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5 tendencias de responsabilidad social que las pymes necesitan implementar
Una de las prioridades que debe estar en la agenda de las organizaciones es el tema de la responsabilidad social desde la parte operativa, la forma de generar ingresos, en los colaboradores, los clientes y todos los involucrados directa e indirectamente en el negocio
El mundo está cambiando, tan solo en los últimos años, lo que conocíamos como normal ya no lo es más a raíz de la pandemia, lo que tambien ha modificado los intereses y necesidades de las personas, algo que las empresas de todos los sectores deben tomar en cuenta para su estrategia de negocios.
Sin importar el tamaño de la organización o el área en la que se especialicen, una de las prioridades que debe estar en la agenda es el tema de la responsabilidad social Empresarial (RSE), desde la parte operativa, la forma de generar ingresos, en los colaboradores, los clientes y todos los involucrados directa e indirectamente en el negocio.
De acuerdo con datos de la consultora Nielsen, 75% de los consumidores está dispuesto a invertir en marcas cuyo compromiso se base en la responsabilidad social, además que valoran si los materiales utilizados en los productos son ecológicos, sustentables y se preocupan por el bienestar de los animales. De ahí la importancia de transformar a las organizaciones, sobre todo la pequeñas y medianas empresas, la columna vertebral de la economía mexicana y que más complicaciones de crecimiento tienen.
Al ser las pymes de menor tamaño de colaboradores, la responsabilidad social puede surgir desde la fundación y también puede adoptarse de una mejor forma si la empresa ya está constituida, pero ¿qué se debe tomar en cuenta?, ¿qué prácticas son las más adecuadas?
Para ayudar en este proceso, ya sea desde que nace la empresa o si quiere evolucionar, makesense Américas, comparte cuáles son las cinco tendencias en materia de responsabilidad social que las organizaciones en América Latina deben considerar para potenciar su productividad e imagen:
1. Apuesta por la sostenibilidad y ODS
El año 2023 es la fecha límite para actuar en revertir la situación ambiental y social que vive el planeta, para lo cual se creó la agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) donde se abordan puntos como combate a la pobreza, generar trabajo decente y crecimiento económico, generar energía asequible y no contaminante, entre otros, que involucran la participación de las organizaciones de todos los tamaños.
Ante esto las empresas deben dedicarse más que nunca al cumplimiento de estos objetivos desde su modelo de negocios, lo que a la larga se transformará en mayor productividad y crecimiento organizacional.
2. Innovación social en estrategias de RSE
Los negocios necesitan innovar en cada proyecto, pero con un impacto positivo, pues esto permitirá crecer, ser más competitivo y destacar en el mercado.
Para lograrlo, se pueden implementar las siguientes técnicas:
- Metodologías Lean: tiene como objetivo principal alcanzar el mayor impacto posible en los proyectos optimizando los recursos y eliminando actividades que no aportan valor al objetivo final.
- Inteligencia colectiva: se debe considerar la inteligencia colectiva como la colaboración de un grupo de personas, que han de ser motivadas, informadas y coordinadas para conseguir una movilización efectiva de sus capacidades y conocimientos para la toma de mejores decisiones.
- Redefinición de las relaciones comunidad-empresa: una metodología que se puede implementar, por parte de makesense, es crear comunidades con el fin de alinear propósitos y visiones en una empresa, generar engagement, redes de apoyo y activación de colaboradores.
- Procesos de innovación abierta: hay que trabajar en impulsar la innovación para construir modelos de negocio para el futuro en colaboración con empresas sociales.
- Necesidad de equidad y diversidad: se deben implementar nuevas formas de innovar desde el reconocimiento del valor de todas las personas y el empoderamiento colectivo.
3. Impacto de la RSE en los empleados
La responsabilidad social también abarca a los colaboradores, por lo que las organizaciones deben trabajar en una política basada en causas y valores afines a su plantilla.
“Asimismo, las organizaciones utilizarán estratégicamente sus esfuerzos de RSE como parte de su posicionamiento de contratación y promoción para atraer talento”.
4. Digitalización de las oportunidades de impacto
Una de las lecciones que dejó la pandemia es que el mundo virtual permite maximizar el número de beneficiados y el acceso masivo a programas de impacto, por lo que se recomienda replicar estos aprendizajes.
Cuando se implementan programas basado en el ámbito virtual, un 65% de los participantes ejercen acciones concretas de impacto positivo y responsable en su entorno, indica makesense.
5. Inversiones de impacto
Se requieren para generar rentabilidad atractiva, así como un impacto social y ambiental positivo y cuantificable.
Al trabajar en esto, las empresas tendrán mayor competitividad e imagen ante el mercado, lo que lo diferenciará de sus competidores y permitirá crecer mejor.
Conocer las tendencias actuales y acondicionarlas en el negocio, permitirá que se abran “nuevas oportunidades para diseñar productos y servicios que satisfagan de manera sostenible y responsable las necesidades de los consumidores que buscan un estilo de vida sostenible”, concluyó Diego Reyeros, co-fundador de makesense Américas.