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Una vitrina llamada Toulon le sonríe ?a Marco Fabián
El buen momento de Marco Fabián en el Torneo Esperanzas de Toulon podría marcar su carrera, llevarlo al futbol europeo a concretar jugosos contratos, a ser no sólo un indiscutible del Tricolor olímpico, sino de la Selección Mayor.
El buen momento de Marco Fabián en el Torneo Esperanzas de Toulon podría marcar su carrera, llevarlo al futbol europeo a concretar jugosos contratos, a ser no sólo un indiscutible del Tricolor olímpico, sino de la Selección Mayor.
Los antecedentes de 1990 a la fecha en dicho certamen, consultados por El Economista, permiten pensar que el futbolista de Chivas, al que ya le coquetean promotores de clubes ingleses, puede tener un futuro a gran escala.
Con los seis goles que ha marcado en tres partidos, Fabián es candidato para concluir como el mejor jugador del torneo.
SHEARER Y HENRY, EJEMPLOS
Alan Shearer, delantero inglés, fue elegido el mejor jugador de la edición de 1991 y meses después subió al primer equipo de Southampton, club que abandonó más tarde para ser figura de Blackburn. Su historia al final estuvo llena de éxito, goles (402 en total), 63 apariciones con su Selección, sueldos de primer mundo y el reconocimiento de la afición.
En 1992, la figura fue el portugués Rui Costa, hombre que se ganó la confianza para volver a Benfica tras militar con AD Fafe. En su regreso al club fue pieza clave para que al final se festejaran una liga y una copa, situación que provocó que Fiorentina pagara 6 millones de euros. Años después el ofensivo luso acumuló 94 partidos con su Selección y 26 goles.
Otro ejemplo lo protagoniza Thierry Henry, francés que brilló en Toulon en 1997. Su actuación le llenó el ojo a Juventus, club que pagó 17 millones de euros por sus servicios. Más tarde fue figura de Arsenal, en el que festejó 226 goles, se coronó campeón del mundo con Francia y lo ganó todo con Barcelona.
El último caso que destacó fue el de Javier Mascherano, quien tras brillar en el torneo francés en el 2003, se ganó su debut en ese mismo año con River Plate y hoy brilla con Barcelona.
carlos.herrera@eleconomista.mx