Lectura 3:00 min
Líderes requieren hacer planeaciones y evaluaciones más cortas
La evaluación dejó de ser solo del colaborar, para convertirse en multidimensional, es decir todos: los jefes y pares evalúan a los compañeros, generando una colaboración 360.
La vida cada vez es más acelerada, los ciclos son más rápidos, por ejemplo, antes nuestros abuelitos esperaban el periódico para leer algún acontecimiento, después siguió la radio y la televisión y ahora las noticias “vuelan”, pues la información está al alcance de nuestras manos, con solo tener celular. Lo mismo sucede en las empresas, la planeación estratégica que se hacía de cinco a 10 años se ha reducido a dos o tres.
Angélica Papadam, directora de transformación e innovacción de B2V SinFronteras, menciona en entrevista que todos los ciclos se acortaron, tanto las evaluaciones, la medición del negocio, la planificación y evaluación de personal. Para medir la agilidad se usan métodos como el Scrum y se planean los proyectos a 12 semanas y no a un año como se hacía antes.
Además, la evaluación dejó de ser solo del colaborar, para convertirse en multidimensional, es decir todos: los jefes y pares evalúan a los compañeros, generando una colaboración 360.
Asimismo, toda la célula, es decir los involucrados en el proyecto evalúan a la persona, ya sea de la misma área, finanzas o recursos humanos, dependiendo de para qué se armó la célula. “La evaluación cambio en tiempos y dimensiones”, precisa Papadam.
Nuevas habilidades y competencias
Para afrontar los nuevos periodos de evaluación se requiere que los colaboradores y líderes tengan nuevas habilidades y competencias, es decir, los conocimientos específicos para realizar un trabajo y los conocimientos que garantizan que la ejecución se haga correctamente.
“Antes uno entraba a la organización en función de sus competencias técnicas y salía por la falta de competencias de comportamiento. Hoy en día, cuando uno ingresa a una organización, la cultura de trabajo es cada vez más importante, uno ingresa para ocupar una posición en función de sus competencias y habilidades técnicas, pero también en función de sus competencias y habilidades de comportamiento”, destaca Papadam.
Sin embargo, 90% de las empresas que no desarrolla una cultura ágil se debe a que el líder no lo facilita, además el 70% falla porque no tiene el mindset y el 60% porque sigue trabajando en silos. “Eso es dado por la falta de liderazgo adaptado a las nuevas necesidades”.
La especialista en transformación empresarial señala que este tipo de situaciones pasan en todo tipo de empresas, pero es más intenso en las pymes porque el liderazgo suele estar entrado en una o dos personas. “En las pymes es un poco más riesgoso porque o se transforman o mueren”.
En este sentido, el líder debe tener un nuevo pensamiento, reinventarse, experimentar y permitirse equivocarse, así como centrarse en las personas y adoptar una profunda agenda digital.