Sin apoyo económico y con medalla de oro

Haber conseguido la gloria en los Juegos Panamericanos no siempre trae historias de éxito detrás. Lo viven aquellos atletas que -antes de Guadalajara y, quizá, aún después- no saben lo que significa contar con todo un apoyo tal y como lo tienen atletas que ni siquiera se subieron al podio pero que mes a mes tienen en sus bolsillos una beca que les es destinada por sus logros por parte del fideicomiso Compromiso Integral de México con sus Atletas (CIMA).

En total, 42 fueron los campeones panamericanos en Guadalajara 2011 de los cuales al menos 27% no cuenta con una beca. No obstante, estos atletas lograron resultados. Entre ese 27% existen nombres tales como el de la gimnasta Cynthia Valdez, quien se adjudicó dos oros y una plata en la recién concluida justa continental.

Cynthia, salió del CIMA en el 2007 debido a la baja en sus resultados en competencia; no obstante, aún sin el apoyo subió al podio en tres ocasiones. Otro caso particular en el de la fondista Marisol Romero, quien se coronó en los 5,000 y los 10,000 metros femeniles, pero que no está contemplada dentro del programa de apoyo.

Mismo caso de la taekwondoín Irma Contreras, quien pese a haber logrado la única medalla áurea para nuestro país en la especialidad, no está contemplada en el CIMA, en contraparte a sus compañeros de equipo como Erick Osornio, quien no llegó a la pelea de medallas y Janeth Alegría, que fue una de las grandes decepciones de la justa al no superar siquiera su primer combate.

Casos de éxito como Ana Lago de gimnasia, Jorge Alberto Alcántara y Orlando Díaz de frontón o Joselito Velázquez de box, quienes lograron el oro en sus disciplinas, contrastan con los de atletas como el marchista Éder Sánchez quien recibe una beca mensual de 46,497 pesos, el arquero Juan René Serrano, quien se embolsa al mes 29,300 pesos por su beca y no lograron subir al podio.

Pero quizá uno de los casos más especiales es el del basquetbol femenil. El equipo, que logró quedarse con la plata en una dramática final contra Puerto Rico, tuvo además como mérito integrarse apenas una semana y media previa a los Juegos Panamericanos y, además de todo, pagar de su propia bolsa los gastos que representó el viaje, la alimentación y todo lo necesario para permanecer en la competencia.

Aunado a eso, las basquetbolistas se enfrentan a la falta de apoyos gubernamentales, al no contar no sólo con una beca en el CIMA, sino también la ausencia de una liga local que les ayude a elevar su nivel y tener un fogueo internacional.

En tanto, otros más como Horacio Nava, quien logró coronarse en la marcha de los 50 kilómetros, Óscar Soto, en pentatlón, o el equipo de clavados que logró quedarse con ocho títulos de ocho posibles, podrían ser considerados atletas que han sabido aprovechar el dinero que se invierte en ellos por parte del CIMA ya que han hecho válidos los recursos con éxitos.

No obstante, el argumento de la Conade al respecto de la falta de apoyos a atletas es que primero se deben dar resultados para después apoyarlos y tras los resultados en estos Juegos Panamericanos; seguramente, algunos atletas tendrán argumentos para pedir ser integrados a un programa de apoyo que les ayude a seguir su camino rumbo a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.