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Alimentos se encarecieron en el 2022 a nivel máximo de los últimos 24 años
La guerra en Ucrania tiene efectos negativos tanto en precios de los energéticos como en el de alimentos por la importancia en la producción de trigo y fertilizantes.
En el 2022 los precios de los alimentos se fueron a las nubes. La invasión de Rusia a Ucrania tuvo una repercusión para el resto del mundo, con presiones en los precios de los alimentos que, principalmente, afectaron a los ciudadanos de menores recursos, en donde México no fue la excepción al registrar el mayor incremento para un cierre de año en este rubro en dos décadas.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al cierre del año pasado los precios de los alimentos se encarecieron 12.85% en comparación con diciembre del 2021.
Esto, además de superar la inflación general de diciembre de 7.82%, supuso el mayor incremento para el precio de los alimentos desde 1998, cuando el aumento fue de 21.96 por ciento.
"Los alimentos aumentaron 12.87% en diciembre del 2022. Esta situación es alarmante, ya que cuatro de cada 10 mexicanos se encuentran en situación de pobreza laboral. La guerra en Ucrania tiene efectos negativos tanto en los precios de los energéticos como en los precios de los alimentos por la importancia de la región en la producción de trigo y fertilizantes”, destacó la organización México ¿Cómo Vamos?
El dato de diciembre, además de ser uno de los incrementos más fuertes para un fin de año en más de dos décadas, también supuso una aceleración desde la cifra de noviembre cuando registraron una inflación anual de 12.54 por ciento.
Aumentos pese a contención
Desglosado, se observó que alimentos típicos de la dieta mexicana, y que incluso están dentro de la canasta básica de productos cuyo precio el gobierno trató de contener, presentaron incrementos importantes, tal es el caso de la tortilla de maíz que al cierre del año aumentó su precio en 19.00 por ciento.
Otros productos que también aumentaron de manera significativa por arriba de la inflación general y forman parte del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) son el pollo, con un aumento de 8.77%; el pan de caja se encareció 19.32%; el bistec de res 7.50%; la leche, con un incremento de 13.74%; la naranja, con 40.20%, entre otros.
Del otro lado, los productos que lograron presentar una disminución en su precio y que son parte del Pacic son el limón, cuyo preció bajó 24.26%; la manzana, con una disminución de 0.01%; la cebolla, con 23.97%, por ejemplo.
De lado de la salud y el cuidado personal, el papel higiénico y el jabón de tocador mostraron un aumento superior al de la inflación, con tasas de 13.65 y 19.81% respectivamente.
Esperan desaceleración
Para este 2023, los analistas esperan que las presiones inflacionarias en los alimentos empiecen a ceder conforme avance el año; sin embargo, las tensiones en Europa continúa siendo un factor de riesgo.
“Tienes la parte externa en donde se ha observado que los precios de alimentos en otros países han empezado a desacelerar y también se espera que el componente de demanda empiece a ceder”, comentó James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco.
El menor dinamismo económico esperado para este año también tendría su impacto para relajar la demanda de los productos alimenticios, añadió.
Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis Económico de Monex, señaló que es probable que se observe una inflación más moderada en alimentos por un efecto base de comparación, es decir, por los altos niveles que se alcanzaron en el 2022.
“Fue a partir de marzo del año pasado en donde se empezó a registrar una inflación de doble dígito en la parte de alimentos, bebidas y tabaco. Entonces, para este año vamos a tener una base de comparación más alta, por lo que puede ser que a partir de marzo se empiece a ver una desaceleración”, dijo.
La inflación alta es un problema global, los datos más recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos apuntaron una inflación promedio de 16.1% para los países miembros.
Es probable que se observe una inflación más moderada en alimentos por un efecto base de comparación, por los altos niveles que se alcanzaron en el 2022.