El valor de la previsión: ¿estamos preparados para partir con tranquilidad?

Los mexicanos nos ufanamos de nuestra actitud festiva y de profunda conexión con la muerte como un fenómeno cultural único en el mundo, sin embargo, hablar de un tema tan trascendental como nuestra partida es un tabú, algo que solemos evitar porque genera miedo, sufrimiento o angustia; sentimientos reforzados por dogmas de fe, creencias populares como que “atraemos a la muerte si hablamos de ella”, o por nuestra forma de relacionarnos emocionalmente a través del apego; evadimos el asunto, aun sabiendo que  el hecho más ineludible de todos es que en algún momento moriremos y nadie puede escapar de ese destino.

La idea de que “hay más tiempo que vida” nos ha llevado a posponer conversaciones cruciales que hoy más que nunca nos vemos obligados a tener. Si supieras que tu final está cerca, ¿qué harías diferente? Te has preguntado alguna vez: ¿realmente estoy preparado para morir?

Si bien es cierto que desconocemos cuándo nos tocará partir, planificar es el primer paso para poder decidir sobre nuestra vida y hacer que se cumpla nuestra voluntad sobre lo que nos pueda suceder a su término, para que un momento tan doloroso como ese,se experimente en un contexto que, aunque no dejará de ser triste, se vivirá con una actitud totalmente distinta en un ambiente donde se respire tranquilidad, en lugar de tomar a nuestros seres queridos por sorpresa, desprevenidos, inseguros, indefensos y dejándolos paralizados sin saber qué hacer, porque es precisamente en estas situaciones cuando la toma de decisiones no es del todo asertiva.

Se estima que en el país solo entre el 5% y 7% de la población prevé sus gastos funerarios, cifras que la CONDUSEF confirma al declarar que en México 3.2% de la población ha tenido que recurrir a un préstamo para solventar los gastos que conlleva un funeral, ya que estos son el primer golpe financiero que se debe afrontar tras el deceso de una persona. Por esta razón, antes de tener esta necesidad inmediata, es conveniente valorar la contratación de un servicio de previsión funeraria y que tú y tu familia conozcan cómo funciona para que, llegado el momento, la afectación sea solo moral y no económica.

Pensando en tu tranquilidad a futuro y la de tus seres queridos, Memorial San Ángel cuenta con planes de previsión 100% transferibles, sin caducidad, con financiamiento a plazos de hasta 60 meses y con opciones de adquisición de 3 x 2, para que en caso de un evento inesperado; con una pequeña inversión programada hoy, evites que tu familia tenga que realizar un gasto mayor mañana, permitiendo que tanto tú, como tus seres queridos, solo se concentren en transitar el duelo con el menor sufrimiento posible.

Planificar y preparar a la familia, no es tarea sencilla pero sí necesaria; platicarlo de forma previa y adecuada —no cuando las emociones impiden ver las cosas con claridad—, ayudará a ahorrar, a aliviar la angustia al momento de enfrentar la muerte y romper el miedo para volvernos protagonistas de nuestra propia partida del mundo; aquí es cuando el valor de la previsión se pondera a la pérdida en sí misma, gracias a una decisión de inteligencia financiera.

Es así como Memorial San Ángel nos invita a repensar nuestra actitud frente a la vida y frente a la muerte, desmitificarla para que sea concebida como parte fundamental de la existencia y acercarnos a ese momento con una mayor naturalidad, controlar lo que sí está en nuestras manos y soltar lo que no, porque al aceptarla libremente con mayor desapego, nos damos la oportunidad de transitar este proceso con calidez, paz y tranquilidad…

“¡Vida, estamos en paz!”

Amado Nervo