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Dinámica económica alienta expectativas de un PIB cercano a 3%
Advierten que se presentará una desaceleración en el segundo semestre del año, pero descartan un escenario de recesión.
La dinámica que mantiene la economía mexicana desde el primer trimestre del año alimenta expectativas de un crecimiento que puede fluctuar alrededor de 3%, en promedio, durante todo el 2023, coincidieron analistas de Banco Base, Monex, Finamex, Goldman Sachs, J.P. Morgan y Pantheon Macroeconomics.
Entre ellos cinco, quien tiene el pronóstico más alto es J.P Morgan, que está en 3.2%; muy cerca se ubican las expectativas revisadas de Finamex; Pantheon Macroeconomics y Banco Base que están en 3% así como las de Goldman Sachs y Monex que coinciden en 2.9 por ciento.
Todos los economistas consultados advierten que se presentará una desaceleración en el segundo semestre del año, pero descartan un escenario de recesión.
El economista jefe para México y Centroamérica en J.P. Morgan, Gabriel Lozano, que tiene la expectativa más alta para el crecimiento de México, de 3.2%, considera que “persisten riesgos alcistas para el segundo semestre y el próximo año”.
Destacó, en particular, la sólida posición del consumo público y privado; la construcción pública y la producción manufacturera impulsada por el sector automotriz.
Con él coincidió la economista principal de Casa de Bolsa Finamex, Montserrat Aldave, quien tiene la expectativa de crecimiento en 3% para todo el 2023. La especialista se apoyó en el desempeño positivo que mantiene la construcción, particularmente las obras de ingeniería civil que podrían responder a los mega proyectos de la administración actual, como son el Tren maya, el Corredor del Istmo y la refinería.
Asumiendo que el gobierno debe cumplir sus compromisos de terminar las megaobras de aquí al 2024, podemos suponer que por lo menos en ese sector, deberíamos ver fortaleza o crecimientos importantes”, agregó.
Ven desde Londres un panorama mixto
El economista senior para América Latina de la consultoría internacional Pantheon Macroeconomics, Andrés Abadía, destacó que de cara al futuro el panorama es mixto.
La caída gradual de la inflación permite anticipar recortes de la tasa para el cuarto trimestre que podrían facilitar un repunte del gasto de los hogares, señaló.
Pero apuntó a la volatilidad de la actividad manufacturera, el debilitamiento del flujo de remesas y el aumento de la incertidumbre política como grandes amenazas. Así, anticipan que el crecimiento económico conseguirá un avance anual de 2.9%, tal como Monex.
La directora de análisis económico, cambiario y bursátil de Monex, Janneth Quiroz, señaló al mayor costo financiero, por las altas tasas de interés, como un factor que terminará por debilitar al consumo, lo que se verá en el segundo semestre y en el transcurso del año próximo.
Aún recortando las tasas, seguirán en posición restrictiva, señaló. La experta destacó que su nuevo pronóstico refleja el desempeño del PIB hasta ahora, su resiliencia y no incorpora expectativas del llamado nearshoring.
Lado “B” del mercado laboral y consumo
La experta de Monex señaló, también, al aumento del salario mínimo como un factor de riesgo para el mercado laboral.
Si bien la baja en la tasa desempleo implica que más personas cuentan con mayores ingresos y generan mayor demanda alimentando a la maquinaria económica, está por verse si las empresas lo pueden sostener.
Con ella coincide la directora del think tank México, cómo vamos, Sofía Ramírez, quien destacó que el aumento del salario mínimo afecta sólo al empleo formal que gana el salario mínimo y termina por empujar a los demás salarios. Esto ha empujado 14% al ingreso laboral.
Pero la parte que más aumentó fue el ingreso corriente de los hogares derivado del empleo. Sin embargo, consignó que son las empresas quienes están sosteniendo este desempeño y, sin crecimiento económico sostenido, no se puede esperar que se mantenga.
Los riesgos
La directora de análisis económico en Banco Base, Gabriela Siller, considera que a pesar de la expectativa de crecimiento sólido existen varios factores de riesgo tanto internos como externos que podrían desviar su expectativa.
En el lado interno se refiere a la incertidumbre generada por las políticas económicas internas, sobre todo aquellas que ponen en duda la confianza en las instituciones y las reglas del juego para la inversión.