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La defensa empuja el sueño del Atlas al bicampeonato

Los Rojinegros vencieron a Pachuca 1-0 en la final de ida gracias al notable desempeño de su arquero y sus zagueros.

El equilibrio perfecto entre defensa y contragolpe es lo que tiene al Atlas a 90 minutos de convertirse en bicampeón del futbol mexicano. El conjunto rojinegro derrotó 2-0 a Pachuca en la final de ida del Clausura 2022 basado en la fórmula que le ha resultado exitosa desde la dirección técnica del argentino Diego Cocca: solidez en la retaguardia más un ataque a máxima velocidad, a lo que se sumó la actuación precisa de su guardameta.

Con su típica línea de cinco defensores, Atlas saltó a la cancha del estadio Jalisco para imponer su estilo desde la fuerza defensiva contra un Pachuca que venía de meterle tres goles al América en las semifinales de vuelta.

El primer tiempo funcionó para contener la velocidad de Avilés Hurtado, Romario Ibarra y Nicolás Ibáñez, además de la versatilidad del mediocampo del Pachuca, formado por Víctor Guzmán, Luis Chávez y Érick Sánchez. La retaguardia del Atlas se comportaba con firmeza como ya lo había demostrado contra Chivas en cuartos de final y contra Tigres en semifinales.

Esa solidez en el fondo permitió que la estrategia rojinegra se recargara en el impulso ofensivo del binomio formado por el argentino Julio César Furch y el colombiano Julián Quiñones. Ambos delanteros empezaron a inquietar el marco de Óscar Ustari, sobre todo aprovechando las cualidades físicas que caracterizan a cada uno: Furch con el juego aéreo y Quiñones con la velocidad.

Sin embargo, el parado de Diego Cocca permitió una carta más oculta hacia la ofensiva: Luis Reyes. Comúnmente instalado como lateral izquierdo e incluso como defensa central, Reyes inició la serie como volante pero con vocación ofensiva, ya que Aldo Rocha y Édgar Zaldívar eran los responsables de contener a la ofensiva hidalguense.

Gracias a ese esquema caería el gol que abrió la puerta del triunfo al Atlas. Un centro desde la banda derecha por parte de Javier Abella al minuto 26 encontró la frente de Luis Reyes dentro del área del Pachuca, una jugada que se venía haciendo más común por la libertad que encontró Reyes para jugar detrás de los delanteros Furch y Quiñones. Con ese cabezazo, el defensor habilitado como mediocampista puso el 1-0 e hizo explotar los cánticos del estadio Jalisco.

Atlas todavía tuvo unos avisos más en el primer tiempo por medio de Furch, Quiñones y Reyes, pero sin causar mayores efectos. Lo único que sí logró, pero por mérito de su defensa, fue que el entrenador del Pachuca, Guillermo Almada, decidiera sustituir al medio tiempo al extremo ecuatoriano Romario Ibarra, quien había sido fundamental en la serie contra América con un doblete, pero que en 45 minutos contra los rojinegros no pudo demostrar su nivel.

Ya en el segundo tiempo, Pachuca tomó la batuta para ir al ataque por medio de Avilés Hurtado, Nicolás Ibáñez y la inteligencia de sus mediocampistas, que ahora, además de Chávez, Sánchez y Guzmán, sumaron a Fernando Navarro.

Pero uno de los jugadores más insistentes incluso desde el primer tiempo fue el joven lateral derecho Kevin Álvarez (23 años), que ya había tenido dos disparos francos hacia el arco de Camilo Vargas en los 45 minutos iniciales, pero fueron bien resueltos por el guardameta de la selección colombiana.

En la segunda parte, otra vez Álvarez y también Ibáñez fueron los más peligrosos para Pachuca con un par de disparos entre el minuto 55 y 60 que terminaron uno a escasos centímetros y otro reventando el poste. Pachuca vivía su mejor momento y veía de cerca la posibilidad de empatar, mientras que Atlas hacía cambios para reajustar su defensa y confirmar esa solidez defensiva que le ha caracterizado.

Pachuca intentó por diferentes vías y nombres pero no pudo hallar el empate. Atlas tenía controladas las cosas en el fondo y en gran medida gracias al momento que vive su arquero, Camilo Vargas. El club rojinegro se replegó y dejó de atacar, aunque encontró en Julián Quiñones un arma escondida para los segundos finales.

El colombiano robó una pelota desde tres cuartos de cancha y él solo esquivó a tres defensas de Pachuca justo en el minuto 94 (se habían agregado cuatro minutos) para fulminar a Ustari y conseguir un dos por cero que supo a dosis de tranquilidad para sus compañeros, para Diego Cocca y para los miles de asistentes al estadio Jalisco.

Atlas cerró con un 2-0 que no define lo que ocurrió en los 90 minutos, pues aunque el crédito de los goles se lo llevaron Luis Reyes y Luis Quiñones, la buena actuación de su retaguardia, encabezada por el portero Vargas, fue lo que permitió cerrar el partido con ese marcador y una cierta ventaja flexible para el duelo de vuelta en Pachuca el próximo domingo.

Para los Tuzos, por el contrario, fue un golpe a su confianza. Pachuca no había terminado un partido sin meter goles desde la jornada 17 del campeonato regular, cuando perdieron 2-0 ante Pumas el 1 de mayo. Desde entonces eran cuatro partidos marcando, incluyendo las visitas a San Luis y América en cuartos de final y semifinales, respectivamente.

Una vez más, la fórmula de la solidez defensiva más el contragolpe funcionó para el Atlas, que se acerca a 90 minutos de ser apenas el tercer bicampeón del futbol mexicano en 26 años de historia de los torneos cortos, después de Pumas y León.

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