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Economía

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“Presiones fiscales se intensificarán entre el 2023 y el 2024 para México”

Los pasivos contingentes procedentes de las empresas estatales mal administradas y económicamente dependientes del gobierno, debilitan el panorama fiscal; las perspectivas para el PIB son poco inspiradoras, lo que limita la estabilidad de las finanzas públicas.

La construcción de vivienda en la Ciudad de México es escasa, pese a la demanda que existen en ciertas zonas como el Centro. Foto: Shutterstock.

El banco de inversión Goldman Sachs advierte que es muy probable que las presiones fiscales para México se intensificarán en los últimos dos años de esta administración.

Con la persistente debilidad del crecimiento económico, el cada vez menor espacio para recortar al gasto público, y el agotamiento de los ahorros fiscales, es probable que se intensifiquen las presiones fiscales entre el 2023 y el 2024, explicaron.

En el Panorama Macro para México, subrayaron que “los pasivos contingentes procedentes de las empresas estatales mal administradas y económicamente dependientes del gobierno, debilitan aún más el panorama fiscal”.

En el análisis, liderado por el economista para América Latina, Alberto Ramos, mostraron que la deuda pública, como porcentaje del PIB, sigue siendo una fuente de relativa comodidad y un factor que favorece a México al compararle con otros emergentes.

De acuerdo con proyecciones de la Secretaría de Hacienda, la deuda total del país cerrará este año en un monto cercano a 13 billones de pesos, que representa 50.3% del PIB. Esta proporción contrasta con 70% del Producto que representa para los mercados emergentes según información divulgada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En el análisis, los estrategas de Goldman Sachs esgrimen que “las perspectivas de crecimiento para el PIB son poco inspiradoras” y su bajo desempeño también es un límite para la estabilidad de las finanzas públicas.

Innecesariamente carente

En el análisis que titularon: “Ni demasiado frío ni demasiado caliente. Sólo innecesariamente deficiente”, resaltaron que la combinación de cambios en políticas regulatorias para sectores clave como el de la electricidad, seguirá desalentando a la inversión.

En general exponen que la tasa de inversión disminuyó de un promedio de 21% del PIB durante el periodo 2014 al 2018 al 19.3% del PIB en el 2019. Y consignan que llegó a un mínimo de 17.2% del Producto en el 2020. Esta moderación tiene impacto negativo en la productividad, el potencial de crecimiento y deterioro social, subrayaron.

Consecuencia de este contexto, estimaron un rebote del PIB de 5.1% para todo el 2021, que no permite compensar la contracción de 8.2% que se alcanzó en la llegada de la pandemia.

Proyectan que para el año entrante, el PIB apenas conseguirá un avance de 2.2 por ciento.

Para llegar a estas estimaciones, suponen que contribuirá una más firme relación de intercambio comercial, el avance de la vacunación y la normalización de actividades económicas en sectores rezagados como ha sido el de servicios.

Lejos de expectativa presupuestal

De acuerdo con la encuesta de Citibanamex, divulgada el lunes 21 de diciembre, la expectativa media de crecimiento económico para el 2022 está en 2.8 por ciento.

Entre 28 expectativas recabadas, Vector tiene la previsión más cercana a la que tiene el gobierno, en la que basó el presupuesto para este año, de 4 por ciento.

El contraste lo traen Citibanamex y Grupo Bursamétrica cuya previsión coincide en 1.9% para el PIB, lejos del 4.1% estimado por la Secretaría de Hacienda.

Esta expectativa media de crecimiento muestra un ajuste desde 2.9% que traía el promedio al iniciar diciembre.

Erosión de buffers

Los estrategas de Goldman Sachs no son los únicos que consideran retadora la situación fiscal de México hacia el cierre de esta administración. La economista para México en BNP Paribas, Pamela Díaz Loubet ya había explicado que el optimismo en la estimación del PIB por parte del gobierno, provoca que la recaudación se sobreestime. Lo mismo sucede con el nivel de deuda como porcentaje del PIB.

Y como ésta ha sido la mecánica presupuestal en México, las autoridades han compensado esta diferencia con el manejo de los recursos fiscales ahorrados por ejemplo en el Fondo de Estabilización Petrolera (FEIP) en el 2020 y otro tipo de depósitos.

Las agencias calificadoras Fitch y Moody´s han advertido sobre la erosión de las reservas fiscales que se ha presentado en esta administración. El FEIP llegó a tener ahorros por el equivalente a 1% del PIB y en este año terminaron por extinguirse, de tal modo que ya no están disponibles para la segunda parte del sexenio, alertó Moody´s.

Apenas en octubre, el subdirector de asuntos fiscales en el Fondo Monetario Internacional (FMI), Paolo Mauro, explicó que es muy temprano para pensar en reconstruir los ahorros fiscales, tanto en México como en el resto del mundo. Esto  dependerá de la fortaleza de la recuperación económica.

ymorales@eleconomista.com.mx

Yolanda Morales Quiroga es “corresponsal itinerante” en organismos financieros internacionales, apasionada de la macroeconomía y la política monetaria y contadora de historias, detrás de sus apuntes de reportera. Oficio en el que se ha desempeñado por 19 años. Reportera de Finanzas Globales, blogger y conductora del Programa en línea de El Economista, Voces en Directo.

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