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Dueñas, directoras y ejecutivas de empresas cada vez son más, a pesar del trabajo del hogar y la discriminación

Hay obstáculos que todavía dejan fuera del mundo empresarial y del mundo emprendedor a muchas mujeres. Pese a ello, las brechas de desigualdad se recortan poco a poco: en México el 16% de las empresas fueron fundadas por mujeres.

Gimena Sánchez, Directora de emprendimiento de Endeavor. Foto: Cortesía

En México el mundo del emprendimiento y los negocios cada vez tiene más presencia femenina, pese a algunos obstáculos que persisten como la sobrecarga de tareas en el hogar o prácticas discriminatorias.

De acuerdo con el estudio realizado por la organización para el emprendimiento a escala global, Endeavor, en México el 22% de las empresas con más de 50 empleados fueron creadas por mujeres, mientras que en Colombia representan el 27% y en Argentina el 9 por ciento.

La inclusión y diversidad es fundamental para todas las empresas, no sólo por cumplir con cuotas o políticas, sino para incrementar el potencial de las mismas unidades económicas. Gimena Sánchez, directora de emprendimiento de Endeavor, aseguró en entrevista con El Economista que en el mundo empresarial las fórmulas de dirección mixtas —con participación femenina y de otros grupos vulnerables— son clave fundamental para incrementar el potencial de los proyectos.

Es cierto que aún quedan muchas cuestiones pendientes en términos de derechos de las mujeres en el ámbito empresarial, sin embargo, estos resultados muestras que efectivamente hay muchas mujeres esquivando barreras en este sector y que estos pequeños pasos pueden ser “el punto de partida para encontrar evoluciones que vayan demostrando cómo la inclusión impacta de manera positiva a la sociedad en general”, dijo.

Por un lado, ver que más mujeres se integran en el círculo de empresas y negocios y además que sus proyectos tienen éxito, funciona como catalizador para inspirar a más mujeres que buscan emprender o desarrollarse en este ámbito. Adicionalmente, también sirve para acelerar la implementación de políticas públicas y privadas que contribuyan a eliminar los obstáculos que todavía persisten, agregó Gimena Sánchez.

De modo que, bajo esta tendencia de visibilización e integración de las mujeres en ámbitos en los que históricamente estuvieron rezagadas, el optimismo se centra en la idea de que el efecto multiplicador del desarrollo corporativo basado en la inclusión es clave en la erradicación de todos los obstáculos que expulsan a las mujeres de este ámbito.

Estos obstáculos se refieren principalmente a barreras sociales y culturales que proyectan roles de género y que pueden limitar los alcances o pretensiones de las mujeres.  De acuerdo con el estudio realizado por Endeavor, los tres principales factores que todavía obstaculizan el desarrollo de mujeres en el mundo empresarial son:

  • Las dificultades para acceder al financiamiento
  • Las dificultades para equilibrar la vida laboral y la vida personal
  • Las dificultades para integrarse y conectarse a redes y ecosistemas de emprendimiento 

Por ejemplo, en el promedio de los tres países analizados, 4 de cada 10 mujeres enfrentaron algún tipo de discriminación dentro del sector y el 97% de estas incidencias estuvieron relacionadas con el género. Adicionalmente se encontró que las empresas o proyectos de mujeres tienen 20% menos de posibilidades de acceder al crédito o algún otro tipo de financiamiento.

En este sentido se observa que, de algún modo, hay obstáculos que todavía dejan fuera del mundo empresarial y específicamente del mundo emprendedor, a muchas mujeres. Pese a ello, las brechas de desigualdad se recortan poco a poco.

Una de las brechas que está cerrándose de manera importante es la que expresa el acceso a instrumentos financieros para proyectos de emprendimientos. El estudio reflejó que en promedio el porcentaje de empresas lideradas por hombres que recibió algún tipo de apoyo financiero es del 53% mientras que para los proyectos de mujeres fue del 43 por ciento.

Adicionalmente, se encuentra que la proporción de empresas fundadas por mujeres que logran crecer es sólo del 15%, pero dicha proporción para los proyectos de hombres es similar. Esta situación refleja en el caso del alcance y éxito de los proyectos de emprendimiento la problemática tiene otros limitantes no necesariamente ligados al género.

La hostilidad dentro del sector empresarial se ha reducido para todas las mujeres que buscan ocuparse en cargos de dirección y liderazgo en empresas, así como para todas aquellas que quieren emprender o desarrollar proyectos individuales y convertirse en fuentes de empleo para otras personas. 

Emprendimientos tecnológicos, el futuro

Gimena Sánchez también comentó a El Economista la importancia de visibilizar y abrir espacios femeninos y a otros grupos marginados en proyectos que integren tecnología y ciencia, que con la pandemia de Covid-19 ha quedado expuesto que representan una rama importante del futuro económico.

El informe detectó que en los proyectos empresariales con perfil STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por su sigla en inglés) sí se encuentran algunos obstáculos extras para el desarrollo femenino. Sin embargo, estos obstáculos podrían estar más ligados a barreras y rezagos educativos que al ambiente de negocios.

La formación académica y hasta los incentivos culturales y familiares pueden impactar en cómo las mujeres se involucran con la educación y posteriormente con el clima laboral. Adicionalmente, estos sectores también han tenido una presencia casi exclusiva de hombres en la historia. De modo que, aunque pareciera poco o insuficiente el nivel de egresos de mujeres en carreras con perfil STEM, en realidad son buenas noticias porque ejemplifica y construye nuevas ideas sobre el mundo educativo y profesional como algo inclusivo. “El enfoque desde la parte educativa puede ser inspiración para impactar en las nuevas generaciones para fomentar la inclinación femenina hacia estos perfiles, comentó la especialista en emprendimiento y desarrollo empresarial”, dijo. 

Al menos por ahora, las cuotas son necesarias

La integración y el desarrollo de las mujeres en el ámbito empresarial y de emprendimiento también implica la intervención pública y privada, al menos en un primer momento. “Es importante que se comience a forzar de algún modo la participación femenina, en un principio, para que los mismos resultados de tener mujeres en el sector provoquen en un segundo momento éstas no sean más necesarias”.

Las cuotas de género e incluso las cuotas de inclusión para otros sectores marginados del mundo empresarial, son el vehículo para comenzar a observar más casos de emprendimiento y desarrollo empresarial desde las mujeres como líderes, como fundadoras o como tomadoras de decisiones.

Emprender y hacer crecer un proyecto no es fácil para nadie, pero algunos grupos lo tienen más complejo. Pese a ello son miles de mujeres que buscan desarrollarse profesionalmente en este sector, y muchas lo lograron. “Hay que enaltecer estos casos, visibilizarlos y hablar de ellos porque serán el efecto cascada de los siguientes”, concluyó la Directora de Emprendimiento de Endeavor, Gimena Sánchez.

ana.garcia@eleconomista.mx

kg

Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México. Periodista especializada en género, derechos humanos, justicia social y desarrollo económico.

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