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Giro en abasto público de fármacos amenaza soberanía sanitaria: fabricantes

Laboratorios de medicamentos innovadores y genéricos pidieron al presidente reflexionar sobre la decisión y en vez de eliminar las licitaciones, investigar y castigar la corrupción donde la haya.

Además de ser poco factible, comprar en el extranjero la mayoría de los medicamentos para abastecer al sector salud pondría en riesgo la soberanía sanitaria del país, alertaron las agrupaciones que conforman la industria farmacéutica del país, quienes solicitaron al presidente Andrés Manuel López Obrador que “reflexione sobre esta decisión”.

“Las compras discrecionales en el extranjero no resolverán el problema del abasto y sí pueden provocar un grave daño a la industria farmacéutica establecida en México y la pérdida de la soberanía sanitaria, con importantes consecuencias para la continuidad y suministro de los tratamientos de los pacientes y de la economía del país”, se lee en un pronunciamiento conjunto de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam), la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf) y la Asociación Mexicana de Industria de Investigación Farmacéutica (AMIIF).

Las agrupaciones, que aglutinan a los fabricantes de medicamentos innovadores y genéricos y que no suelen lanzar comunicados en bloque, afirmaron que “coincidimos con el gobierno en la lucha contra la corrupción, pero también estamos en favor de acabar con la impunidad”, y si existen culpables que se castiguen y sancionen.

El martes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que, para acabar con la corrupción en la compra pública de medicamentos en territorio nacional, su gobierno planea adquirir en el extranjero 80% de los medicamentos del sector salud, para lo cual buscará la supervisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“Cuando se regeneren los que se dedicaban a la venta de medicamentos, que entiendan que ya se acabó la corrupción, entonces vamos a poder adquirir los medicamentos en el país”, afirmó en su conferencia del 14 de julio.

El anuncio se da luego de que, para este año, el gobierno tuviera dificultades en la compra pública correspondiente y pudiera cubrir vía licitación apenas 30% de los requerimientos de fármacos, lo que le obligó a comprar el resto a través de adjudicaciones directas.

La industria farmacéutica aclaró que, si bien ha habido dificultades de abasto en algunos grupos de bienes terapéuticos, esto es resultado de la falta de planeación y transparencia en los procesos de adquisición de las entidades compradoras en el último año y medio, y “no a que la industria establecida en México no tenga la capacidad de producirlos con calidad y precio”.

“Las 250 plantas distribuidas a lo largo y ancho del país, de las que dependen más de 600,000 empleos directos e indirectos altamente calificados, producen medicamentos de alta calidad y a precios competitivos internacionalmente”, afirmaron.

Por tanto, el gremio aseguró que existe una gran competencia en esta industria que impide que haya una concentración de mercado, por lo que “no hay lugar al monopolio”.

El año pasado, cuando el actual gobierno federal intentó dar un primer giro a la compra de medicamentos centralizando la adquisición en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el presidente López Obrador criticó que 10 proveedores concentraran 80% del gasto público en fármacos.

Ante los señalamientos del mandatario en días pasados sobre la compra de medicamentos en el extranjero derivado de la supuesta corrupción presentada en los procesos de adquisición en el pasado; las organizaciones privadas pidieron al Jefe del Ejecutivo a reflexionar sobre el cambio de estrategia.

“Los medicamentos y dispositivos médicos no son bienes que estén disponibles libremente en el mercado, pues cuentan con una fecha de caducidad que impide que en México y en el mundo, exista la posibilidad de que éstos puedan ser almacenados para cuando lo necesiten los sistemas de salud. Para contar con ellos se precisan, con anticipación y meses de planeación, contratos que generen certeza de producción para preparar la disponibilidad que demanda la población mexicana”, acotó el sector.

Anuncio causó sorpresa

En entrevista, Juan de Villafranca, director ejecutivo de la Amelaf comentó que los tomó por sorpresa el anuncio que desde el gobierno federal se hizo para realizar la compra de medicamentos a través de organismos internacionales, en donde la burocracia no escapa, “poniendo en riesgo a la industria nacional que es muy robusta” y que genera alrededor de 600,000 empleos.

En 2020 el gobierno federal, a través de la Oficialía Mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y después del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi); sólo pudo cubrir el 30% de los requerimientos que demanda nuestro país, el resto, se hizo por compra directa que lo que ocasiona es pagar un precio más alto, y con los riesgos de no cumplir con las medidas sanitarias que dicta la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

“Originalmente las compras se hacían en la Oficialía mayor de Hacienda, cuando sale Raquel Buenrostro, se paraliza todo y ahora todo lo querían manejar a través del Insabi. Aquí el tema es que lo que se licitó para este año es el 30%, de los requerimientos; y la verdad, sí nos tomó por sorpresa lo que se anunció porque a final de cuentas; si hay casos de corrupción que se presente la denuncia y que se le sancione”, señaló.

¿Crisis de fármacos en puerta?

• Bajo el argumento de erradicar la corrupción, el gobierno federal planea comprar en el extranjero la mayoría de los medicamentos del sector salud, al menos para el 2021.

• Lo anterior se ejecutaría a través de la supervisión de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés).

• De acuerdo con la industria, lo anterior no es factible porque el expertise de la UNOPS es en la consultoría de países pobres, cuyos requerimientos de medicamentos son distintos a los de México.

• La producción de fármacos debe planearse con anticipación, debido a que se trata de productos que no pueden almacenarse por mucho tiempo y que tienen caducidad, por lo que otro problema consiste en la logística internacional por la magnitud de la compra mexicana.

• Otro riesgo es la adquisición de producto cuya calidad no esté certificada por autoridades sanitarias de amplio reconocimiento, lo que potencialmente puede comprometer la salud de los consumidores.

• Al dejarse de lado a la industria nacional, esta podría achicar su capacidad productiva por la contracción del mercado, lo cual reduciría su capacidad de respuesta para mantener el abasto ante posibles crisis de salud pública, como la que se vive actualmente por el nuevo coronavirus.

• La eventual disminución de la capacidad productiva de la industria farmacéutica afectaría a un sector que tiene 250 plantas en el país y da empleo directo e indirecto a 600,000 personas.

empresas@eleconomista.mx

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