalización del club, al conseguir la Champions, la Supercopa de Europa y su primera participación en un Mundial de Clubes, que está a 90 minutos de ganar.
Si bien Guardiola estaba acostumbrado a ganar, con Barcelona y Bayern Múnich, en el City ha mostrado una evolución paralela con la institución para mantener ese ritmo incluso fuera de Inglaterra, bajo tres características destacadas desde la percepción de Marion Reimers.
“Es un entrenador con un estilo muy identificable y que, en el manejo de grupo, ha sabido renovarse, hacer sentir importantes a aquellos que no son titulares habituales. Ha sabido también hacer fichajes inteligentes, no son los que rompen el mercado. Generalmente no compra figuras consolidadas, porque eso puede romper el vestidor, sino que compra futbolistas que vienen ascendiendo y él termina por explotarlos”.
Este verano, después de ganar la Champions, sólo sumó a cuatro elementos en posiciones precisas: Josko Gvardiol, defensa central zurdo en lugar de Aymeric Laporte; Jeremy Doku, extremo en lugar de Riyad Mahrez; Mateo Kovacic, medio centro en lugar de Ilkay Gundogan; y Matheus Nunes, otro volante de buenas condiciones.
La política de fichajes del City ha cambiado el enfoque: no se trata sólo de las cantidades, sino de la calidad de los elementos. A pesar de la inflación de fichajes en últimos años, los citizens sólo han tenido una contratación que supera los 100 millones de euros, Jack Grealish en 2021, con 117.5 (octavo lugar de la historia).
“Básicamente es el respaldo que tiene Guardiola con el City, no lo han sacado, le han dado autoridad, le han llevado más y mejores jugadores y de ahí parte todo, cuando los dirigentes tienen la capacidad de respaldar con todo el sentido de la palabra, ahí el técnico se reviste de una autoridad que lo hace líder dentro del vestuario, creo que ahí ha estado la gran clave del club, que no ha sido sólo invertir en grandes jugadores y entrenador, porque el dinero lo tienen, sino respaldar el proyecto y darle continuidad”, destaca Jorge Bermúdez.
Manchester City tiene la oportunidad de darle a Europa su título número 16 del Mundial de Clubes, uniéndose a la élite de los ganadores, que incluye al Real Madrid, Barcelona, Bayern Múnich, Liverpool, Chelsea, AC Milan, Manchester United e Inter de Milán.
Además, si triunfa ante Fluminense, Pep Guardiola se convertiría en solitario en el entrenador con la mayor cantidad de títulos del Mundial de Clubes, llegando a cuatro. Por ahora, está empatado con el italiano Carlo Ancelotti con tres.
“Este es un año que lo alivia (a Guardiola), pero que además vuelve con una máxima exigencia porque quieren volver a competir por todos los títulos que tengan frente a ellos. Es ahí donde el Mundial de Clubes a veces es una piedra en el zapato, porque si no lo gana se considera un fracaso rotundo, pero si lo gana la gente dice que era lo que se anticipaba. Es tan normalizado tener ese éxito que desafortunada o afortunadamente para él se encuentra en esa posición”, subraya Marion Reimers.
“Para el Manchester City tiene un impacto tremendo, porque nunca se ha coronado como campeón del mundo, en el último tiempo se ha vuelto una referencia como club, porque antes no la tenía, era un equipo chico de Inglaterra y ahora ha pasado a ser un grande, pero un grande necesita nutrirse de títulos. El hecho de ganar lo va a catapultar como uno de los grandes en la era contemporánea”, destaca el analista Bermúdez.
Ningún equipo inglés ha ganado el Mundial de Clubes en más de una ocasión, así que esa podría ser otra barrera a romper para Pep Guardiola y el Manchester City de mantener la inercia ganadora en esta temporada en la que, al menos en la Champions, así lo han hecho, calificando a octavos de final con seis victorias de seis posibles.
Aún tiene proyectos enfrente para romper con esa imagen de ser simplemente un club millonario que no sabe mantener los triunfos o magnificarlos. Es un estigma con el que, por ahora, tendrán que lidiar y así lo explica Marion Reimers.
“La vieja aristocracia va a seguir viendo a estos equipos como una burguesía, que llegan a comprar títulos con base en fuentes inagotables de dinero. El City empieza a codearse con la realeza, aunque ésta seguirá respingando la nariz, sobre todo porque este es un momento y una coyuntura que hemos de analizar en algunos lustros o décadas, una época particular y oscura en el futbol mundial, donde no hay una situación financiera clara y el propio City ganó una Champions habiendo infringido 115 veces el fairplay financiero. Ese asterisco permanecerá a un lado de su identidad de manera casi perenne”.