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Banxico subió tasas para desincentivar la depreciación cambiaria: BIS
Otros bancos centrales en el mundo han avanzado en la desarticulación de la fase expansiva de su política monetaria.
El alza de tasas que ha dirigido desde el año pasado el Banco de México y el Banco Central de la República de Turquía han tenido la intención de desincentivar las presiones del mercado cambiario sobre la inflación, consigna el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés).
A diferencia de la tendencia mundial, donde los bancos centrales están avanzando en la desarticulación de la fase expansiva de la política monetaria, ante los indicios de una mejora en la economía mundial, estas dos instituciones han tenido que reaccionar al riesgo de efectos de segunda ronda en la inflación. Riesgos originados en la depreciación de sus divisas, argumenta.
Los bancos centrales que han aumentado sus tasas desde el año pasado de manera consistente tomaron la decisión en gran parte para enfrentar el impacto del tipo de cambio en la inflación y en las expectativas. Este es el caso del Banco de México y el Banco Central de la República de Turquía , refirió en un análisis titulado Política Monetaria: Puliendo los pilares de la normalización.
El BIS, que es también conocido como el banco de los bancos centrales, explica que existen límites claros sobre qué tan lejos puede llevarse la estrategia, pues el alza de tasas puede ayudar a suavizar los ajustes, pero no puede resolver el problema de origen .
En el análisis explican que normalizar muy rápido podría elevar el riesgo de un corto circuito en la recuperación .
El Banco de México impulsó cinco alzas en la tasa de fondeo interbancario durante el 2016, de 50 puntos base. Con la más reciente de junio, se completaron siete aumentos consecutivos y en lo que va del año se han acumulado cuatro; la de febrero fue de medio punto y en las subsecuentes de marzo,mayo y junio, rebajó la dosis a 25 puntos cada una.
El BIS sugiere a las autoridades monetarias tomarse el tiempo para ir midiendo el impacto de los incrementos de las tasas en el mercado, pues la volatilidad internacional podría sumarse a los factores de presión inflacionaria.
La institución consigna que la normalización de las más grandes economías avanzadas podría traer complicaciones internacionales que deberían valorar los bancos centrales de mercados emergentes al comenzar la desarticulación de políticas altamente acomodaticias.
Desde el 2010, que los emergentes se convirtieron en receptores naturales de la liquidez liberada por las economías avanzadas, en la normalización de las condiciones son los más expuestos.
El endurecimiento de la política monetaria, junto con la volatilidad del mercado financiero, podría tener implicaciones macroeconómicas significativas , advirtió el BIS.
Subir tasas presiona a la baja la actividad económica y, por otro lado, la depreciación de la moneda doméstica podría presionar a la inflación, generando efectos de segunda ronda especialmente en aquellas economías con mayor fragilidad fiscal y menor récord de inflación.
El BIS consigna que los bancos centrales pueden mitigar este dilema dirigiendo las reservas internacionales de manera que se implementen medidas macroprudenciales y la posibilidad de asumir medidas que permitan manejar las salidas de capitales.
Podrían coordinar alzas
Los retos de la normalización de condiciones monetarias, dirigidos por el endurecimiento de tasas, podrían asumirse de manera coordinada y en cooperación de los bancos centrales, lo que limitaría la volatilidad, observó el BIS.
Como mínimo, podrían mantener una comunicación estrecha entre bancos centrales para tener un mejor entendimiento de las razones detrás de sus decisiones y las consecuencias de las mismas alrededor del mundo.
Este diálogo e intercambio de experiencias podría afinar la precisión de sus movimientos, pero tendrían que evaluar la pertinencia de sincronizar las alza, siempre que sus presiones domésticas se los permita.