En concurso de emprendedores ¿cómo evitar robo de ideas?

Los concursos pueden hacer uso de un contrato simple de confidencialidad que proteja la idea o proyecto del emprendedor.

Al desarrollar una idea de emprendimiento se suele buscar quien respalde el proyecto, ya sea con financiamiento, capacitaciones o creando alianzas con actores clave de la industria, por lo que es común participar en concursos o programas, pero, ¿cómo asegurarse que la idea no se plagiará?, ¿hay forma de protegerse?

En entrevista con El Economista, Héctor Smith, docente de la Escuela Bancaria y Comercial y coautor del libro Emprendimiento Universitario, explicó que en su experiencia, desafortunadamente ha observado un 21% de casos de plagio, sobre todo universitario, aunque para considerarse como tal, hay que analizar algunos factores.

Recientemente Valeria Torres, ex becaria de la UNAM señaló, en redes sociales, a la diputada federal de Morena, Patricia Armendáriz, de plagiar su proyecto de emprendimiento que le había enviado hace un año para participar en una convocatoria que apoyaba a mujeres empresarias, la que no ganó, pero que al parecer fue retomado por la “ex tiburona” de Shark Tank como algo propio.

Vía Twitter, la ingeniera en gestión empresarial y ex becaria por la Fundación Kellog’s, mencionó que el proyecto de Armendáriz, es el que ella realizó en su diplomado y que envió en marzo de 2021: la plataforma Made in México que busca impulsar a microempresarios, artesanos, agricultores, productores o quien elabore un producto en territorio mexicano para venderlo a otros países.

Para Smith, en estos casos, primero hay que determinar si hay un plagio o no, ya que hay dos etapas: cuando se da entre compañeros de salón o conocidos, quienes tienen la misma concepción de algo pero eso no significa que sea un plagio.

En cambio, cuando se meten con los valores diferenciadores, esas características específicas de la idea, podría ser un robo.

No siempre es plagio

Sobre identificar un plagio, coincide Rodrigo Laddaga, director general de Helpi Coaching, resaltó que el que otra persona tenga una idea parecida, no significa que esté plagiando, ya que “muchas de las ideas existentes son bastante similares, se derivan de otras” por lo que es muy difícil decir si hay plagio. Lo mismo ocurre en los concursos, donde en su experiencia como juez, ha visto cientos de ideas similares por años.

Por ejemplo, Netflix o Uber, las primeras en su sector, no pueden decir que las marcas que han salido similares los están plagiando, es algo normal en los negocios, cada quien se basa en algo y ofrece su propuesta y diferenciadores.

“Una idea no vale nada si no se ejecuta. En el mundo hay muchas ideas similares, pero lo que las diferencia es una buena ejecución”, añadió Laddaga.

¿Cómo protegerte?

Smith resaltó que en los casos donde podría darse un plagio es en los demo days o concursos, por lo que se debe estar protegido y cuidar con quien se comparte la información. Para ello, se puede hacer uso de un contrato simple de confidencialidad, que puede ser presentado por los integrantes del proyecto a los organizadores del concurso. Asimismo, muchos concursos ya implementan esto para garantizar seguridad y confianza a los participantes.

Asimismo, sugiere registrar la marca ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual donde por menos de 3,000 pesos, se protege el nombre de la empresa, logo y otros detalles; sin embargo, para Laddaga este registro debe ser para una empresa más avanzada, ya que las ideas no se pueden registrar, a menos que sea un desarrollo de una tecnología muy específica. Ahí, procede una patente que cumple con otras características.

Los especialistas coinciden que acusar de robo de ideas no es tan sencillo por la similitudes que existen, pero se pueden tomar medidas como mostrar solo 70% de datos de la empresa y 45% de las finanzas, cuidar los datos sensibles y tener un control de confianza con los miembros del equipo, porque muchas veces el robo es a nivel interno.

En caso de que se asegure que algún concurso se adueñó de algo, Laddaga sugiere entablar una negociación con los organizadores para solucionarlo. Un proceso legal no es recomendable, ya que al ser considerada una idea, no una empresa, es muy difícil que proceda. Este proceso legal se da cuando una marca con operaciones y productos definidos, sufre la copia exacta de su oferta.

Además, Smith resaltó que si se sabe de alguien que tenga lo mismo, no precisamente en concursos, lo mejor es lanzar primero porque la ejecución, como resaltó Laddaga, es lo que hará la diferencia.

“Es algo natural, pero hay que protegerse y salir pronto al mercado para ir experimentado, y pedir retroalimentación. No oculten sus ideas, coméntenla porque así podrán ejecutar mejor”, finalizó Smith.