No, aún no es tiempo para perdonar

Guerrero. David corre hacia Roberta, su madre, y le planta un beso efusivo. Te amo , le dijo. Él tiene muchas admiradoras en la escuela y le pregunta: ¿Te gusto mamá? ...

- Me encantas mi niño.

- Me tienes envidia porque soy avispón, ¿verdad? Y ambos ríen.

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-Bájense a la verga, abran la puerta, cabrones...

-Somos un equipo de futbol- se escucha desde el interior del autobús.

-Nos vale madre- respondieron los agresores al tiempo que 30 personas se retorcían al interior para evadir las balas, no todos lo consiguieron. David Josué García Evangelista se quedó parado, en shock y los impactos le atravesaron la caja torácica.

Fueron 200 impactos, el camión se convirtió en un queso gruyere. Fue la policía de Iguala, detalló hace algunas semanas el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

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La noche del 26 de septiembre del 2014 los Avispones de Chilpancingo regresaban a casa después de ganar un partido ante Iguala FC de la tercera división y fueron atacados por la policía municipal de Iguala que estaba a la cacería de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa. El equipo, con niños entre 15 y 18 años, iba de regreso. ¿Tomaron la decisión correcta de volver a casa ese día?

El plan original era cenar en Iguala, pero los encargados del club se enteraron de los hechos violentos y decidieron mejor alejarse del lugar y lo hicieron... pero sólo 14.5 kilómetros, luego un vidrio roto, dos, balas, gritos, el camión se fue a una zanja, el chofer intentó escapar pero las llantas estaban tronadas.

El saldo final: siete heridos y tres muertos: David Josué García Evangelista, jugador de futbol, el chofer Víctor Lugo Ortiz y una señora quien se transportaba en un taxi y fue alcanzada por los impactos.

David Josué García Evangelista es un dato para la autoridad, pero para la señora Roberta en esa cifra se le fue la vida.

¿Por qué las personas se tienen que morir a los 15 años? Entre el 2012 y el 2014 hubo al menos 55,325 asesinatos relacionados con la violencia que vive nuestro país.

-¿Prefieres conocer la verdad o lo mejor es poner un punto final a todo esto?- le pregunto a Facundo Serrano, secretario técnico de Avispones.

-La verdad es que yo prefiero ponerle un punto final.

Hace un año, él estaba suplicando a la Policía Federal (llegó después del ataque) que los llevaran a un hospital, rogaba, el chofer Víctor estaba muriendo, David Josué agonizaba, los otros jóvenes estaban escondidos en la maleza aterrorizados, ya eran más de las 12 de la noche y la ayuda no aparecía.

-Voy a subir a este niño a su patrulla y nos lleva, le dijo Facundo a uno de los policías federales.

-Ni se te ocurra, le respondió.

-¿Cómo era la actitud de los policías federales cuando llegaron?

Facundo hizo un silencio (probablemente recordó), fue de una forma muy... no grata .

La ayuda (¿ayuda?) llegó a la 1:38 de la mañana. Demasiado tarde para David Josué.

-Señora Roberta, ¿cree en la justicia?

-Nosotros no creemos en eso mientras no nos resuelvan definitivamente qué pasó.

Ella pide una audiencia con el presidente, Enrique Peña Nieto, todos los involucrados lo merecemos y lo pedimos .

Para ser sinceros, en México casi nadie cree en la justicia, ni en las instituciones, ni en las autoridades. Aquí una lluvia de números que fundamentan la desconfianza:

-66% de la población nacional cree que las leyes no se cumplen y ese mismo porcentaje no confía en los cuerpos policiales.

-54% cree que es inútil denunciar ante Ministerio Público.

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Julio Hernández Barros, comisionado de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, dice que al menos dos jóvenes siguen en tratamiento psicológico, que en un principio los niños estaban temerosos de salir a la calle, cuando iban en coche y llegaba un tope se ponían muy nerviosos, tenían escenas de lo ocurrido . Autotortura psicológica.

