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Exceso de trámites e inseguridad son obstáculos para la apertura de negocios
En algunas entidades es posible dar de alta un negocio en sólo tres meses, pero en otros el proceso puede tardar hasta seis meses.
La pandemia del covid-19 impulsó la creación de micro y pequeños negocios (mipymes) como alternativa para enfrentar los estragos de la crisis sanitaria; sin embargo, el exceso de trámites para abrir una empresa ha generado mayor informalidad.
Las tienditas, estéticas, farmacias de barrio y papelerías, conocidos como negocios de bajo impacto, son los que enfrentan más barreras al buscar constituirse, sobre todo en los municipios que no tienen una estructura definida o digital para abrir un negocio.
A pesar de que existe el Sistema de Apertura Rápida de Empresas (SARE), impulsado por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria y la Secretaría de Economía en el 2002, que permite la apertura de una empresa en tres días, son pocos los estados que cumplen estos tiempos. En algunos estados puede tomar hasta seis meses.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía señala que sólo 7% de las empresas del país conoce al SARE; con las microempresas, el porcentaje baja a 4.4 por ciento.
Cuánto toma abrir un negocio
El estudio “La odisea de abrir un negocio en México”, realizado por Ethos Innovación en Políticas Públicas, el Consejo Coordinador Empresarial y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en México, detalla que el tiempo promedio para abrir un negocio es de 29 días.
“Las experiencias en tiempos de apertura son muy diversas, existen empresarios que lograron abrir en un día y otros dos años iniciar formalmente la operación de su negocio”, señala Dalia Toledo, directora de finanzas públicas y anticorrupción de Ethos.
El estudio realizado a 2,250 mipymes de 15 municipios, destaca que las entidades donde más tiempo toma abrir un negocio son Tlalnepantla, Estado de México (47 días), Solidaridad, Quintana Roo (42 días), Alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México (39 días) y Puebla (36 días).
En tanto, consolidar un negocio es más rápido en Matamoros con 14 días, Monterrey con 17 y Torreón con 18.
Hay otros municipios donde aún no se ha implementado el SARE, y hay portales poco amigables como en Tabasco, donde autoridades reconocen que se debían realizar cerca de 180 trámites presenciales en las oficinas municipales.
Berenice emprendió en 2019 con una purificadora en el poblado del Valle del Rey, Puebla, y vivió estas complicaciones. “Fue horrible, iba diario con mi documentación, pero los encargados me cambiaban la jugada y encontraban nuevos errores. Los trámites nunca quedan a la primera porque te dan las indicaciones poco a poco, ya hasta los trabajadores me conocían por tantas vueltas”, recuerda la empresaria que tardó dos meses en abrir.
Trámites engorrosos
Entre los trámites, el acta constitutiva es el más complicado, seguido de la licencia de uso, la licencia operativa y el registro de la empresa y de los bienes inmuebles.
Los trámites de los gobiernos municipales son los más complicados, así lo refiere 59% de los empresarios, sobre todo en Monterrey, Torreón, Querétaro y Tijuana.
La dificultad aumenta cuando hay requisitos contradictorios o duplicados como ocurre en Tuxtla, Puebla, Tijuana y Querétaro.
Ante esto, han surgido los “coyotes”, personas que cobran para agilizar los trámites. De hecho, 43% de los empresarios considera que son necesarios y siete de cada 100 sobornos registrados son a nivel municipal. Estos pueden ser informales o formales.
Por ejemplo, Armando, quien al ver su negocio cerrado después de una inspección en Querétaro, acudió a un gestor quien le pidió varios papeles y con un pago 10 veces más al precio de la licencia (cerca de 1,800 pesos), en menos de una semana abrió su negocio.
Inseguridad
La inseguridad también es un factor que impide abrir un negocio, pues en 11 de los 15 municipios consultados, la inseguridad es el obstáculo más grande al momento de operar; principalmente en Puebla, Guanajuato y Michoacán.
“En algunos casos, estas extorsiones son muy graves y ponen en riesgo no solamente la sobrevivencia de los mismos negocio, sino también la integridad de las personas”, señala Liliana Alvarado, directora general de Ethos.
De acuerdo con la especialista, Puebla es el estado con el peor ecosistema para crear un negocio, porque la entidad “cobra una de las tasas de impuesto sobre la nómina más altas del todo el país que es del 6%, y porque pocos empresarios reciben financiamiento y/o programas de apoyo a emprendedores. Además tiene altos problemas de inseguridad y corrupción”.
Así, entre morosidad institucional, herramientas digitales que no acaban de madurar, coyotes y criminales, los microempresarios luchan por sobrevivir.