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Rafael Nadal, poderío al límite del físico

Un eje clave en el éxito del tenista español ha sido su médico, Ángel Ruiz-Cotorro, quien ha fomentado en él la figura de un superdotado y la fuerza en la mentalidad.

Rafael Nadal está a dos triunfos de mantenerse como la figura más grande en la historia de Roland Garros. El español está en la búsqueda de su título número 14 en la tierra batida de Francia (su más cercano perseguidor, el francés Max Decugis, se quedó en ocho) y lo está haciendo a sus casi 40 años, con dos décadas de trayectoria encima y tras haber superado lesiones en la rodilla, en el pie y las costillas que han puesto en duda su continuidad.

Pero una de las piedras angulares en la constancia de su éxito es la medicina y, en particular, el nombre de Ángel Ruiz-Cotorro, quien ha sido su médico desde hace 17 años y con quien ha compartido momentos de superación tanto física como psicológica.

“Desde el punto de vista psicológico, durante muchos años Rafa Nadal viene demostrando que ante situaciones de máxima tensión, ante los momentos más difíciles que pueden existir en el deporte, en este caso el tenis, él siempre está un escalón por encima de los demás”, aseveró el doctor Ruiz-Cotorro en una entrevista a finales de 2020.

No es la única opinión que el médico tiene sobre el tenista, ganador de 21 Grand Slams y que recientemente derrotó a Novak Djokovic en los cuartos de final de Roland Garros. En la parte física, también celebra sus capacidades: “Nadal es un portento porque tiene cualidades que son difíciles de tener en un mismo jugador como es una resistencia aeróbica y al mismo tiempo muchísima potencia”.

Nadal estuvo ausente de la temporada 2022 durante cuatro semanas entre marzo y abril tras una lesión de costillas que lo mermó en su búsqueda por el título de Indian Wells, quedando como subcampeón. Desde entonces no ha jugado una final y ahora, instalado en semifinales (jugará en su cumpleaños 36, el viernes, contra Alexander Zverev), espera retomar el ritmo ganador.

La parte física no ha sido fácil para Nadal. En 2005 fue diagnosticado con el síndrome Müller-Weiss, también conocido como osteocondritis del escafoides, una enfermedad degenerativa y que no tiene cura, cuya principal afectación es un dolor intenso en el dorso de ambos pies, asimétrico, de largo tiempo de evolución, que puede llegar a dificultar el movimiento.

Contra todos los malestares físicos, Nadal encontró en la medicina una respuesta y, particularmente en el doctor Ruiz Cotorro, a un “padre”, como los del círculo cerrado del tenista aseguran que le llama al especialista.

“El que hace deporte profesional siempre tiene algún problema. Llegar a ser número uno del mundo significa que te han pasado cosas y que las has superado. La mayoría de los deportistas que son tan buenos es porque tienen algo diferente; tienen una pasión diferente, unos objetivos diferentes. Son personas acostumbradas a trabajar, a luchar, a sacrificarse y tienen esa capacidad de superación”, menciona Ruiz-Cotorro sobre la resiliencia de Nadal al dolor y a las enfermedades que lo han aquejado desde hace más de una década.

Ruiz-Cotorro tiene especialidades en medicina deportiva por parte de universidades en París y Barcelona, además de que ha sido jefe de los servicios médicos de la Federación Española de Tenis (RFET) desde 1992 hasta la fecha, por lo que ha sido el responsable de la salud de las delegaciones tenísticas de ese país desde los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 hasta los de Río de Janeiro en 2016.

Su expertise ha sido reconocida durante más de 30 años en el tenis, por la que incluso las hermanas Serena y Venus Williams cruzan el Océano Atlántico para preguntarle por una segunda opinión en cuestiones de salud deportiva.

Pero uno de sus pacientes e "hijos" predilectos sigue siendo Nadal, con quien mantiene una relación cercana más allá de temas de salud: “Rafa se ha educado desde pequeño. Ha trabajado en un entorno familiar, un ambiente sencillo en el cual todo ha sido esfuerzo, valores y pisar en la tierra. Cada vez que se subía un poco, lo bajaban a su sitio. Este ha sido uno de sus grandes éxitos”, dijo el médico en entrevista para el medio español El Correo.

La tierra elegida para el resurgimiento de Nadal es París, donde incluso le fue entregada una estatua de acero en su honor en junio de 2021, galardonándolo como el máximo triunfador de Roland Garros.

En su camino a su título número 14, Nadal, que entró como el quinto mejor sembrado, dejó fuera a Novak Djokovic, Félix Auger-Aliassime, Botic Van de Zandschulp, Corentin Moutet y Jordan Thompson, mientras que de vencer a Zverev en semifinales enfrentaría al ganador de la otra serie entre Marin Cilic y Casper Ruud, dos jóvenes que solo suman un título de Grand Slam (Cilic ganó el US Open en 2014).

El dolor del pie, una constante más allá de las costillas, ha sido el que sigue mermando a Nadal en cada partido durante 2022, manifestando que incluso sus entrenamientos se han visto cortados por este malestar. Pero la resiliencia del español se reduce a una frase: “No estoy lesionado, vivo con una lesión” y para hacerle frente a ello está el respaldo del conocimiento médico de Ángel Ruiz-Cotorro.

kg

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