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Agiliza tu respuesta al mercado
La rapidez en la toma de decisiones dentro de las empresas, grandes y pequeñas, es crucial para ser competitivo y adaptable en el entorno de negocios.
La demora en la toma decisiones genera costos para empresas grandes y pequeñas. En la primera el problema se origina por la lentitud en decidir alguna acción estratégica, financiera u operativa; en la segunda por la falta de información adecuada.
“La agilidad hoy en día es crucial en las empresas. Veo innumerables cantidad de compañías que pierden oportunidades de negocios por la falta de agilidad para tomar decisiones estratégicas”, expone Ernesto Weissmann.
Esta lentitud también afecta el clima laboral y la productividad de la compañía, por lo que el director general de Tandem, agencia de asesoramiento estratégico y desarrollo organizacional, recomendó a las empresas desarrollar un proceso robusto, pero ágil para tomar decisiones críticas.
Esto implica identificar cuáles son estas decisiones y la frecuencia con las que se presentan. Una vez hecho esto, organizarse alrededor de éstas. Encontrar el vehículo adecuado para decidir y asegurarse que en las juntas sólo participe la gente adecuada y no más que la necesaria.
LENTITUD PARA DECIDIR
El experto en desarrollo organizacional explica que una empresa es lenta en tomar decisiones porque sus procesos son burocráticos y engorrosos, o porque no hay claridad en los objetivos y la forma en cómo han sido comunicados.
“Cuando los empleados conocen los objetivos de las empresas se animan a decidir más que cuando no los conocen”, asegura.
También afecta la falta de una cultura de decisión dentro de la empresa y la formación de su personal. “Hay gente que no está preparada para tomar decisiones”, abunda.
“Cuanto más grande es una empresa más lento se decide. En las pequeñas compañías las decisiones están centralizadas, la velocidad no es un factor crítico, pero tal vez adolezcan de información y de no tener métodos claros”, considera el experto.
No hay un tiempo óptimo para decidir, pero sí lo hay en oportunidades de negocio: no haber lanzado un producto o que la competencia salga primero con éste, perder una licitación. “Las decisiones deben tomarse en el momento adecuado”, indica.
EN LAS JUNTAS, POCAS DECISIONES
Ernesto Weissmann considera que las juntas son medios muy usados por las empresas, pero pocas decisiones se toman durante su realización, por lo que resultan poco eficientes.
Para revertir esta situación, recomendó:
- Comprensión. Asegurarse que las juntas tengan una razón de ser y todos los participantes entiendan para qué van a la reunión.
- Rol. Las personas que participen deben tener en claro su papel –recomendar, analizar o ejecutar- en la toma de decisiones, de lo contrario no hace falta que se queden.
- Información anticipada. Todos lo que tengan que ver con la toma de una decisión deben saber de antemano cuál es ésta para poder analizarla de antemano y conversar internamente.
- Método de decisión. No sólo es conversar en las juntas, se tiene que conocer de antemano cómo se va a tomar la decisión.
Agilizar la toma de decisiones hará que las empresas sean más eficaces, menos burocráticas y generará menor frustración en sus equipos de trabajo. Por el contrario las empresas que al crecer se vuelven pesadas pierden parte de su potencial, y en mundo de rápidos cambios, esto suele ser un camino al fracaso, finaliza el experto.