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Océano rojo u océano azul, ¿en cuál debe nadar tu empresa en la era postcovid?
El océano rojo es el que está altamente competitivo, mientras que el azul tiene mercados no explorados.
Aunque la pandemia no ha terminado y no se sabe cuándo llegará a su fin, las empresas han empezado a retomar sus rumbos y tratar de recuperar todo lo posible de lo perdido en estos 17 meses, aunque para las empresas que se mantuvieron hasta este punto, aun hay un retos que vencer: un mercado nuevo y muy competitivo, que sin innovación no puede existir.
Mario Fernández, director general de Aliat Agency, despacho de consultoría digital especializado en acelerar el desarrollo de empresas, explica que el entorno actual está marcado por una carrera contra reloj, ya no para sobrevivir, sino para crecer, implementar nuevas y mejores herramientas y explorar otros modelos de negocio.
Para esto, una estrategia que se puede seguir es la de océanos rojos u océanos azules, que de acuerdo con Fernández, elegir uno permitirá escalar mejor, aunque uno es más riesgoso que incluso, deja muchas muertes en su andar.
¿En qué océano nadar?
Fernández explica que el océano rojo es porque al nadar en él, muchos negocios murieron manchando el océano con su sangre. Esto ocurre porque se tiene un mercado altamente competitivo, normalmente son muy valiosos y pueden generar enormes ganancias; sin embargo, hay muchos competidores que pueden llevar años bajo el mismo esquema y difícilmente puede entrar un nuevo jugador.
En tanto, el océano azul es aquel virgen, donde hay mercados no explorados, con pocos competidores y en los que las nuevas propuestas pueden escalar rápidamente.
“Lo ideal es elegir un océano azul, esto debido a que, en el océano rojo, si bien hay una industria que es atractiva, por el alto número de competidores que hay, es muy difícil de capitalizar, al igual que tu permanencia dentro de él puede no ser muy larga”, indicó.
Añadió que las empresas deben buscar nuevas formas de satisfacer las necesidades de los clientes, es decir, buscar su propio océano azul, crearlo, capitalizarlo y replicarlo cuantas veces sea necesario, porque es lo que esta era actual exige para mantenerse en el juego.
Sin embargo, hay que ser conscientes que de elegir nadar en el océano azul, no todo será sencillo, ya que a la larga tiene complicaciones porque se puede tornar rojo.
“Quizá el ejemplo más distintivo es el caso de Netflix. La compañía norteamericana inició ofreciendo un servicio único de streaming, algo que en su momento sólo ella lo tenía, pero con el paso del tiempo nuevos competidores entraron en este mercado, a tal grado que al día de hoy está al tope, es decir, se ha convertido en un océano rojo, y para mantenerse en la competencia la compañía que lo inició todo ahora está llevando a cabo una diversificación de su modelo de negocios con la incursión del sistema de gaming. Esa es la clave”.
Lo verdaderamente importante para que una empresa tenga éxito en la actualidad y asegure su crecimiento, es la constante innovación y la exploración de nuevos mercados, ya que éstas son las bases para adaptarse ante cualquier adversidad.