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Primer ministro de Japón promete recortes fiscales
Fumio Kishida, primer ministro de Japón, prometió ayer recortes fiscales como parte de un nuevo programa económico con el que espera apuntalar su alicaída popularidad.
Fumio Kishida, primer ministro de Japón, prometió ayer recortes fiscales como parte de un nuevo programa económico con el que espera apuntalar su alicaída popularidad.
Kishida ha visto caer sus índices de popularidad a los niveles más bajos desde que asumió el cargo hace dos años y el fin de semana el Partido Liberal Democrático (PLD), al que representa, perdió unas elecciones parciales.
En un discurso de política legislativa ante el Parlamento, Kishida enumeró sus logros económicos y prometió mantener las ayudas a los combustibles y las medidas para dinamizar las economías locales, en un amplio esfuerzo por apuntalar la debilitada economía japonesa.
“Economía, economía, economía. Por encima de todo, la economía es mi prioridad”, afirmó.
Su gobierno trabaja en un nuevo paquete de estímulo que se espera se presente en las próximas semanas, el cual pretende aliviar la presión sobre los hogares japoneses por el aumento de precios.
El mandatario japonés agregó que el programa incluirá recortes fiscales para los hogares, fomentará las inversiones de las empresas y el crecimiento salarial.
Durante los próximos dos o tres años, intensificaremos las medidas de apoyo que contribuirán a reforzar la capacidad de suministro, incluidas las grandes inversiones relacionadas con la seguridad nacional, como los semiconductores y la descarbonización”, declaró Kishida.
Kishida puede gobernar hasta el 2025 pero se especula que convocará a unas elecciones anticipadas ante una probable dura votación interna por el liderazgo del PLD el año próximo.
En cuanto a la diplomacia, afirmó que su objetivo es lograr unas relaciones estables y constructivas con China.
Sin embargo, pidió a Pekín que ponga fin a su prohibición de importar marisco japonés, impuesta después de que Japón empezara a verter en agosto aguas residuales procedentes de los reactores nucleares de Fukushima.
Kishida también reiteró su disposición a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, para trabajar en cuestiones emocionales relacionadas con los ciudadanos japoneses secuestrados por agentes de Pyongyang durante la Guerra Fría.