Lectura 4:00 min
¿Sobrevivir o ser fiel a la misión institucional?
El contador Augusto Lozano tendría que decidir si debía omitir o no en su auditoría que la empresa Electrónica del Golfo contrató los servicios de otra para pagar a los empleados.
Electrónica del Golfo S.A. de C.V. era una empresa dedicada a la manufactura y comercialización de componentes electrónicos con sede en Veracruz. La empresa fue fundada en 1990 por un grupo de cinco empresarios locales y desde entonces Lorenzo Nava se desempeñaba como director general. En sus orígenes, la compañía surgió a partir de la preocupación de sus fundadores por crear empleos y contribuir al desarrollo económico de la zona. En el año 2000, se institucionalizó formalmente con la creación de un Consejo de Administración integrado por los socios y tres consejeros externos. Para el 2008 la empresa operaba con una planta laboral de 400 personas y vendía sus productos en 10 estados del centro y sureste del país.
En el 2010, Electrónica del Golfo tenía la obligación de dictaminar sus estados financieros y contrató los servicios de una firma de contadores líder en Veracruz, representada por el contador Augusto Lozano, socio de auditoria y quien atendía directamente a la compañía respecto a su contabilidad.
Derivado de la revisión preliminar a la información financiera de la empresa para emitir una opinión respecto de los estados financieros del 2010, la firma contable encargada de la auditoría observó que para disminuir la carga fiscal y laboral, el Consejo había tomado la decisión de contratar los servicios de una empresa de outsourcing a partir del mes de marzo del mismo año.
De acuerdo con el Consejo, el esquema de pago de nóminas representaba un ahorro mensual aproximado de 25% sobre el monto de los sueldos nominales, y por lo tanto con la medida se mejorarían sustancialmente las utilidades de la empresa dándole viabilidad, para continuar como negocio en marcha.
Al cambiar la empresa hacia un esquema de outsourcing, a los trabajadores se les liquidó su antigüedad y prestaciones acumuladas a la fecha del cambio. A partir del 1 de abril del 2010 el personal pasó a formar parte de la empresa Administradora de Recursos Humanos S.A. de C.V. que facturaba 100% de la nómina que pagaba directamente Electrónica con sólo cobrarle el IVA y una comisión de 2% por manejo de nómina.
Desde entonces, el sueldo para efectos del Infonavit, IMSS e ISR quedó “topado” a dos salarios mínimos de su zona geográfica y el complemento para llegar a su sueldo nominal anterior se empezó a liquidar con la previsión social de alimentos a través de una sociedad contratada por la Administradora, por lo que desde entonces los empleados recibían 5% más en su nómina actual.
Debido a lo anterior, el equipo de auditoría encabezado por el contador Lozano consideraba importante señalar la responsabilidad del contribuyente respecto a la correcta revelación de esta medida y las repercusiones para los empleados a corto, mediano y largo plazo.
La administración de Electrónica del golfo le solicitó al auditor, el contador Lozano, que para efectos de su dictamen e informe de la situación fiscal del contribuyente omitiera mencionar que Administradora de Recursos Humanos había contratado a otra empresa para pagar a los empleados la previsión social de alimentos, y se limitara a señalar que los servicios de nómina los prestaba un tercero.
Management
*Basado en el caso “Electrónica del Golfo” de José Mario Rizo Rivas, profesor del Departamento de Contabilidad y finanzas del ITESM. Versión de por José Carlos Vázquez, profesor del Área de Formación Humanística y Ciudadana del Tec de Monterrey, Campus Guadalajara.
El Tecnológico de Monterrey y El Economista entregarán un Certificado en Ética para los Negocios a los lectores que resuelvan una serie de casos de publicación quincenal, de los que este texto forma parte. Consulta las bases en
http://eleconomista.com.mx/especiales/etica-para-los-negocios