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Un buen líder también puede ser introvertido, sólo necesita impulso
En la cultura organizacional se cree que el líder debe ser extrovertido y elocuente pero la realidad es que también hay potencial en los líderes introvertidos.
Cuando pensamos en las características de un líder se nos viene a la mente alguien extrovertido o el que participa más en las juntas, pero también hay potencial en los líderes introvertidos.
En las empresas es difícil encontrar a un líder introvertido debido a que 95% son extrovertidos, explica Juan Ignacio Sánchez, docente en comportamiento organizacional y capital humano en la Escuela de Negocios y la EGADE Business School.
Detalla que son poco representados y por su personalidad prefieren no tomar posiciones gerenciales. “Los gerentes son por naturaleza extrovertidos, pero eso no significa que sean mejores gerentes”.
En este contexto, Mau Contreras, director general en Liderazgo REx está de acuerdo con el bajo porcentaje de introvertidos que son líderes y afirma que es un problema en la cultura de las empresas, porque se juzgan la personalidad en vez de las capacidades y como resultado, se asume que ser elocuente y expresarse más es efectivo
Cabe mencionar que la introversión no es sinónimo de timidez e inseguridad, por lo que Mau Contreras recomienda no caer en estereotipos.
Ser introvertido no significa ser temeroso, débil, inseguro, es otro asunto, porque también hay extrovertidos que son así pero no lo demuestran tanto”.
Juan Ignacio reconoce que, en su trayectoria, ha conocido pocos líderes con esta personalidad pero que lamentablemente la sociedad los rechaza porque consideran que no tienen nada que aportar.
Ante este rechazo, a los líderes introvertidos les cuesta más escalar y demostrar que también pueden contribuir al desarrollo de las organizaciones sin cambiar su personalidad.
Aportaciones de los líderes introvertidos
El liderazgo efectivo se basa en la escucha activa de su equipo para resolver problemas y crear estrategias; esta habilidad la tienen todos los líderes introvertidos que se dan el tiempo de escuchar, analizar y así dar la última opinión con base en lo que los demás expresan.
La ventaja del líder introvertido es que son mejores para empatizar, escuchar, analizar antes de tomar una decisión y son características importantes que tiene ante los extrovertidos porque no son buenos para escuchar”, expresa Mau Contreras.
Esta clase de líderes prefieren mantener conexiones interpersonales que a su vez les ayuda a conocer las necesidades y aspiraciones de cada colaborador, además de fortalecer la confianza.
El docente de la EGADE Business School relata que los mejores directivos no son aquellos que tienen las mejores respuestas, sino los que tienen las mejores preguntas y esto es porque han indagado con sus colaboradores y obtienen información a través de la escucha activa.
En este sentido, las empresas deben ver a los líderes introvertidos como un tesoro de ideas que no han salido a la luz y pueden aportar al igual que su contraparte.
¿Cómo visibilizarlos?
Juan Ignacio ha notado que en Latinoamérica hay un estigma social en donde escuchar activamente es una señal de debilidad y subordinación, por lo que propone capacitaciones y educar a las empresas que la escucha activa no es un problema. “La educación que tenemos, a veces no nos lleva a ver esto de preguntar, escuchar y recibir opiniones”.
Por otro lado, Mau Contreras sugiere dos prácticas que fomentan el liderazgo inclusivo en las organizaciones.
La primera es darles voz en las reuniones de foro abierto, en donde es común que los extrovertidos se apoderen del micrófono y ocasiona que los introvertidos opten por no participar.
Por lo tanto, se les debe dar directamente la palabra para que den su opinión. “A los introvertidos no les gusta hablar con grupos de personas muy grandes y si se quiere saber su opinión hay que platicar el tema en una reunión privada para que en la reunión grupal estén más confiados para expresarse”.
La segunda es proponer la igualdad en la participación de las reuniones, para que todos los líderes comuniquen u opinen de los temas a tratar; además de evitar caer en la idea de que la poca participación se asimile con inseguridad y se ponga en duda sus capacidades.
Las empresas también tienen la tarea de brindar espacios de confianza en donde los líderes se expresen y promover las ideas sin prejuicios debido a que los introvertidos no toman la iniciativa de ser escuchados, por lo que Mau Contreras sugiere que se les invite a expresarse.