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Canieti llama al diálogo sobre desaparición de órganos autónomos

La reforma busca transferir funciones del IFT a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, generando preocupación por el impacto en la competencia y regulación del sector.

Foto: Archivo

La Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti) instó al diálogo sobre el proyecto de decreto que busca desaparecer varios órganos autónomos del Estado mexicano.

La propuesta de reforma, la cual es discutida en la sesión de este jueves 23 de agosto de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, busca extinguir varios órganos constitucionales autónomos, incluido el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), transfiriendo sus funciones a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.

La propuesta ha suscitado preocupación en el sector de las telecomunicaciones. La Canieti destaca en un comunicado que la independencia y especialización de los reguladores son cruciales para el desarrollo de un mercado competitivo y para la protección de los derechos de los usuarios.

De acuerdo con la cámara que congrega a las principales empresas de telecomunicaciones y tecnologías avanzadas que operan en México, desde hace aproximadamente cincuenta años, los reguladores autónomos han sido una piedra angular en las economías avanzadas para asegurar la competencia justa y la cobertura universal en el sector de telecomunicaciones. 

Países de la Unión Europea, Asia-Pacífico y América Latina adoptaron este modelo alrededor del año 2000, evidenciando que una mayor autonomía reduce el riesgo de influencias indebidas y mejora la calidad de la regulación. Estos órganos independientes actúan con criterios técnicos y especializados, alejados de las presiones gubernamentales y de los intereses de los proveedores de servicios, destacó el organismo.

En México, la creación del IFT (en ese entonces Cofetel) en 1996 marcó un avance significativo respecto al modelo regulatorio anterior, que era menos efectivo para fomentar la competencia y atraer inversiones. Para la cámara, la propuesta de reforma que pretende regresar estas funciones a una dependencia gubernamental podría revertir estos logros, generando incertidumbre en un sector clave para la economía.

Canieti destacó que un regulador independiente no solo es fundamental para garantizar una regulación técnica y especializada, sino también para cumplir con los compromisos internacionales de México y asegurar la certidumbre jurídica en un entorno global competitivo. Según el lobby tecnológico, la independencia del IFT es vista como esencial para la atracción de inversiones y la gestión eficiente de un sector tan dinámico como el de las telecomunicaciones.

Canieti hizo un llamado a las autoridades para mantener un diálogo constructivo y ofreció la experiencia del sector para asegurar que cualquier reforma respete los principios de autonomía técnica y continúe favoreciendo el desarrollo tecnológico, económico y social.

El proyecto, que forma parte del conjunto de iniciativas de reforma presentadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador antes de concluir su mandato, también incluye la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia (Inai), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

rodrigo.riquelme@eleconomista.mx

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