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Tricolor Femenil fractura la credibilidad de su desarrollo
Pese a una década de avances en infraestructura y gestión. El fracaso de la Selección Femenil en el Premundial de la Concacaf refleja falencias que aún faltan por trabajar.
Lo que parecía estar destinado para ser una fiesta para la Selección Mexicana Femenil durante este verano terminó convirtiéndose en una tragedia. México se convitió, por segunda vez, en sede de un torneo Premundial femenil que otorga las plazas para la Copa del Mundo (2023 y los Juegos Olímpicos 2024), lo que en teoría implicaría una oportunidad más cercana para el Tri de clasificar a ambos torneos con el calor de su gente.
Además, las plazas para la Copa del Mundo por primera vez se abrieron a cuatro dentro de la región de Concacaf (y dos más con derecho a disputar un repechaje), lo que abría la oportunidad del Tri de regresar al magno torneo, al cual no asiste desde 2015. Pero había una aspiración todavía más grande: volver a los Juegos Olímpicos, un escenario que la Selección Mexicana Femenil no pisa desde Atenas 2004.
Pero en vez de festejos y alegrías, aparecieron caras largas y voces a punto de quebrarse entre jugadoras de amplia experiencia como Kenti Robles y Stephany Mayor, luego de que México no fuera capaz de superar con éxito el torneo WConcacaf 2022. Dos descalabros iniciales ante Jamaica (0-1) y Haití (0-3) terminaron con estas aspiraciones para el grupo que comanda la entrenadora Mónica Vergara.
“Para muchos, esto representaba una nueva era que contaba con todas las cuestiones que beneficiaron al futbol femenil en desarrollo y estructura. El no lograr los boletos sin duda es el golpe más fuerte, porque en los años 90 no había una infraestructura, por eso se entendía que golearan a la selección; en los 2000 se entendía que no se pasara por el reducido número de plazas, pero ya con una liga, mucho más apoyo de federación y con alguien que jugó en selección y que ahora está al frente, como Vergara, ya no se puede aceptar que esto siga ocurriendo”, analiza Adrianelly Hernández, periodista y académica con más de 12 años de especialidad en futbol femenil.
La especialista señala que el éxito en este torneo iba a ser “el primer gran fruto” de la era de Mónica Vergara al frente del Tri mayor, al cual tomó a inicios de 2021. No solo se trataba de un año y medio con este grupo, sino del trabajo de casi una década, pues Vergara ha sido parte de la estructura de selecciones nacionales desde 2014, alcanzando un subcampeonato mundial de categoría sub 17 en 2018.
“Era un torneo fundamental para reflejar lo que ha estado pasando en el futbol femenil mexicano en los últimos 10 años, esto iba a ser el primer gran fruto de una década de trabajo, el estar en un Mundial y aspirar a unos Juegos Olímpicos. Sí es un fracaso porque no puede ser que Mónica Vergara diga que Jamaica y Haití llevan 10 años trabajando y que por eso ganaron, México lleva ventaja en su proyecto. Era el torneo para demostrar lo que se había hecho bien México en el futbol femenil y se vino para abajo”.
Para Adriana Terrazas, gerente de contenidos en TUDN Digital y periodista deportiva desde 2007, la eliminación del Tri Femenil podría generar un efecto adverso en cuanto a la ganancia de aficionados que ha ganado el futbol femenil en México en los últimos años, potenciados por el crecimiento de la Liga MX Femenil.
“El público que está más apegado, que seguía al equipo en procesos anteriores, seguirá fiel, porque desafortunadamente no es la primera vez que se vive un descalabro así, pero los aficionados que ya estaban acercándose un poco más a la selección y a la liga femenil, entendería que tengan desánimo de seguirlas, porque había esperanza en ellas, en la difusión que se les ha dado, sobre todo también estando tan cerca del fracaso que tuvo el Tri sub 20 varonil (que también quedó fuera de un Mundial y de los Juegos Olímpicos)”.
Desde la perspectiva de Terrazas, el futbol femenil en México ha crecido “a pasos agigantados” a nivel estructural en el último año y medio, pero lo que hace falta es mayor fogueo contra rivales de la región de Concacaf para evitar resultados sorpresivos como ocurrió ante Jamaica y Haití.
“Las decisiones que se tomaron hace año y medio en la estructura fueron pasos agigantados, desde la sub 15 hasta la mayor con Mónica Vergara, Maribel Domínguez y Ana Galindo como entrenadoras se mostró la seriedad que se le estaba dando a toda la estructura del futbol femenil, entendiendo que anteriormente faltaba algo de este tamaño. Actualmente creo que falta más fogueo en la región, es difícil porque muchos países no tienen ligas profesionales”.
En cuanto a la responsabilidad de la Liga MX Femenil en este fracaso, donde estuvieron incluidas 15 jugadoras que participan en clubes como Tigres, Rayadas, Chivas y América, la analista de TUDN Digital hace la siguiente reflexión: “Es curioso que la Liga MX Femenil ha tenido tanto crecimiento en los cinco años que lleva y volver a tener un fracaso como este, tal vez en muchas cosas se han dado pasos muy sólidos, parecía que todo estaba a favor para conseguir el pase al Mundial, pero ahí se ve que no se estuvo a la altura del crecimiento de la región en realidad, hubo crecimiento respecto a México mismo, pero no respecto a la región”.
Para Adrianelly Hernández, lo que ocurrió con la selección femenil es un reflejo de las carencias que aún existen en el entorno de la liga local: “Es una llamada de atención, porque el hecho de que solo sean contados equipos que sí son profesionales en la liga hace que exista una relajación porque un Tigres, Rayadas o Chivas no están en alta competencia todo el torneo, entonces, si solo te va a exigir un tercio de tu competencia, no va a avanzar del todo el futbol mexicano. Los clubes, la liga y la federación deberían jalar parejo a todos los equipos porque solo así se va a tener un alto rendimiento tanto a nivel de clubes como a nivel selección”.
La Liga MX Femenil inició su sexto año de actividades con el Apertura 2022, en el cual se han sumado refuerzos internacionales de alta expectativa como Jennifer Hermoso con Pachuca y Silvana Flores con Rayadas, sin embargo, la temporada 2022-23, que habría servido como preparación para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, no tendrá ese papel luego de la eliminación del Tri en el Premundial de Monterrey.
“Hay que mantener la exigencia a los clubes, asegurarse que siempre haya un verdadero proyecto con cada una de las jugadoras y tratar de ver como región qué se va a hacer en medio de los procesos de cada uno de los Mundiales, ahora que viene la Copa Oro femenina. También tratar de que siempre haya fogueo y competencia constante, que no por haber quedado fuera del Mundial se trunque lo que se está haciendo con esta generación, sino que se mantenga la actividad”, concluye Adriana Terrazas, en alusión a los partidos amistosos que ha tenido el Tri Femenil de Mónica Vergara en los últimos meses ante selecciones como Canadá, Perú, España y Japón, entre otras.
kg