Hasta ahora la comisión ha atendido a 37 víctimas directas y 98 indirectas y se ha buscado resarcir el daño moral, físico, así como apoyar para la rehabilitación además de fomentar la memoria histórica , dice el doctor Hernández Barros. La única forma de evitar sucesos de ese tipo es tenerlos presentes .

-De 100% de apoyos o promesas de apoyo que ofrecieron, ¿cuál es el porcentaje que se ha dado?

- Son cosas dadas, no promesas, hay una excepción que se fue a Michoacán y no lo localizamos, pero es un caso aislado.

Luego le pregunto a Facundo: ¿te han cumplido todo lo que te prometieron?

Hay asuntos pendientes con el gobierno local o federal, yo tengo un fragmento de una bala en la costilla y como que se les perdió el interés después de cuatro meses, yo tenía cita en la ciudad de México y luego me dijeron que lo hiciera por mis propios medios y opté por hacerlo en una clínica particular .

Además del apoyo psicológico, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas gestionó becas escolares, nueva vivienda, apoyo para negocios, inclusive uno tiene una de las pozolerías más exitosas de Chilpancingo , dice el Doctor Barros, pero él y Roberta reconocen que hay situaciones irreparables, como la muerte del pequeño David, del chofer y la señora que viajaba un taxi.

A mi ni toda la ayuda y apoyo me va a devolver a mi hijo , expresa Roberta.

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Ella, la mamá, habla con voz pausada, aguda, serena, en ningún momento se le ha quebrado el tono. Dice que la vida cambió para ella y su familia, que su hijo -el más pequeño- ya no quería ir a jugar basquetbol o estar en un equipo porque tenía miedo que le pasara lo mismo que a su hermanito pero está en tratamiento con una tanatóloga.

Julio Hernández Barros, comisionado de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, asegura que poco a poco las víctimas del ataque al autobús de los Avispones se van recuperando y asegura que muy pronto se podrá hablar ya de una reparación integral , pero para Roberta, el ánimo nos cambió para siempre, mis hijos no eran así, yo no era así , reconoce.

Enrique Echeburúa es catedrático de la Universidad del País Vasco y en el 2013 presentó un estudio sobre el Valor psicológico del perdón en las víctimas y en los ofensores .

Perdón no es olvido, no se puede cambiar lo que nos ha ocurrido en la vida, pero sí se puede modificar nuestra mirada y nuestra actitud , sostiene en su teoría, una teoría que no es suficiente para Roberta, quien ahora mismo prefiere no mencionarla.

A Facundo, quien fue uno de los sobrevivientes de la masacre aquella noche en Iguala, le pregunto por el perdón.

-Dios es el mejor juez, estuvo de nuestro lado o de muchos... recuerda el directivo del club.

-Yo creo en Dios también, pero hay cosas que no entiendo por qué le sucedió a él, a nosotros, dice la madre quien con un tono de voz suave expresa su melancolía.

Esto del perdón no es tan sencillo como leer la teoría del doctor Echeburúa. Hay daños que son irreparables , dice el comisionado Hernández Barros.

La teoría siempre tiene un camino maravilloso para el deber ser, pero es difícil tomarlo.

-¿Está lista para perdonar señora Roberta?

-Creo que tendrá que pasar mucho tiempo para que yo pueda decir esa palabra.

El 28 de septiembre del 2014, en las canchas de futbol de la Liga los Ángeles de Chilpancingo, donde se desarrolló como jugador el Zurdo, David, le rindieron un homenaje de cuerpo presente.

Muchas lágrimas y uno de los presentes antes de que se le quebrara la voz gritó con fuerza mientras la garganta se le cerraba.

¡Arriba el Zurdo, que muera el mal gobierno, que muera el mal gobierno! ¡Justicia, justicia! . Y los compañeros de David gimieron de dolor, algunos abrazaron el ataúd blanco y otros lanzaban agua bendita. Y todos se unieron al grito: ¡justicia, justicia!

¿A qué huele el dolor? A humedad, a tierra, a la sal del llanto.

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-Hijo, ¿no te da pena que te vaya a ver jugar?

-No, mamá, a mí me gusta, me gritas, me acomodas, me gusta que me veas jugar...

Recuerdos.

ivan.perez@eleconomista.mx