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Estados Unidos formaliza regulación que prohíbe contratos públicos con Huawei
La regla impide a las agencias federales estadounidenses, a partir del 13 de agosto, comprar equipos informáticos o de telecomunicaciones, o sus componentes sustanciales a empresas de China.
Estados Unidos presentó este miércoles una regulación que formaliza la prohibición a sus agencias gubernamentales de firmar contratos con el gigante tecnológico chino Huawei y otras empresas de ese país asiático, en su más reciente movimiento dentro de una guerra comercial que se vuelve cada vez más intensa.
La regla impide a las agencias federales estadounidenses, a partir del 13 de agosto, comprar equipos informáticos o de telecomunicaciones, o sus componentes sustanciales, a estas firmas chinas.
De esta forma se pone en práctica una prohibición que estaba incluida ya en una ley de defensa aprobada en la primera mitad de este año por el Congreso.
Estas nuevas medidas, que llegan en plena guerra comercial entre China y Estados Unidos, son parte de un amplio esfuerzo del presidente Donald Trump de restringir a Huawei, empresa que según funcionarios de su gobierno mantiene vínculos con la inteligencia china. La empresa, que es el segundo mayor fabricante mundial de smartphones, niega la acusación.
En el texto de la reglamentación también aparecen mencionadas las compañías ZTE, Hytera Communications Corporation, Hangzhou Hikvision Digital Technology Company y Dahua Technology Company.
En mayo, Trump prohibió a las empresas de Estados Unidos venderle a Huawei componentes que son clave para sus teléfonos inteligentes, entre los que se encuentran por ejemplo elementos del sistema operativo Android desarrollado por Google.
Para calmar el descontento de los proveedores estadounidenses, el mandatario ablandó luego su posición al decir que las empresas podrían reanudar las exportaciones "en donde no haya grandes riesgos para la seguridad nacional".
Durante la cumbre de líderes del Grupo de los 20 (G20), en Osaka, Estados Unidos y China habían acordado reanudar negociaciones comerciales y Washington se convino en no imponer más aranceles a las exportaciones chinas, lo que apuntó a una tregua en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo. Sin embargo, esta tregua se vio interrumpida el pasado jueves 1 de agosto cuando Trump anunció una nueva imposición de aranceles a productos chinos.