Simona Halep se agrega al historial de dopaje en WTA

Del brillo de los Grand Slams a la sombra del dopaje. En esa picada se encuentra la carrera de la tenista rumana Simona Halep, quien recibió una suspensión de cuatro años por parte de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) este 12 de septiembre tras una investigación por consumo de roxadustat.

De acuerdo con el comunicado oficial, la ITIA dio este veredicto al asegurar que se trata de una clara violación a los estatutos de la Federación Internacional de Tenis (ITF), luego de que la rumana dio positivo a roxadustat el pasado mes de octubre de 2022 mientras competía en el US Open, afectando seriamente a su carrera.

Un tribunal independiente suspendió a la jugadora, actualmente de 31 años y excampeona de dos Grand Slams (Roland Garros 2018 y Wimbledon 2019), por incumplimiento del Programa Antidopaje de Tenis (TADP).

El tribunal encontró la presencia de roxadustat en una muestra de orina recolectada por Halep mientras competía en el US Open 2022. También la declaró culpable del uso de una muestra o método prohibido durante ese año, basándose en la recolección y análisis de 51 muestras de sangre proporcionadas por la tenista como parte de su Pasaporte Biológico de Deportista (ABP).

Este mismo tribunal aceptó el argumento de Simona de que había tomado un suplemento contaminado, pero determinó que el volumen que ingirió no pudo haber resultado en la concentración de roxadustat encontrada en la muestra positiva. Por ello se decretó el castigo que la mantendría inactiva hasta 2026, cuando ella tenga 35 años.

Sin embargo, unas pocas horas después de darse a conocer esta noticia, Simona Halep reveló en un comunicado en sus redes sociales que recurrirá a su derecho de apelación ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) para evitar dicha suspensión.

“El último año ha sido el partido más duro de mi vida y lamentablemente mi lucha continúa. He dedicado mi vida al hermoso juego del tenis. Me tomo muy en serio las reglas que rigen nuestro deporte y me enorgullezco del hecho de que nunca he usado, a sabiendas o intencionalmente, ninguna sustancia prohibida”, inició Halep.

Luego señaló: “Estoy agradecida de tener finalmente un resultado después de numerosos retrasos infundados y una sensación de vivir en el purgatorio durante más de un año, estoy a la vez sorprendida y decepcionada por su decisión.

“Este grupo (de ITIA) ignoró el hecho de que nunca se ha encontrado ninguna sustancia prohibida en mi sangre u orina con la única excepción de una prueba positiva del 29 de agosto para roxadustat, que estaba presente en un nivel extremadamente bajo y que, al considerar mi prueba negativa tres días antes, sólo podría haber sido causada por una exposición accidental”.

Halep llegó a ser número 1 del mundo por última vez en octubre de 2017, acumula 24 títulos y una bolsa de premios de 40.2 millones de dólares. Su última aparición oficial en la cancha fue en la primera ronda del US Open 2022 contra la ucraniana Daria Snigur, por lo que ahora no está ni siquiera dentro de los primeros 1,000 puestos del ranking femenil.

La apelación de Halep no tiene una fecha exacta, pero el procedimiento ya está en curso a raíz de conocer el veredicto de este 12 de septiembre, tras casi un año de investigaciones desde que dio positivo en el US Open.

De esta forma, la rumana se ha agregado oficialmente a la lista de dopajes que ha habido en la WTA, el circuito de tenis femenil más importante del mundo, donde hay al menos cuatro casos más en los últimos 16 años: Martina Hingis en 2007, Barbora Strycova en 2013, Maria Sharapova en 2016, Beatriz Haddad Maia en 2020 y Varvara Lepchenko en 2021.

En este periodo ha habido otras jugadoras bajo investigación por presunto dopaje, como Alize Cornet y Dayana Yastremska, aunque tras arduos procesos de apelación, no fueron suspendidas. Eso es lo que espera consumar Simona Halep para reactivarse lo más pronto posible.