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Economía

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Fitch recorta la nota de México a BBB- por impacto económico ante pandemia del Covid-19

La modificación de Fitch en la calificación está en línea con la acción hecha por la calificadora Standard & Poor's (S&P) a finales de marzo, cuando recortó la calificación del país a 'BBB' desde 'BBB+' y mantuvo su perspectiva en Negativa.

La agencia calificadora Fitch Ratings informó que recortó la nota de México desde el “BBB” a “BBB-”, con perspectiva Estable, ello debido al shock económico que tendrá el país por la pandemia del coronavirus, con lo cual deja la calificación a un escalón de perder su grado de inversión y ser considerada como bono especulativo.

“El shock económico representado por la pandemia del coronavirus conducirá a una recesión severa en México en el 2020. Una recuperación a partir de la segunda mitad del 2020 probablemente se verá frenada por los mismos factores que han obstaculizado el desempeño económico reciente, que han impactado en la calificación y el nivel de ingresos”, refirió Fitch.

Estos factores, agregó, son el deterioro en el clima de negocios de ciertos sectores y una percepción de erosión de la fortaleza institucional en el marco regulatorio.

Agregó que la ausencia de una respuesta fiscal por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador puede generar que la deuda incremente y represente 50% del Producto Interno Bruto (PIB), el nivel más alto desde la década de los 80. Por ello, uno de los grandes desafíos del país será consolidar las finanzas públicas una vez que la crisis haya terminado, así como devolver la deuda a un camino sostenible.

Destacó que la respuesta directa de la política fiscal ha sido relativamente limitada en comparación con otros países de la región

Fitch Ratings espera que el país registre una contracción económica de 4% este 2020, con una fuerte caída en la primera mitad del año, seguida de una recuperación gradual hacia la segunda mitad. Sin embargo, existe un alto nivel de incertidumbre y un equilibrio de riesgos a la baja.

“El alcance de la contracción económica y de la recuperación a partir del segundo semestre del 2020 dependerán de las perspectivas en Estados Unidos, el principal socio comercial de México, así como de la duración del shock del virus a nivel nacional. Las proyecciones oficiales de México se basan en un bloqueo interno que dura hasta principios de mayo, pero esto puede extenderse o relajarse más gradualmente. La ausencia hasta la fecha de una respuesta fiscal considerable para apoyar el consumo, en comparación con otros pares de calificación en la región, refleja un deseo de minimizar los desequilibrios fiscales, pero puede retrasar la recuperación”.

Consideró que es probable que persistan los factores que frenaron la inversión antes de la crisis, como una gobernanza relativamente débil y las intervenciones políticas ad hoc del gobierno.

Destacó que la política monetaria creíble es una fortaleza de la calificación del país, lo cual ayudará a la economía a absorber el shock externo mientras minimiza los desequilibrios externos de la cuenta corriente.

De perder grado de inversión, costos aumentarían

De perder el grado de inversión hacia adelante, por parte de esta calificadora o alguna otra, los costos de salir al mercado de deuda podrían encarecerse, refirieron analistas consultados.

Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, explicó que, cuando algún país pierde su grado de inversión, los fondos de inversión ya no pueden invertir en éste por motivos de regulación.

En caso de que en México se dé algo así, añadió que el gobierno tendría que fondearse con una tasa cada vez más alta, con un mayor riesgo y una mayor salida de capitales.

“En estos momentos, el papel de deuda de México que circula en el mundo no se encarece, no hay que pagar más intereses. Si se hubiera bajado la calificación a un escalón donde se pierda el grado de inversión implicaría que cualquier financiamiento solicitado a partir de esta acción deba ir acompañado de un rendimiento mayor que deberán dar no sólo el gobierno mexicano, sino otras corporaciones mexicanas”, indicó Raymundo Tenorio, profesor emérito del Tec de Monterrey.

Lo anterior, añadió, implicaría un costo más alto de salir al mercado al que se tiene hoy en día.

La modificación en la calificación que realizó Fitch está en línea con la acción realizada por la calificadora Standard & Poor’s (S&P) a finales de marzo, cuando recortó la nota del país a “BBB” desde “BBB+” y mantuvo su perspectiva en Negativa.

Ante los movimientos que han realizado las calificadoras Fitch y S&P, analistas refirieron que la expectativa es que Moody’s realice un movimiento similar debido al panorama actual, en el que se espera que el país viva una recesión este año.

Pemex, factor clave de riesgo

La calificadora destacó que la deuda de Pemex sigue siendo un factor de riesgo claro, particularmente por la fuerte caída de los precios del petróleo. No obstante, refirió que el impacto de un peor escenario de la posición financiera de la petrolera en el perfil crediticio soberano “se anticipó en gran medida en nuestra acción de calificación soberana anterior”, en junio del año pasado.

En tanto, las perspectivas para las finanzas públicas son mucho menos favorables que en el momento de la última revisión de calificación. Fitch espera que el déficit del gobierno general se amplíe a 4.4% del PIB. “La sensibilidad de los ingresos a los cambios en la tasa de crecimiento es comparativamente limitada dada la baja recaudación de impuestos no petroleros, pero es posible un daño más grave a la base impositiva si el bloqueo de un mes se prolonga o posteriormente se reinstala”.

En el lado positivo, Fitch espera que el comercio ayude a la economía mexicana, sobre todo por la entrada en vigor del T-MEC, que se espera a mediados de este año.

“El tratado en sí mismo representa un compromiso a largo plazo en el lado mexicano para mantener una posición económica orientada al mercado y trabajar de manera constructiva con los inversionistas extranjeros de una manera que limite los riesgos a la baja para la orientación política”.

Factores que podrían conducir a una acción o actualización de calificación positiva son:

• Recuperación económica y mejora en las perspectivas de crecimiento respaldadas por políticas macroeconómicas creíbles.

• Camino creíble hacia la estabilización y reducción de la carga de la deuda pública y una reducción de los riesgos de responsabilidad contingente relacionados con Pemex.

• Mejora en los indicadores de gobernanza a un nivel más cercano a la mediana de la categoría de calificación.

Factores que podrían conducir a una acción de calificación negativa o rebaja:

• Un debilitamiento en la consistencia y credibilidad del marco de política macroeconómica, por ejemplo, si las intervenciones políticas poco ortodoxas se generalizan, lo que lleva a una revaluación de la muesca al alza en el ajuste de calificación para este factor o al deterioro de las perspectivas de recuperación económica y mejora sostenida en el crecimiento.

• Un aumento de la tendencia en la carga de la deuda pública, evidenciado por una trayectoria ascendente en el índice de deuda del gobierno general.

• El deterioro en los indicadores de gobernanza, que refleja una erosión de las fortalezas institucionales, y que amplía la brecha aún más a los puntajes de los pares de la categoría “BBB”.

Tras el recorte en la nota soberana, el tipo de cambio se depreció hasta 24.2510 pesos por dólar en el mercado electrónico, 1.10% respecto a 23.9860 del cierre del Banco de México a la 1:30 de la tarde, y se ubicó en 24.21 pesos a las 7 de la noche, según datos de Reuters.

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