“Estoy muy optimista (bullish) respecto a México”

Estoy muy positivo (bullish) acerca de México, dice Michael Roberts, CEO de HSBC North America. “México se ha vuelto mucho más importante en la cadena de valor de Estados Unidos, pero también en las cadenas de empresas de Europa y Asia. El papel que está jugando México en los planes de muchas empresas es cada vez más relevante. Además, estamos viendo cómo están creciendo empresas mexicanas que ya eran grandes y ahora son jugadores globales. Para nosotros, estos son factores que nos llevan a pensar en reforzar nuestra apuesta por México”.  

México seguirá siendo un beneficiario de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, considera este banquero que empezó a trabajar en el sector en 1986 y asumió la dirección de HSBC en América del Norte en el 2019. “Pensamos que la geopolítica y la economía está a favor de México y que en los próximos años veremos un crecimiento mucho más alto de lo que hemos visto. El principal factor es el nearshoring, pero no podemos subestimar otros aspectos. México es muy competitivo frente a muchos países, incluyendo China. Además, es una nación amigable, con vínculos muy fuertes con Estados Unidos, incluyendo cercanía y afinidad cultural”.

La visión de Michael Roberts sobre el nearshoring es optimista, pero cautelosa, “el nearshoring estuvo un poco sobrevendido antes, usamos tantas veces la palabra que diluimos un poco su significado e importancia. Eso no quiere decir que no sea una realidad que sea parte de una gran transformación. El mundo cambió mucho en los últimos cinco años y sigue cambiando. No pienso que vamos a tener menos globalización, lo que está pasando es que los flujos de inversión están cambiando de trayectoria”.

Este cambio de tendencia en los flujos de capitales tiene como referencia a China, explica: “Hace dos o tres décadas, China fue el gran ganador porque hacia allá se dirigían inversiones importantes. Eso generó un enorme crecimiento de su economía en un periodo muy breve. Ahora, los capitales se están moviendo en otra dirección. China sigue siendo muy importante, pero hay otros países que están atrayendo inversiones y capitales, uno de ellos es México. Ya ha empezado a pasar, lo dicen las cifras de inversión y comercio, pero lo más importante está por venir”.

Este gran reacomodo es una gran oportunidad para HSBC, dice Michael Roberts, Nosotros somos un banco que tiene verdadera presencia global. Me gusta pensar en HSBC como un conector. Ofrecemos conexión con el mundo a través de una red que tiene talento y tecnología. Para empresas mexicanas que exportan o quieren hacer una parte de sus operaciones en otro país, para individuos que quieren apoyo en el manejo de su patrimonio. A empresas de otros países que están o quieren estar en México, les ofrecemos nuestros servicios, además de conocimiento del mercado y del país en general. Hay una conexión lógica entre la visión de HSBC y el momento que vive México: es uno de los países más abiertos del mundo, tiene tratados comerciales con casi 50 países”.

A cargo de este ejecutivo, nacido en Texas, está el negocio de HSBC en Estados Unidos y en México. “Ser el CEO en la región Américas implica entender las diferencias que hay entre países como México y Estados Unidos, pero también aprovechar las cosas que tienen, que tenemos en común. Los procesos de gestión de riesgos son los mismos, el compliance (cumplimiento) también. Ofrecemos la misma calidad de servicios. La banca de menudeo es mucho más grande aquí como proporción del negocio, que en Estados Unidos. Allá, el negocio de mayoreo (en el que se trabaja con otros bancos) es mucho más grande que en México, pero la tendencia es que aquí crecerá y llegará a ser más o menos tan importante como en Estados Unidos. El nearshoring nos ofrece la oportunidad de crecer en ambos lados, porque las empresas requieren nuestros servicios en ambos países y, también, en otros países donde tenemos presencia”.

El reto ya no es ser el más grande

Con casi 40 años de experiencia en los servicios financieros, Michael Roberts tiene la capacidad de ver cómo ha cambiado la Banca Global, “Hace unos años, en los bancos había una obsesión por ser el más grande y las estrategias estaban dirigidas a ello. El objetivo era ser el más grande por tamaño de activos y tener la mayor participación de mercado. No es el caso ahora. El reto es estar muy enfocado y ser muy disciplinado. Ofrecer los mejores productos y servicios, de un modo sostenible y rentable. Para competir, se necesita escala y nosotros la tenemos”.