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Economía

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Recaudación seguirá por debajo del promedio de la OCDE, aun con reforma

En México representa 16.5% del PIB, el secretario Yorio ha dicho que a final del sexenio subirá tres puntos del PIB;  en el 2019 el promedio de la América Latina y el Caribe era de 22.9 por ciento.

México continuaría por debajo del promedio de recaudación, de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), aun con la reforma fiscal que busca implementar la administración de Andrés Manuel López Obrador.

Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dijo en abril a inversionistas que con la reforma fiscal que se pretende impulsar —sin aumentar ni crear impuestos— podría dejar una recaudación extra de hasta tres puntos del Producto Interno Bruto (PIB) para el final del sexenio, esto es en el 2024.

Si bien estos tres puntos podrían ubicar a México cerca del promedio latinoamericano de recaudación, aún quedaría muy por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE. De llevarse a cabo la reforma y obtener los tres puntos del PIB extra, la recaudación de impuestos en México podría alcanzar un nivel de 19.5% del PIB, aproximadamente.

De acuerdo con la OCDE, con datos del 2019, México recaudó a través de los impuestos 16.5% del PIB, apenas 0.4 puntos mayor al año previo. Con ello, queda entre los cinco últimos lugares de América Latina y el Caribe, que en promedio recaudan 22.9%, mientras que el promedio general de la OCDE es de una recaudación que equivale a 33.8% del PIB.

De acuerdo con inversionistas, Yorio mencionó la posibilidad de reducir los impuestos para las personas de bajos ingresos y a las pequeñas empresas para reducir la informalidad; sin embargo, en días pasados, Raquel Buenrostro, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), dijo que la reforma se enfocaría más a facilidades administrativas, y que sería más una Miscelánea Fiscal.

Incluso, la funcionaria hizo una estimación de que con esta reforma, en un primer año de implementación, se podrían recaudar hasta 200,000 millones de pesos extra, lo que equivale a 1% del PIB.

“Sí hay espacio para no tener una reforma fiscal y que siga siendo sustentable la recaudación”, dijo.

Foco de atención

El bajo nivel de recaudación, aún con los tres puntos extra que se podrían obtener con la reforma que se viene, debe ser un foco de atención para la administración y atenderlo mediante diversas acciones, indicaron analistas.

“La realidad es que nuestro sistema tiene muchas deficiencias, lagunas que permiten la evasión y elusión, además de todas las exenciones fiscales que se dan, lo cual es aprovechado por los contribuyentes así que, cualquier esfuerzo que ayude a subir, aunque sea tres puntos del PIB, no es malo y, para las necesidades que hay en el país es algo positivo, pero la propuesta que hay está muy lejos de acercarnos a esos niveles”, consideró James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco.

Adrián García, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), agregó que otros factores que han afectado al nivel recaudatorio es la elevada tasa de informalidad que existe en el país, además de que el sistema fiscal en México no es tan progresivo como en otros países.

Ejemplificó que en otros países de la OCDE la tasa marginal de ISR que se cobra a las personas físicas que ganan arriba de 3.8 millones de pesos al año es de 50% o más, mientras que en México es de 35%, además de que la tasa del IVA que se cobra es de 16% —en donde hay muchas exenciones—, cuando en países latinoamericanos como Chile alcanza 19 por ciento.

Otro punto es la alta evasión y elusión fiscal que existe en el país y que deja pérdidas millonarias al erario, lo cual ha intentado ser atendido este sexenio con la reforma fiscal penal contra factureras, la reforma contra el outsourcing, así como una mayor fiscalización por parte del fisco.

Limitante de política fiscal

La importancia de que México tenga un mayor nivel de recaudación tributaria se da porque ésta es la principal fuente de ingresos del gobierno y, al ser baja, limita la política fiscal que éste pueda ejercer, lo que a su vez puede impactar en el bienestar de la población.

“Tener bajos ingresos te limita el papel de la política fiscal, en este caso, el gasto del gobierno. Se limita al gobierno en las actividades y cosas que puede hacer y más en un país como México, que tiene muchas necesidades todavía en desarrollo”, dijo James Salazar.

En este sentido, Adrián García aseveró la necesidad de recursos para proveer servicios como educación, salud, infraestructura, telecomunicaciones; sin embargo, expuso que existe una especie de círculo vicioso.

“Históricamente se ha gastado muy mal, en donde se sabe de escándalos de corrupción y mal manejo de recursos, entonces esto afecta la percepción de la gente para que pague impuestos, no le puedes pedir que pague más cuando no ven resultados en la calidad de los servicios y, a la vez, no puedes mejorar estos si no se tienen recursos”, precisó el especialista.

ana.martinez@eleconomista.mx

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