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Armadoras piden flexibilizar regla de origen para autos eléctricos

Las automotrices proponen a EU un Valor de Contenido Regional (VCR) inferior al 75% durante los tres primeros años tras el inicio de la producción de este tipo de vehículos.

La AMIA recomendó que Estados Unidos y Canadá amplíen las flexibilidades adicionales

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) solicitó a la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) flexibilidades para cumplir con las reglas de origen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en vehículos eléctricos y ciertas autopartes críticas relacionadas.

En un comentario enviado a la USTR, la AMIA solicitó permitir que los componentes críticos de alta tecnología relacionados con la electromovilidad producidos en plantas nuevas o remodeladas cumplan las normas basadas en el “tariff-shift” o un Valor de Contenido Regional (VCR) inferior durante los tres primeros años tras el inicio de la producción.

Los componentes críticos de alta tecnología relacionados con la electromovilidad aún no se producen en Norteamérica.

“Impedir la aplicación de normas basadas en el tariff-shift para tales componentes, o exigir el 75% del VCR sin ninguna introducción progresiva, plantea un escenario extremadamente difícil para los nuevos proveedores que deseen producir en América del Norte, desalentando nuevas inversiones en la región”, argumentó la AMIA.

De modo que, desde su punto de vista, proporcionar esta transición mejorará la inversión al dar a los proveedores tiempo suficiente para reorganizar sus propias cadenas de suministro y traer proveedores de nivel N (cualquier número) a la región, asegurando la totalidad de la cadena de suministro en América del Norte, reduciendo así el riesgo de dependencia de tales componentes en Asia, particularmente en China.

Además, en este punto, la AMIA recomendó que Estados Unidos y Canadá amplíen las flexibilidades adicionales en el marco del Régimen de Transición Alternativo para la producción de vehículos electrificados (HEV/PHEV/BEV/FCEV).

A la vez, en opinión de la AMIA, se debe permitir que los “nuevos vehículos de motor” (por ejemplo, vehículos eléctricos y otros vehículos de energía limpia) producidos en plantas de nueva construcción o reacondicionadas de vehículos de combustión interna a HEV/PHEV/BEV/FCEV cumplan con umbrales VCR y Valor de Contenido Laboral (VCL) más bajos durante los primeros tres años después de su inicio de producción, igual que lo fue para los modelos producidos en la entrada en vigor del T-MEC, y similar a lo que otros acuerdos comerciales automotrices tienen.

“Conceder a los fabricantes de automóviles un periodo de introducción progresiva para que los “nuevos vehículos de motor” cumplan las normas del T-MEC garantizará que los nuevos vehículos y tecnologías se produzcan y desarrollen en Norteamérica, eliminando el riesgo de asignar la producción al extranjero y creando naturalmente incentivos para la inversión en la región”, dijo la AMIA.

En cuanto a las autopartes, la AMIA puso como ejemplo que la cadena de suministro norteamericana para baterías aún está en desarrollo, y el tiempo adicional del Régimen de Transición Alternativo (hasta dos años) para los vehículos electrificados recién lanzados (HEV/PHEV/BEV/FCEV) ayudará a expandir la producción y los empleos de tecnología limpia en las tres naciones de la región. El T-MEC ordena a los tres países evaluaciones integrales cada seis años.

El papel del VCR

El VCR mide el porcentaje de piezas producidas en la región que contiene un vehículo producido, ya sea en México, Estados Unidos y Canadá y del cumplimiento o no del VCR acordado en el T-MEC, depende que ese vehículo goce de las preferencias arancelarias del tratado.

El VCR vigente en el anterior Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) era de 62.5% y para el T-MEC se acordó elevarlo de forma gradual hasta 75% para partes esenciales, esto es, motor, chasis y carrocería, eje, suspensión, sistema de dirección y batería.

El T-MEC entró en vigor el 01 de julio del 2020 con un VCR de 66%, que se elevó a 69% en el 2021. El cumplimiento de la tasa de 75% es obligatorio a partir del 01 de julio del 2023.

Polémica por interpretación

Al margen de la mayor flexibilidad que pide la AMIA para el caso de los vehículos eléctricos, desde la entrada en vigor del T-MEC, México y Canadá han cuestionado la interpretación estadounidense del método de cálculo del Valor de Contenido Regional (VCR).

En diciembre de 2022, un panel de resolución de disputas del T-MEC falló en contra de Estados Unidos y desde entonces los tres países han declarado que continúan trabajando para lograr una resolución.

Los gobiernos de México y Canadá argumentaron que si una pieza central califica para el T-MEC, el 100% de su valor debería contar para el cálculo más amplio del VCR (lo que se conoce como “roll up”).

La interpretación de la USTR fue que el cálculo general del VCR debería excluir el valor de los materiales en las piezas centrales que no provienen de un país del T-MEC (“no originarios”).

México y Canadá sostuvieron que estas flexibilidades se negociaron para ayudar a los productores de vehículos de motor de América del Norte a cumplir los requisitos del VCR.

Según las reglas del T-MEC, Canadá y México podrían haber comenzado a aplicar represalias a Estados Unidos 45 días después de que se emitiera el informe final del panel, pero no lo han hecho hasta la fecha.

En el 2023 el 90% de las exportaciones mexicanas de vehículos ligeros se dirigieron a Estados Unidos, Canadá y Alemania. De los autos que circulan en territorio estadounidense, 15.5% corresponden a unidades ensambladas en México.

México continúa como el principal proveedor de vehículos ligeros en el mercado estadounidense, con un diferencial grande respecto a su siguiente competidor (Japón) y Corea del Sur.

roberto.morales@eleconomista.mx

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