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En energía, ven impulso mutuo
La designación de Rex Tillerson, presidente de ExxonMobil, como próximo secretario de Estado del gobierno de Trump, alienta la relación bilateral en materia energética.
La relación con el país vecino del norte en el terreno energético se basará en la mutua dependencia y las presiones de la industria estadounidense fuertemente golpeada por los precios del crudo, además de que los recientes nombramientos del gabinete de Donald Trump parecen indicar que se dará un impulso a este sector, tanto en la explotación de recursos fósiles como en áreas como la generación eléctrica con todas las tecnologías, aseguran analistas.
El presidente electo de Estados Unidos anunció que elegirá nada menos que al director ejecutivo de la petrolera ExxonMobil, Rex Tillerson, como secretario de Estado, lo cual puede resultar alentador para la industria del vecino del norte; en México, ExxonMobil ganó recientemente la adjudicación de una licencia de hasta 50 años de duración en aguas profundas mexicanas, en consorcio con la francesa Total, y cuenta con presencia en la venta de derivados y subcontratos de Petróleos Mexicanos (Pemex) desde hace varias décadas.
Por otra parte, de acuerdo con la aseguradora de crédito Coface, 90 firmas de petróleo y gas en ese país se han declarado en bancarrota entre enero del 2015 y julio del 2016, sumando deudas por 67,000 millones de dólares. Con ello, la deuda acumulada de todas las compañías en este sector pasó de una participación de 15.5% a 27.1% de los activos de las compañías en el mismo lapso, por la caída en los precios del petróleo.
Y es que a pesar de que se esperan incrementos en el precio del crudo, los shales seguirán con un costo de producción de 60 dólares por barril, con lo que las firmas deberán tomar decisiones como perforar en Alaska o el Golfo de México, explicó Coface.
Perry, a energía
De acuerdo con el World Resources Institute (WRI), Trump designará al exgobernador de Texas, Rick Perry, para liderar el Departamento de Energía. Jennifer Layke, directora del programa de Energía de WRI, considera que si bien Perry cuenta con una larga carrera asociado a la industria petrolera, por lo menos en Texas, logró un incremento de 116 a 18,000 megawatts de capacidad eólica, en 15 años, convirtiendo al Estado en el mayor productor mediante este tipo de tecnología en el vecino del norte, con lo que podría enfocar su agenda también en negocios renovables.
Finalmente la relación de México con Estados Unidos es de mutua conveniencia, consideraron funcionarios en el nivel técnico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que ha adjudicado la construcción de más de 10,000 kilómetros de gasoductos para traer el hidrocarburo de Estados Unidos, ya que echar para atrás los planes en la relación energética bilateral será como darse un balazo en el pie .
En lo que respecta a la dependencia del país hacia las importaciones de gas, está la contraparte de la industria en Estados Unidos que presiona para incrementar su producción y tener a quién vendérsela, siendo México un cliente natural.