7 lecciones empresariales de Yo soy Betty, la fea

Yo soy Betty, la fea cumple 25 años y este 19 de julio llega una nueva temporada, en la que será posible ver qué pasó en Ecomoda y con cada uno de sus colaboradores.

La novela colombiana posee un récord Guinness como la telenovela con exitosa del mundo, al ser transmitida en más de 180 países, doblada a 25 idiomas y al menos 28 adaptaciones.

Aunque la historia se centra en el amor que se crea entre Beatriz Pinzón y Armando Mendoza, no hay que dejar de lado las enseñanzas empresariales y de las que pueden aprender emprendedores y empresarios.

Las lecciones 

Como dicen los memes Betty ha salvado cuatro empresas: Ecomoda, RCN, Netflix y Amazon, debido a que las cadenas que han transmitido los capítulos han incrementado el número de visitas en las plataformas y como consecuencia los ingresos. Pero ¿qué podemos aprender de Yo soy Betty, la fea en el mundo empresarial?

1. Es necesario un plan de sucesión

Empecemos por recordar que la novela inicia cuando Roberto Mendoza deja la compañía en manos de Armando Mendoza, quien gana el puesto de director luego de presentar un ambicioso plan de negocios, pero en realidad no existió una preparación para asumir el cargo.

Leonardo Enrique Taylor, experto en auditoria, gestión de riesgos y finanzas dice que muchas empresas, igual que Ecomoda, son empresas familiares y no tienen definidos procesos de sucesión, gobierno corporativo y planes estratégicos de hecho, la gestión empresarial suele estar “en la mente de los dueños” y cuando dejan la compañía se complica la administración para el sucesor.

“Muchas empresas nacen familiares y no tienen planes estratégicos y cuando el dueño ya no está se hace muy difícil para quien va a tomar la batuta de la compañía. Es fundamental que las compañías trabajen en estos procesos de planes de sucesión”.

2. Auditores son clave en la compañía

Uno de los capítulos clave es cuando Betty presenta ante la junta directiva el estado financiero real y destapa el fraude que había cometido Don armando, quien por meses presentó reportes “maquillados”.

Ante esta situación, Taylor detalla la importancia de contar con auditores internos y una gestión de riesgos empresarial, para evitar la manipulación de información y que eso pueda terminar con la empresa.

“La auditoría acompaña y contribuye al cumplimiento de los objetivos, verifica la eficiencia en las operaciones, cumplimiento de leyes y regulaciones, el control de los activos fijos y la confiabilidad de la información financiera”.

Además, en Latinoamérica la gestión de riesgos suele aplicarse en las grandes compañías, pero se requiere que también tenga presencia en las pequeñas y medianas, porque ayudará a saber cómo actuar en de crisis

3. La ética en la organización es clave

La ética es un pilar fundamental en las organizaciones y se debe implementar desde el liderazgo; sin embargo, en Ecomoda la ausencia de una cultura de ética facilitó que se cometieran actos ilícitos que casi terminan con la compañía, como fraude financiero.

“Armando no era un líder ejemplar, era una tormenta perfecta, no vivía la ética como parte de sus valores, aun cuando venía de una formación, una casa y familia intachable”.

Taylor señala que la ética se puede corromper fácilmente y se vio con Armando al ser capaz de manipular los estados financieros con tal mantenerse en la presidencia y ser un “buen presidente”.

Betty también corrompió la ética, puesto que participó en diferentes actos ilícitos para quedar bien con el jefe y mantener el puesto, como el maquillaje de cifras, recibir sobornos y crear compañías ficticias.

4. El core del negocio no puede estar en una sola persona

A pesar de que Armando era el que decidía cómo se hacían las cosas, Hugo Lombardi era quien manejaba el verdadero negocio, que era la calidad de los productos y diseños.

De hecho, permitir que el core del negocio caiga en una sola persona puede hacer que la empresa desaparezca, porque “cuando una compañía no tiene muchas personas en las que apalanca el negocio, la empresa termina siendo la persona y el día que esa persona no esté la compañía no va a poder operar adecuadamente”

5. Conoce con quién hacer tratos

En busca de reducir costos, Armando acuerda con Betty buscar un proveedor que vendan materia prima económica, aunque la calidad se reduzca y encuentran un proveedor extranjero, pero la mercancía queda detenida en la aduana por ser telas de contrabando y una empresa “pirata”, desencadenando complicaciones económicas.

Esto es un claro ejemplo de la importancia de conocer a los proveedores, de investigar su procedencia y formalidad. “Al final, la enseñanza es conocer muy bien con quién nos relacionamos”.

6. Contrata al personal indicado

Los colaboradores son lo más importante de las organizaciones, pues las compañías son personas y en Ecomoda hay “pecados que se cometen” como contratar personal solo porque son amigos y no cumplen con la experiencia o requisitos del cargo.

Un ejemplo es Patricia Fernández, la secretaria de presidencia y amiga de Marcela Valencia, accionista de la compañía, quien solo estudió “seis semestres de finanza en la San Marino” y como no tenía las credenciales, entorpecía los procesos de la compañía.

Lo contrario pasó con Betty, quien estaba sobrecalificada para el puesto de secretaría y se encargaba de tareas administrativas, lo cual generaba desmotivación al no ser valorada.  

“En muchas organizaciones vinculan a personas que no están preparadas para hacer el trabajo y eso impacta de manera negativa, y cuando se mezclan los negocios con la amistad se impacta en la productividad de la organización”, precisa Taylor.

Otro ejemplo es el cuartel de las feas, que se la pasaban platicando de los chismes de la empresa y eran poco productivas. “Tener personal desenfocado de su actividad principal es complejo, toda vez que no están cumpliendo con su objetivo empresarial”.

7. Clima laboral tóxico

El ambiente laboral en la Ecomoda era hostil y tóxico, todo el tiempo había gritos y hasta acoso laboral, temas que las organizaciones deben cuidar y erradicar del negocio.

“Hoy debemos ser bastante intolerantes ante esos comportamientos, debemos hacer que todas las personas se sientan a gusto en su puesto de trabajo”.

Por ello, Taylor recomienda trabajar en la prevención de malas prácticas y fomentar una cultura de comunicación, en la que el colaborador se sienta con la confianza y seguridad de reportar hostigamiento y acoso laboral.