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El desorden urbano condena al país a la desigualdad y al subdesarrollo: Insus

Se estima que en México existen cerca de 7 millones de predios en condiciones de irregularidad; municipios deben de actuar en materia de desarrollo de las ciudades
 

José Iracheta Carroll, titular del Instituto Nacional del Suelo Sustentable. Foto: Cortesía.

En México, ocho de cada 10 habitantes viven en ciudades; sin embargo, las urbes han crecido de forma desordenada, de forma no sustentable y con poca capacidad de resiliencia, lo cual genera baja competitividad y una segregación que marca condiciones de desigualdad muy profundas, que a su vez genera que el país esté condenado al subdesarrollo.

De acuerdo con José Alfonso Iracheta Carroll, director del Instituto Nacional del Suelo Sustentable (Insus), el país tiene el gran reto de corregir esta situación, pero el actuar no debe de centrarse en el gobierno federal, pues estados y, principalmente, municipios, deben de involucrarse en una coordinación para generar un crecimiento ordenado de las ciudades.

"Las ciudades han crecido de forma muy desordenada, nada sustentable, con muy poca capacidad de resiliencia, con baja competitividad, y esta problemática se va a seguir agudizando", explicó en entrevista Iracheta Carroll.

Para el funcionario, el desorden urbano va en detrimento de la capacidad que tiene el país para desarrollarse, pues si se compara el nivel económico de las periferias respecto a las zonas de alta marginación, hay una notoria segregación socioeconómica.

"Esta segregación socioeconómica al final va en detrimento de la capacidad que tiene el país completo para desarrollarse, ya que 80% de mexicanos vivimos en ciudades y si tenemos diferencias tan profundas, y sobre todo una ruta de poca sustentabilidad y de desorden urbano que siga avanzando, pues estamos condenados al subdesarrollo", destacó el funcionario.

¿Se ha avanzado?

Cuestionado al respecto sobre la labor de esta administración en la cuestión del crecimiento ordenado de las ciudades, Iracheta Carroll indicó que el primer gran paso fue crear la Política Nacional del Suelo en un contexto donde se estima existen 7 millones de predios en condiciones de irregularidad.

"El Insus sigue avanzando en la regularización de la tenencia de la tierra, ya que hay un rezago importante que se habla de hasta 7 millones de lotes que se encuentran en condiciones de irregularidad", comentó el funcionario.

En este contexto, el titular del Insus indicó que durante este gobierno se han realizado alrededor de 50,000 acciones de regularización de la tierra; sin embargo, pese a este avance, es necesario un mayor involucramiento de los municipios para generar políticas de uso de suelo sustentable y de crecimiento urbano ordenado.

"Tenemos que ir hacia un replanteamiento de la política urbana a nivel local, para darle un enfoque de base de suelo, es decir que cualquier política que se plantee tome como referencia la problemática del suelo, los instrumentos de gestión del suelo y de ahí avanzar en la política urbana de todo tipo, que puede ser la política de vivienda, de movilidad, de espacio público y de ordenamiento territorial", apuntó Iracheta Carroll.

El titular del Insus enfatizó que el foco más relevante tiene que ser la gestión del suelo, es decir, que existan las condiciones para la ocupación del territorio, es decir, ya sea por medio de crecimiento urbano, redensificación o reconversión de espacios.

"Cuando partimos de una base, no estamos garantizando, pero sí estamos en la dirección correcta para el cuidado del ambiente".

Afectación a la población

El funcionario enlistó las mayores afectaciones a la población por un crecimiento desordenado de las ciudades y una falta de certeza  jurídica respecto a la propiedad:

  • Exposición a despojos, extorsiones y a otros fenómenos similares. "Al no ser dueño con todas las de la ley, es decir, no tener un título de la propiedad, pueden llegar vivales a quitar el suelo".
  • Implicaciones financieras. La vivienda es el principal patrimonio de muchas familias, que se utiliza para obtener financiamientos y si se está en un asentamiento irregular, las personas se quedan fuera del mercado formal del crédito.
  • Impacto social. Los asentamientos irregulares tienden a tener mala calidad en servicios básicos, así como una mala imagen urbana, lo cual también impide al estado llevar a cabo inversiones porque son regiones informales.
  • Factor psicológico. "Cuando una familia recibe su título de propiedad, le cambia la perspectiva que tiene respecto a su papel o el papel que juega en la sociedad. Cuando están en condiciones de marginación, no se asumen como ciudadanos en la amplitud de la palabra".

Cuestionado sobre el número de asentamientos urbanos que existen en el país, Iracheta Carroll indicó que todavía no hay un diagnóstico que arroje una cantidad al respecto, pero que se trabaja para generar datos al respecto.

 

Fernando Gutiérrez es editor de EconoHábitat

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