Flexibilidad en el uso de los espacios de trabajo eleva su participación: Cushman & Wakefield

El mercado de las oficinas en México continúa estabilizándose y transformándose hacia una naturaleza más flexible como consecuencia de la nueva normalidad que dejó la pandemia del Covid-19. 

De acuerdo con estudio de Cushman & Wakefield, el comportamiento de la demanda en el nuevo equilibrio pospandemia muestran una estabilización en el mercado ya que, si bien se presentó una moderada absorción negativa de 24,300 m2 en el primer trimestre del 2022, este es mucho menor que el observado en el mismo periodo de 2021, que fue una contracción de 126,900 m2. 

“Los corporativos ya están tomando decisiones sobre cuál va a ser el patrón de uso de oficinas que seguirán. Es claro que se está dando mayor flexibilidad en el uso de los espacios y que los empleos móviles (aquellos que combinan diversas ubicaciones: oficinas, hogar y espacios de coworking) están elevando su participación”. 

Asimismo, aseguran que los espacios de oficina siguen jugando un rol importante en la organización del trabajo, lo cual se ha reflejado en el número de renovaciones de contratos de arrendamiento los cuales va en aumento.  

“Los inquilinos siguen aprovechando las favorables condiciones que se les ofrecen, si bien la estabilización que se observa en el mercado sugiere que estas condiciones tendrán una duración limitada. La tasa de disponibilidad general se ubicó en 19.6%. Para los edificios de más alto estándar, la clase A, llegó a 22.9%; esto representa una subida de 4.2 puntos porcentuales al compararla con la tasa al cierre del primer trimestre de 2021 (18.7%). Esta subida es mucho menor que las observadas en las comparaciones anuales de los trimestres previos, lo que nuevamente refleja una estabilización del mercado. La menor variación en los indicadores muestra que, si bien la magnitud de los cambios en la demanda aún no es clara, la actividad del mercado está de regreso”. 

La ubicación es clave 

En el estudio, Cushman & Wakefield refiere que la reactivación de la actividad inmobiliaria está siendo dispareja entre los diferentes submercados de la Ciudad de México. Los submercados Insurgentes y Polanco, ya se observa absorción positiva de cierta magnitud. En contraste, los submercados más alejados del núcleo de la ciudad siguen presentando absorción negativa de relevancia.  

“Esto refleja la migración hacia ubicaciones centrales que están llevando a cabo muchos de los inquilinos que aprovechan el momento actual del mercado. Los propietarios y desarrolladores están tomando nota y están en proceso de reactivación los trabajos de construcción para varios desarrollos ubicados en el área central de la ciudad que habían sido puestos en espera. Si  sumamos el inventario en construcción de los submercados del área central e Insurgentes (387,565 m2) tenemos el 75.8% del inventario total en construcción. Al mismo tiempo,  comienza a tomar visibilidad la reconversión de algunos edificios de oficinas a uso habitacional. 

En el momento actual, este es aún un fenómeno simbólico: menos de 50,000 m2 están en  reconversión, correspondientes a edificios clase B. No obstante, este tipo de reconversiones  podrían tomar vuelo en la medida que el nuevo equilibrio del mercado tome su lugar” 

Perspectiva 

Finalmente, en el reporte de Cushman & Wakefield se indica que los shocks recientes que han afectado a la demanda concluirán eventualmente. “Las fortalezas estructurales de la Ciudad de México, que incluyen la continuidad del bono demográfico y la creciente sofisticación de su entorno económico y de negocios, continuarán. Esto hará tarde o temprano que las industrias que crean empleos del  tipo que demanda espacios de oficinas sigan creciendo”. 

Agregan que cada vez hay más estudios que confirman la necesidad de contar con espacios de trabajo corporativo con una naturaleza más flexible y cuando las organizaciones concluyan su revisión sobre la forma en que estructuran sus equipos de trabajo, se encontrará un nuevo  equilibrio para el mercado de oficinas. 

“La necesidad de contar con lugares donde se fomente la colaboración y la identidad  corporativa seguirá teniendo un rol significativo en las ciudades”, concluyen.

alba.servin@eleconomista.mx